30 jun 2014

No se regula la huelga desde el Código Penal

"La primera norma que reconoce la presencia del sindicato o de la coalición obrera es el código penal. En las sociedades liberales del siglo XIX la única forma de considerar al sindicato era la sanción penal. La despenalización de la acción colectiva de los trabajadores nunca fue total, sino selectiva, y es un proceso que corre en paralelo con la absorción de la huelga en los esquemas del contrato y en la construcción de la misma como elemento funcional a la negociación colectiva. Por su parte, la solución autoritaria a la crisis del estado liberal que se manifiesta en los diversos fascismos que se instauran en Europa en el período entre guerras – el último de ellos, el español, precedido de una guerra civil de clase – vuelve a colocar la huelga y el conflicto fuera de la ley, sometido a la norma penal en esta ocasión no como un acto contrario a la libertad de mercado y por tanto a la libertad de trabajo, sino como una conducta directamente atentatoria de la seguridad del Estado. En España, ese situar “fuera de la ley” al conflicto y criminalizarlo fue la constante del franquismo que sólo se terminó en 1976-77 mediante la despenalización parcial de la huelga y la construcción legal de esta libertad en el ámbito de la empresafuncionalizada a la negociación colectiva. En ese momento histórico la huelga siguió siendo delito en dos supuestos muy importantes. En materia de funcionarios públicos y de servicios públicos de reconocida e inaplazable necesidad y en materia de coacciones a la “libertad de trabajo” de los no huelguistas.

El reconocimiento de la huelga como derecho en la Constitución, cambió las cosas de manera significativa. El Tribunal Constitucional ajustó la norma de la transición al nuevo sistema de huelga-derecho. Y redujo sensiblemente el área de la incriminación penal  al considerar delito sólo la huelga insurreccional y revolucionaria. Las coacciones durante la huelga no fueron analizadas en esa sentencia y quedaron en el cono de sombra de los preceptos no cuestionados en su compatibilidad democrática.

El problema surge realmente al promulgarse el Código Penal en 1995 – el Código Penal de la democracia, se llamaba – y mantener en él el delito de coacciones agravadas durante la huelga en los mismos términos que fue impuesto en 1976. Que sea éste un momento decisivo en esta materia lo demuestra que a partir de ahí los fiscales acusan y los jueces instruyen causas imputando a trabajadores y trabajadoras por participar en piquetes de huelga. Primero de manera excepcional, poco a poco normalizando esa acción represiva en torno al ciclo conflictivo del 2002, y ahora, ya en plena crisis del modelo constitucional de 1978, a través de una acción de masa contra la huelga y la militancia sindical que  la sostiene. Que a finales de junio del 2014 haya más de 260 personas imputadas por este delito y                que las peticiones del fiscal se suelan centrar en los tres años de cárcel da idea de la importancia de la represión.

Desde el punto de vista del análisis jurídico, el problema estriba en que fiscales y jueces mantienen un enfoque claramente erróneo del tema. Actúan como si el precepto penal fuera una norma reguladora del derecho de huelga, y construyen el contenido y los límites del derecho desde el código penal. Se tiene que hacer justamente a la inversa. Partir del reconocimiento constitucional del derecho de huelga, que implica como contenido esencial del mismo, las facultades de información, difusión y extensión del conflicto. Entender qué significa formular como derecho una medida de conflicto y contextualizarla en un momento concreto, el del desencadenamiento del mismo en un espacio y un tiempo determinado. La tensión colectiva, las situaciones de enfrentamiento y de crispación ante la ruptura de la solidaridad que mantiene la huelga, la ruptura de la normalidad y la producción de percances o deterioros menores en los bienes de la empresa, o de agravios e insultos a los no huelguistas, integra la fisonomía del conflicto, que puede expresarse bajo este perfil desabrido, en una situación de tensión y de presión hacia la consecución de los objetivos de la huelga. Un derecho éste que se define justamente por su eficacia, es decir, por su capacidad para lesionar bienes e intereses del interlocutor y en la alteración de la normalidad productiva, y que en consecuencia requiere la máxima cooperación de las trabajadoras y trabajadoras en la participación en la medida.

Una sociedad democrática sabe que el perfil concreto con que se manifiesta el conflicto en un momento determinado puede ser duro, intransigente y conminatorio porque expresa un acto de insubordinación colectiva que requiere una amplia participación y que por tanto es hostil a quien asume la servidumbre del trabajo planteado éste como un acto de oposición al ejercicio del derecho de huelga, de negación de su eficacia. Comprendiendo esta realidad, se entiende que el derecho de huelga no es un ejercicio gimnástico que despliegue su elegante ejecución ante un grupo de jueces que la puntúan y valoran según las reglas del arte. Es por el contrario un acto de rechazo de la disciplina empresarial y de la obligación de trabajar que se lleva a cabo como presión en un contexto de enfrentamiento colectivo con el poder privado del empresario o contra el diseño político del poder público en materia social y laboral. Por tanto la aceptación del trabajo por los no huelguistas implica la apertura inmediata de una situación de enfrentamiento con el objetivo central de la huelga.

De esta manera, salvo actuaciones exorbitantes y violentas, los episodios de tensión y de confrontación personal en la huelga, por muy desabridos que puedan ser, nunca podrán ser perseguidas penalmente en un sistema jurídico que reconoce la huelga como derecho. Esa es la única solución acorde con el art.28.2 de nuestra Constitución. Lo que obliga a interpretar de esa manera el Código Penal y posiblemente, para prevenir malas prácticas judiciales, a derogar el precepto que está permitiendo una (re)criminalización selectiva de la participación sindical y ciudadana en la huelga".

por Antonio Baylos
Catedrático de Derecho del Trabajo
http://blogs.publico.es   29/06/14

25 jun 2014

Europa y EEUU negocian en secreto la liberalización de servicios públicos como sanidad y educación

Una web de filtraciones saca a la luz pública uno de los documentos secretos que sirven de base en las conversaciones.

"Europa y Estados Unidos negocian a espaldas de sus ciudadanos uno de los pactos que más influirán en la vida de los europeos en las próximas décadas. Se trata del Tratado Transatlántico de Libre Comercio e Inversiones, conocido por sus siglas en inglés TTIP, y que busca igualar la regulación en ambas zonas económicas para potenciar el comercio y la inversión.

eldiario.es ha tenido acceso, en exclusiva junto a La Marea y Diagonal, a uno de los documentos secretos que sirven de base en la negociación ya que supone la oferta de servicios que Europa está dispuesta a negociar con Washington. El documento ha llegado a través de Filtrala.org, la herramienta de filtraciones anónimas en la que colaboran estos medios.

El acuerdo está en el punto de mira de organizaciones sociales y partidos de izquierda ya que sus efectos pueden suponer en la práctica una mayor liberalización de decenas de sectores en la UE, que tiene una normativa en general más exigente que en EEUU, y abre la puerta a un mayor poder de las empresas privadas.

El borrador secreto ha llegado fragmentado en tres archivos y se extiende en al menos un centenar de páginas. La carátula del encabezado deja claro que es un documento secreto ya que las negociaciones se han clasificado como confidenciales en Europa y Estados Unidos, algo muy criticado por personajes como Joseph Stiglitz, Noam Chomsky o Sami Naïr. Hasta el momento, solo se conocen otros cuatro documentos de las decenas de informes que cruzan el océano. Aunque formalmente esta ronda de negociaciones comenzó en 2013, lleva décadas gestándose con sucesivos acuerdos y grupos de trabajo que se han formado en la UE y EEUU. Este documento tiene hoy (13 de junio) como fecha límite para que los estados miembro hagan sus aportaciones.

Esta es una oferta inicial, una suerte de catálogo, de lo que la Unión Europea está dispuesta a negociar con Estados Unidos para flexibilizar los negocios en el sector servicios. Cada una de las áreas que negocia el TTIP se discute en una comisión ad hoc, como en el caso de la energía, otro de los documentos filtrados con anterioridad en el que se hablaba de temas como el fracking. El que ha llegado a Filtrala.org es el borrador con el que trabaja la Comisión de Servicios e Inversión, lo que supone que se hace un recorrido por todos los servicios, incluidos los públicos, que se ofrecen a los ciudadanos. Esto implica que también se abra en el abanico de las ofertas cuestiones como los servicios sanitarios, servicios sociales, educación y cuestiones claves como los servicios de la energía. Es una lista en positivo de puntos que negociar. Es decir, se incluye todo lo que es susceptible de discusión.

En el membrete aparecen los sellos del Consejo de la Unión Europea y de la Comisión, ya que la representación permanente de cada país en el Consejo es la que está negociando el acuerdo (no es posible que el Gobierno de cada país acuda continuamente a Bruselas para estas discusiones).

El documento marca el amplio perímetro de las negociaciones en servicios de la UE. Tras un listado de cautelas iniciales en el que la Comisión se reserva la posibilidad de negociar aspectos en una amplia panoplia de servicios que se consideran de seguridad nacional, luego muestra al socio americano en qué áreas sería posible entablar una negociación. Los estados miembro deben fijar estas reservas por adelantado, ya que una vez firmado el acuerdo no se pueden introducir nuevas excepciones. Es una forma de no comprometerse a modificar un determinado aspecto en la legislación en los acuerdos multilaterales. 

Las excepciones giran en torno a la extracción de petróleo, minería, producción nuclear y otros elementos sensibles como la pesca y a la agricultura de las que la UE se desentiende de compromisos a priori. Su inclusión en la lista no es una negativa a discutir sino una reserva a no hacerlo en caso de que no interese a los estados.

El documento señala una a una las barreras de acceso al mercado que los estados miembro, o la UE en su conjunto, tiene actualmente en un sinfín de sectores, con el fin de negociar su total apertura. En una última columna (bajo el encabezado Limitations o National Agreement) se subraya también qué países favorecen la entrada a un nacional, una de restricciones a un mercado más importantes y que la UE lucha por limar.

El documento es un streap-tease en toda regla en el que los eurócatras exhiben todas las flaquezas de los países miembro para que los estadounidenses sepan a qué restricciones se van a enfrentar y negocien su eliminación. En la nota inicial, la UE deja claro que esta propuesta inicial se hace a la espera de que "Estados Unidos ofrezca un nivel de transparencia significativo a nivel sub-federal". Es decir, al otro lado del Atlántico se debe estar construyendo un borrador similar a este pero con las restricciones de los Estados. 

Línea roja en la banca

Es especialmente llamativo que solo un área no se discute en el texto: las finanzas. Aunque inicialmente los servicios financieros se iban a incluir, como todos los demás aspectos de la economía, en el Tratado, EEUU ha puesto trabas en la negociación. Desde Washington entienden que la actual regulación financiera es más exigente que la europea, gracias sobre todo a una de las últimas leyes pasadas tras el estallido de la burbuja, la Dodd-Frank. Por este motivo, los estadounidenses han pedido excluir a las finanzas del marco de cooperación regulatoria, que les hubiera llevado a negociar su actual nivel de regulación financiera y hacerlo más laxo.

Este aspecto es muy importante, ya que tal y como recuerda Tom Kucharz, portavoz de Ecologistas en Acción, hace que los argumentos que esgrimen los negociadores para defender el Tratado, "se caigan por su propio peso". Si Estados Unidos no quiere negociar en el ámbito financiero porque supondría una rebaja de sus exigencias, es claro que el proceso de negociación se hace a la baja. En este caso, es la legislación comunitaria la que más tiene que perder ya que salvando el área de las finanzas, la UE es mucho más exigente en cuanto a normativa. Por ejemplo, el principal interés de EEUU es negociar cooperación regulatoria en el campo de la energía, donde los estadounidenses son mucho más abierto que los europeos.

El documento dice que "debido a la firme oposición de Estados Unidos a incluir cooperación regulatoria en el campo del acuerdo, se considera apropiado no incluir ningún compromiso en la oferta de servicios financieros por parte de la UE en este punto". La Comisión deja la puerta abierta a que si "en el futuro" los estadounidenses cambian de opinión y se comprometen a abrir el melón de las finanzas, Europa también mostrará sus cartas.

Los servicios bancarios son por lo tanto la única línea roja marcada en el documento, y no por voluntad europea. Del resto, la UE muestra su deseo a hablar de todo, incluida la prestación de servicios médicos (lo que cual abriría aún más el negocio de la salud a las grandes corporaciones estadounidenses de sanidad), el transporte, o la liberalización de los colegios profesionales. Desde los sindicatos europeos de servicio público se subraya que esta apertura a negociar este tipo de prestaciones atentará contra la calidad de los servicios y contra el empleo. Para Kucharz, es una "alerta a todas las mareas españolas. Es una megaamenaza a la calidad de los servicios públicos".

Cabe resaltar que al hacer el recorrido de trabas actuales en los países de la Unión, España es uno de los países que menos aparece, en gran medida porque es uno de los países más liberalizados del Continente. Las escasas menciones que se encuentran de España son respecto a las restricciones de los colegios profesionales y, cómo no, a la posibilidad de poner una farmacia o al trabajo de los auditores contables.

Los defensores del acuerdo hablan de cifras billonarias de impacto económico y de creación de empleo. Los detractores, de destrucción de miles de puestos de trabajo en Europa y de pérdida de derechos laborales".

FACUA.org
Europa - 13/06/2014

20 jun 2014

El ciudadano Felipe de Borbón se proclama rey entre multitudes y grandes muestras de democracia...

Planos cortos en televisión. Ninguna vista aérea. Comentaristas hablando de miles y miles de personas sin mostrar más que tomas cerradas. Felipe de Borbón se proclama rey de espaldas a los ciudadanos y con multitud de detenciones por el simple hecho de mostrar banderas de la República...
DEMOCRACIA:
El primer Borbón que ocupó el trono de España –por la fuerza de las armas- también era un Felipe, en concreto el V. El nuevo Felipe le sigue en la numeración y todo apunta a que será el último, cerrando el ciclo que inauguró su antepasado con un baño de sangre.
Felipe Sexto, todo campechanía como su padre, se ha paseado por Madrid en el utilitario que ya utilizara el dictador Franco, aquél criminal que puso en manos del padre del actual monarca el título de heredero que habría de sucederle. No debe haberle gustado lo que ha visto o, más certeramente, lo que no ha visto: multitudes.
La monarquía hoy está más sola que nunca. Ya no cuelan los cuentos de príncipes valientes que nos trajeron la democracia, ni de valerosos reyes que nos salvaron de golpes de estado de oscura génesis. Los españoles, que ya somos mayores de edad, vemos al rey desnudo, con las vergüenzas de una familia corrupta e inmoral a la vista de todo el mundo.
Al tiempo que Felipe Sexto paseaba su uniforme por Madrid, otros uniformados imponían democracia y libertad a empellones y a golpe de detenciones. Decenas de personas han sido golpeadas y detenidas por el grave delito de mostrar una enseña republicana; locales sindicales han sido allanados para evitar que los augustos ojos de Felipe y Letizia se lastimasen con mensajes pidiendo referéndums y miles de policías han copado las calles de Madrid en una demostración de apego monárquico.
Felipe Sexto ha llegado por la puerta de atrás. Se marchará por la principal.
Y AQUÍ LAS MULTITUDES:


*Noticia basada en la editorial de Voces de Pradillo:

Desde mi republicanismo

"Si hacemos caso a las encuestas, un referéndum que permitiera elegir entre monarquía o república daría como resultado un sí a la continuidad monárquica. O tal vez no, ambigüedad que fundamento en la poca fiabilidad que me merecen las encuestas y también porque nuestra obsoleta Constitución restringe cualquier expectativa de cambio. Para complicar aun más el asunto, un consenso tácito del bipartidismo considera inoportuno plantear un referéndum, y hasta el PSOE no oculta "su preferencia republicana" aunque la considera compatible con la monarquía. Se entiende que en este contexto, el oficialismo insista en que el Congreso sólo aprobó el pasado día 11 una ley que regula la abdicación del Rey pero sin entrar en debates sobre el modelo de Estado.

Sin embargo, y por mas que se maquille la realidad, cada vez es más patente que Juan Carlos I, además de caer en picado su aceptación popular, nunca ha contado con una legitimación moral que lo consolidara como rey más allá de haber sido impuesto por Franco y contar con el manido mérito de ser el artífice de la transición o el presunto héroe de la noche del 23-F de 1981.

Pero lo cierto y evidente es que somos muchos los partidarios de una consulta popular, entre ellos Henar Ortiz, la tía republicana de Letizia Ortiz quien acaba de reivindicar un referéndum monarquía-república través de twitter con la misma naturalidad que en su día cuestionara la capacidad de su sobrina para ser reina. Pero, anécdotas aparte, es de justicia reconocer que cuando en 1976 se votó la Ley para la Reforma Política y en 1978 la Constitución, en su fuero interno, el sí de los españoles no fue una aceptación del rey que les había impuesto Franco sino un no a cuarenta años de dictadura. Que nadie se llame a engaño. En aquellos años de transición, los españoles no se hicieron monárquicos de la noche a la mañana. Sólo querían escapar como fuera de cuarenta años de represión y hacerlo del modo más rápido posible.

Pero ahora, en pleno siglo XXI, cuando el actual Rey ha cubierto una etapa casi tan larga como lo fue el franquismo, hay veintidós millones de españoles con derecho a voto que no votaron la Reforma Política ni tampoco la Constitución, porque no habían nacido o no tenían edad para hacerlo (21 años), motivo que, tras la abdicación del Juan Carlos I, justificaría el referéndum y la modificación de la Constitución que tantos reivindican. Si el resultado de esa consulta fuera un sí a la República, se resarciría la injuria histórica del golpe militar que derrocó a la II República. Por el contrario, si las urnas fueran favorables a la monarquía, Felipe VI quedaría legitimado para reinar con la fuerza moral que desde siempre se le ha cuestionado a su padre.

Y quienes dicen que la sociedad padece un “sarampión republicano” y argumentan que en ciertas monarquías –como la inglesa, la holandesa o la sueca– sería impensable plantear un plebiscito para revalidarlas, deben considerar que éstas son monarquías muy consolidadas, que no fueron abolidas por las urnas como sucedió con la española en 1931 y que, además, no han atravesado un paréntesis de cuatro decenios impuesto por un dictador militar que unilateralmente designó quien sería el futuro rey.

Dejo constancia de todo esto desde mi republicanismo, mi respeto a la voluntad popular y la libertad de opinión y expresión que me confiere nuestro Estado de derecho".

por Alberto Soler Montagud
Médico y escritor
16 de junio de 2014
http://lainfinitaespiral.blogspot.com.es/

"Las cosas de palacio".

"Dentro de palacio, fuera de palacio, un modo de ordenar la realidad que aprendí de Pier Paolo Pasolini.

Se llama valido a quien tiene el primer lugar en la gracia de un rey. También puede entenderse al revés: calificar de valido a quien ocupa el primer lugar en la tarea cortesana de que el rey tenga gracia. Los matices del lenguaje sirven para entender las situaciones históricas concretas. Las palabras necesitan moverse junto a lo real. Juan II de Castilla tuvo a don Álvaro de Luna, Enrique IV a Beltrán de la Cueva, Felipe II a Antonio Pérez, Felipe III al Duque de Lerma, Felipe IV al Conde-Duque de Olivares y Juan Carlos I a Felipe González.

Felipe González tiene el primer lugar en la gracia del rey, pero no es el único. Tiene el primer lugar porque su misión y su sumisión eran las más útiles. Que la derecha española asumiese la monarquía resultaba una labor fácil. Despejadas las nostalgias dictatoriales en nombre de los buenos negocios abiertos con la Europa democrática, casi todos los mitos de la derecha (orden, apoliticismo, horror a la voluntad libre de los ciudadanos…), coinciden con la Corona. Resultaba más difícil hacer monárquicos a los republicanos, introducir la herencia biológica en los debates democráticos del siglo XX. Eso era tan difícil como transformar al heredero designado por Franco en padre de la democracia. Y Felipe González, que no ha sido el único, es sin duda el primero.

El apoyo a la figura del rey en 1975 podía justificarse en la necesidad de conseguir las libertades. Alguien con autoridad dentro del Régimen abría la puerta del calabozo. Creo que es una explicación demasiado fácil, porque la Transición no puso en juego un debate entre dictadura y democracia (imprescindible ya para el capitalismo español), sino entre posibles formas de democracia: una democracia social que permitiese la transformación profunda de la realidad y una democracia controlada por las élites económicas del franquismo.

El relato de la Transición española se ha explicado con argumentos fáciles y manipuladores. Pero, bueno, significaban una explicación. Lo que no tiene explicación ninguna es que en 2014, sin militares franquistas con tentación de golpe, salga una vez más Felipe González, de la mano de Rubalcaba, con sus argumentos de valido: los socialistas tenemos corazón republicano, pero apoyamos la monarquía porque el rey salvó la democracia y ha conseguido el mayor periodo de estabilidad. Lo importante para Juan Carlos I no era el favor de la derecha, sino la complicidad de los socialistas. Tampoco valía de mucho que el ABC calentase el trono. Los verdaderos servicios debía hacerlos la prensa identificada con la democracia y con el progreso.

En 1975 podía pensarse que la legitimación de la monarquía era fruto de un pacto político para conseguir las libertades. En 2014 está claro que la Corona supone un pacto de los partidos de palacio con el Ibex-35 para mantener el predominio de las élites económicas. Estas élites han utilizado la crisis para devorar las modestas conquistas sociales que la lucha obrera había conseguido en su oposición al franquismo. Por culpa de su avaricia, el discurso social ha vuelto a coincidir con la ilusión republicana y las élites (rey, políticos, banqueros) se han vuelto a poner nerviosas. El miedo y los nervios de las élites son la verdadera novedad frente a la España impune de los últimos años. Ellos saben que algo está pasando. Su miedo alimenta mi muy apagado optimismo.

Fuera de palacio, la gente se pregunta ahora, con el instinto de su mala situación, qué puede significar eso de ser republicanos y defender la monarquía. ¿Tendrá que ver con el cinismo, con las mentiras electorales, con los políticos sin principios, con el descrédito de un Parlamento que no responde a sus votantes sino a los despachos de la aristocracia económica?

Y también se abre la pregunta sobre la estabilidad. ¿Es que tenemos que quedarnos así de estables para siempre? ¿Es que hay que convivir con un paro endémico, unos derechos laborales convertidos en basura, unos derechos cívicos cada vez más golpeados, unos salarios cada día más parecidos a la limosna? Si ya no estamos dispuestos a matarnos entre nosotros, ¿de qué estabilidad hablan? ¿La estabilidad de La Caixa, Bankia y el Banco de Santander?

Ocurre, además, que en los últimos años se ha roto el pacto de los medios de comunicación para blindar la imagen pura del Rey. El azar crea símbolos históricos graciosos. Justo cuando una periodista se casó con el príncipe heredero, la prensa entró hasta la alcoba de la Casa Real para hablar de sus negocios, sus cacerías, sus líos de faldas y hasta sus implicaciones con el general Armada y con la intentona golpista del 23 F. Con motivo de la abdicación del Rey y por mandato del Ibex-35, la prensa ha vuelto a cerrar filas. Pero los medios tradicionales ya no son lo que eran… Quien juega a la bolsa en vez de informar, puede acabar sin crédito en todos los sentidos.

Felipe González es, según mi opinión, el primer valido de Juan Carlos I. Dejo que el lector elija el nombre del segundo".

por LUIS GARCÍA MONTERO
07/06/2014
infolibre.es

15 jun 2014

Anatomía de un saqueo

    

"Seis años después de que Washington decidiera dejar caer a Lehmann Brothers desencadenando el peor shock financiero de los últimos 70 años y condenando al paro y la pobreza a millones de ciudadanos, los principales índices bursátiles del planeta coquetean con sus máximos históricos, los fondos de inversión presumen de billetera, las grandes empresas globales –también las españolas- vuelven a hablar de beneficios, la banca se felicita de la eficacia con que ha saneado sus balances en tiempo récord e incluso los gobiernos no tienen empacho en declarar oficialmente inaugurado un nuevo periodo desarrollo económico.
Desde abajo la imagen que se aprecia es bien diferente. Muy pocos de los que perdieron su puesto de trabajo han logrado recuperarlo y los que lo han hecho ha sido en unas condiciones significativamente más precarias, cada vez son más las personas que viven bajo el umbral de la pobreza y que se ven obligadas a apagar la luz o reducir la compra mensual para llegar a fin de mes y la supuesta recuperación económica no parece ser más que un titular en un periódico.

Llegados a este punto es difícil no hacerse preguntas. ¿Por qué unos han pagado la crisis más que otros? ¿Era tan esencial salvar a la banca aún a costa de recortar servicios básicos como la sanidad o la educación? En Crisis S.A. El saqueo neoliberal (Colección A Fondo, Ediciones AKAL) la periodista Ana Tudela Flores ofrece un relato descarnado, lúcido y documentado de lo ocurrido en los últimos años. Un "juego de trileros", denuncia, en el que la crisis económica no ha sido tanto la causa como la excusa para un abordaje calculado y sistemático del Estado del Bienestar, que ha pasado a convertirse en el nuevo campo de juego del mundo del dinero, el último objeto de deseo del capital.

No busquen un manifiesto ideológico. Crisis S.A. es un fenomenal esfuerzo periodístico que no se limita a presentar cifras estadísticas parciales y opiniones de expertos de cabecera para reforzar una tesis fijada de antemano, hábito del que pecan muchas obras hermanas en el subgénero libros-para-explicar-la-crisis, sino que se afana en ofrecer al lector la mayor cantidad de evidencias documentales, estadísticas y testimoniales posible para sustentar sus afirmaciones.

La principal es que la crisis no ha sido otra cosa que un inmenso negocio que ha servido para trasvasar recursos desde la clase trabajadora hacia las elites económicas.

Un minucioso plan de trabajo que tendría a la ideología neoliberal dominante como autor intelectual y a los obedientes organismos económicos multilaterales (FMI, OCDE, Banco Mundial) como obedientes brazos ejecutores, y que se habría iniciado aún bajo los efectos del shock financiero global de finales de 2008 y 2009 con la socialización de las pérdidas de la banca por la vía de cargar al erario público los millonarios agujeros generados por las desmadradas estrategias de inversión de las entidades financieras.

Un movimiento audaz que tuvo el singular efecto de absorber en gran medida las potenciales pérdidas que se habrían visto obligados a asumir los inversores que apostaron por estos activos tóxicos (grandes bancos del centro y el norte de Europa) bajo el pretexto de salvar a las castigadas economías del sur y a costa de rebosar de deuda los balances de las economías periféricas, que se han visto de repente condenadas a un futuro de austeridad, cuentas por pagar y pérdida de derechos.

Una vez sentadas las bases del nuevo modelo sólo quedaba, en el lenguaje de las escuelas de negocios, implementarlo, poner en marcha las medidas necesarias para esa transfusión masiva de recursos desde los trabajadores a las elites dominantes.

Tudela detalla minuciosamente cada uno de los pasos de esta minuciosa estrategia de saqueo. Los recortes de derechos laborales y sociales para mejorar la competitividad de las economías… y los balances de las empresas a costa del salario o incluso el mismo empleo de los trabajadores; las reformas fiscales orientadas a elevar la presión sobre los impuestos que paga de igual toda la ciudadanía (IVA, IBI, impuestos especiales) y aligerarla sobre los más progresivos (IRPF) o los que afectan de forma directa a las empresas o las grandes fortunas (Impuesto de Sociedades, Sicavs, Patrimonio); la ausencia total de controles sobre cientos de inversiones públicas injustificables desde un punto de vista económico o social que, eso sí, alimentan las cuentas de resultados de las grandes empresas a costa de presionar al límite las finanzas públicas y restar  recursos a políticas sociales; o la imparable, y muchas veces fronteriza con la ilegalidad, estrategia de privatización de los servicios públicos desarrollada con persistencia en los últimos años por los dos grandes partidos, y que se ha dado con especial virulencia en el ámbito de la Sanidad.

Lo preocupante, y lo que convierte Crisis S.A. en una obra necesaria, es que la deriva ha tenido consecuencias, y que éstas han sido demoledoras. Tudela lo acredita con cifras del INE. "Si se hubiera mantenido el reparto (entre la remuneración de los asalariados y el beneficio empresarial) como estaba antes de la crisis, los trabajadores habrían percibido 39.854 millones de euros más y las empresas habrían ganado 27.406 millones. Es decir, se ha producido un trasvase que se acerca a los 30.000 millones del trabajador al empresario".

Si quieren terminar de indignarse lean este último párrafo también extraído por la autora de fuentes oficiales. Entre 2008 y 2013, la riqueza destinada a pagar sueldos a los trabajadores ha caído en 71.685 millones de euros; los beneficios empresariales, por el contrario, ya están prácticamente al mismo nivel que en 2008.

Ya saben quién ha pagado la crisis".

Por Bruno Pérez Vázquez 
14/06/2014 
eldiario.es

11 jun 2014

Los primeros trofeos de Felipe VI

"Pensábamos que la abdicación era inoportuna y precipitada, y que dañaría la institución. Pero la sensación tras solo cinco días es que la onda expansiva se está llevando por delante a otros, no a la corona, que más bien se ha venido arriba.

No sé si son daños colaterales, o buena puntería, pero quizás el rey Felipe VI tenga que ampliar el pabellón de caza nada más llegar a palacio, para que le quepan los trofeos y cabezas que ya está cobrándose casi sin mover un dedo. Y si no, veamos algunos efectos inmediatos de la operación sucesoria.
 
Para empezar, la maniobra ha desbaratado la agenda política: nos ha cambiado el paso, pues ya no estamos debatiendo en el mismo punto que estábamos el pasado domingo, tras las europeas. El régimen ha recuperado la iniciativa, pues ahora es dueño del calendario, marca los tiempos y los próximos pasos, y nosotros vamos a remolque. Estábamos pidiendo un proceso constituyente desde abajo, y veremos si al final no nos acaban dando proceso constituyente, pero desde arriba.
 
La abdicación ha supuesto también un cierre de filas mediático y político. En cuanto a lo primero, los grandes medios rivalizan en quién dobla más el espinazo. Desaparecen de la cobertura informativa las muchas sombras del reinado de Juan Carlos, se esconde el debate sobre la forma de Estado, se cargan las tintas más ridículas en la promoción del nuevo rey y señora, y se genera un estado de ánimo colectivo de fuerte carga emotiva, que prepara el terreno para que volvamos a gritarle “¡guapo!” al nuevo rey cuando lo veamos pasar.
 
Mal empezamos el nuevo reinado. No aprendemos la lección: después de que décadas de blindaje, censura y adulación hacia el rey dejasen como resultado un rey (y familia) que se sentía impune porque se sabía a salvo del ojo público, los primeros pasos del nuevo rey van acompañados del mismo blindaje, censura y adulación.
 
Por no hablar de otro trofeo muy codiciado, y que no sabemos si anotar al rey saliente o al entrante, o a algún cortesano más papista que el papa: la revista El Jueves, sacudida ayer por una censura empresarial que deja malherida una de las publicaciones más críticas con la monarquía y que más se ha resistido durante años a su blindaje mediático.
 
La onda expansiva de la abdicación se siente también en el paisaje político, que estaba muy revuelto tras las europeas, y de pronto se reordena.
 
Por un lado el PSOE, que se enfrentaba a la incertidumbre del relevo en la secretaría general y las posteriores primarias, hasta que el cambio en el trono ha impuesto la lealtad monárquica y el consenso, manejando el proceso de relevo para que ningún candidato saque los pies del tiesto, y controlando el grupo parlamentario para evitar que a algún diputado se le escape algo de ese “alma republicana” que dicen que tienen.
 
En cuanto a la izquierda, la reaparición del debate república-monarquía puede parecer un regalo, pero en realidad es un regalo envenenado.
 
Puede servir para que la derecha recupere votantes que todavía se espantan al oír “república”, despues de décadas construyendo un imaginario tramposo (caos, enfrentamiento, guerra civil). Soy el primero que estos días he colgado una bandera tricolor en mi balcón, pero no soy ajeno al efecto que su ondear provoca en algunos vecinos.
 
En cuanto a la izquierda, la misma que un día antes estaba hablando de frente amplio y alianzas, de pronto se distancia en cuanto a los pasos a seguir. Y hasta deja de hablar el mismo lenguaje. Mientras Izquierda Unida y otras fuerzas levantan con ganas la bandera republicana, la estrategia de Podemos parece pasar una vez más por desplazar el eje del debate: si antes de las europeas se trataba de no hablar de izquierda y derecha, sino de democracia frente a saqueo; ahora se evita hablar de república contra monarquía, para situar el foco sobre la democracia y la capacidad de decisión de la ciudadanía. Puede que tengan razón, pero por ahora el efecto visible es un distanciamiento entre fuerzas que un día antes de la abdicación parecían próximas a converger, y que ahora no hablan el mismo idioma.
Si creíamos que Felipe VI tendría dificultades para subir al trono, visto el legado de descomposición de su padre, por ahora se le ve sonreír. A él y a los monárquicos. Y tienen motivos".
 
05/06/2014  eldiario.es     

6 jun 2014

El escándalo continúa: 1.645 milmillonarios

Los datos confirman que esta crisis es aprovechada por las élites económicas para hacerse más ricas y más poderosas.
 
                               
Sistema Digital | Con la llegada del mes de marzo, la revista Forbes publica la lista de los milmillonarios del planeta. Y como viene ocurriendo año tras año, pero de manera especial desde 2009, se constata una imagen de opulencia de unos pocos frente a la miseria de miles de millones de seres humanos. Los datos confirman que se agudiza la existencia de un mundo roto y dividido donde, por una parte, hay una crisis que incrementa las desigualdades y el sufrimiento de la inmensa mayoría de las personas; y por otra, esa misma crisis es aprovechada por las élites económicas para hacerse más ricas y más poderosas. Esta realidad, aparece reflejada en una de sus caras en el nuevo record de milmillonarios y en el nuevo record de acumulación de la riqueza que poseen estas personas. En la otra cara, la de la miseria, están los 1.200 millones de seres humanos que siguen viviendo en pobreza extrema.
Ante la cifra de 1.645 milmillonarios en el mundo, 219 más que el año pasado y 852 más que en al año 2009. Y ante los 6,4 billones de dólares que acumulan, un billón más que el año pasado y cuatro billones más que en 2009, surgen muchas preguntas ¿Hasta cuándo van a aguantar los ciudadanos el sufrimiento, la miseria, la inseguridad, la pobreza y la desigualdad creciente? ¿Hasta cuándo los más pobres de los países devastados por la pobreza? ¿Hasta cuando los ciudadanos que hasta hace poco disfrutaron de bienestar y derechos en sociedades con democracias consolidadas? ¿Hasta cuándo van a transigir los gobiernos? ¿Vivimos en sistemas democráticos o la oligarquía ha sustituido a la Democracia pero a esas élites les conviene mantener la ficción democrática con gobiernos súbditos de sus decisiones?

FUENTE: Revista Forbes 2009, 2010, 2011, 2012, 2013,2014.

La situación está llegando a un punto de no retorno, que de no empezar a corregirse inmediatamente va a generar una gran inestabilidad social, política y económica que también sufrirán esas elites que se consideran a salvo. El incremento de la desigualdad puede acabar con todo. Millones de personas en la miseria y cada vez más trabajadores pobres y en paro. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el desempleo aumentó en el mundo durante 2013 en cinco millones de personas a pesar de que la economía mundial comenzó a recuperarse. Hay 202 millones de personas desempleadas, pero los esbirros del poder continúan demandando quitar derechos laborales y salariales a los trabajadores, aunque por supuesto no a ellos. Si la tendencia continúa, si no se les para, el desempleo llegará a 215 millones de seres humanos en 2018.
Los datos son evidentes: 852 milmillonarios más que en el año 2009 versus 62 millones más de desempleados desde 2008. Entre 1990 y 2010 la desigualdad de ingresos aumentó un 11 por ciento en los países en desarrollo. Una importante mayoría de hogares en países en desarrollo, que representa más del 75 por ciento de la población, hoy en día vive en sociedades donde la distribución del ingreso es más desigual que en los años 90, según el informe Humanidad dividida: cómo hacer frente a la desigualdad en los países en desarrollo del PNUD.
¿Dónde están los Estado que se auto denominan sociales y democráticos de derecho y aquí sirven? ¿Dónde está la justicia? Estos datos demuestran el fracaso de la política y de la democracia ante una elite económica global que, bajo el paraguas del capitalismo financiero globalizado y ocupando los sillones de las instituciones donde se toman las decisiones, ya sea el FMI, el Banco Mundial, la Comisión Europea o los gobiernos nacionales, tiene en la acumulación de la riqueza y el poder en un número reducido de personas su razón de ser, dejando de lado la equidad.
La desigualdad se incrementa constantemente en el mundo, aumentan las migraciones y los conflictos dentro de un malestar que cada vez es más evidente y activo en la sociedad. Se cuestiona la democracia y sus instituciones, porque para la ciudadanía democracia era sinónimo de derechos e igualdad. Muchos ciudadanos indignados dicen: ¡Hay que hacer algo! Y preguntan: ¿Qué?
Movilizarse, participar y votar es decisivo, imprescindible y crucial, aunque puede no ser suficiente si el número de ciudadanos que lo hace no es mayoritario. Queda mucho camino por recorrer en la movilización de la ciudadanía, pero el objetivo de la igualdad y la dignidad humana es nuestra razón de ser como civilización. Por ese motivo, hay que dejar claro a los gobiernos, con el voto y con la ley, que las demandas de bienestar y seguridad vital para la población son la guía de las acciones de los gobiernos que ellos eligen democráticamente.
Hay que tener siempre presente que el significado de la democracia ha sido básicamente no tener que ponerse de rodillas ante nadie, no vivir atemorizado o humillado, poder actuar y comportarse con dignidad, ser una persona en toda la extensión de las posibilidades, tener “seguridades” en la vida, no estar forzado a decir a todo “amén”. En suma, ser un señor y no un siervo, como señala José Félix Tezanos.

FUENTE: Revista Forbes 2009, 2010, 2011, 2012, 2013,2014.
La dignidad, la igualdad y la libertad son la meta a alcanzar, nadie te las va a regalar. Y ahora, en los próximos meses hay una batalla crucial, las elecciones europeas. Hay que votar y elegir entre los que quieren seguir al servicio de las elites económicas, y aquellos que pretendemos que la dignidad y el bienestar de las personas sea la guía de nuestros gobiernos. Las decisiones se van a tomar, y o tu participas en las decisiones o alguien decidirá por ti.
 


Por Oscar Iglesias |
| 12 Marzo 2014 -

2 jun 2014

Jaque mate al régimen

"El régimen se desmorona, muere, y en su lucha agónica por sobrevivir, el rey abdica. Nunca el régimen surgido de la Transición había estado tan cuestionado como ahora. Los pilares que lo sustentan, la monarquía, el poder judicial y el bipartidismo, están fuertemente deslegitimiados desde hace tiempo. No nos creemos ya sus mentiras, esas que buscan apuntalar un régimen que se cae a trozos. Lo que hasta hace muy poco parecía un imposible, ahora se plantea como una realidad. Empujemos con fuerza, para abrir aún más esa brecha que la crisis económica, social y política han hecho posible.

Desde la caza de elefantes de “su majestad” en Botswana, pasando por la imputación de su yerno Iñaki Urdangarín en el caso Nóos, la implicación de la Infanta Cristina en la trama, hasta las múltiples, y millonarias, operaciones de cadera del monarca, facturadas a las arcas públicas, la Casa Real se ha convertido en una caricatura de sí misma. Uno de los principales valedores de la “democracia” está tocado, muy tocado, pero no hundido.

El anuncio de la abdicación real es un último intento, desesperado, para salvar la situación, una tentativa de “make up” para relegitimar no solo a la monarquía sino a todo su séquito de jueces, políticos, opinólogos… que durante tantos años, demasiados, han vivido a costa de esa falsa Transición, intentando borrar o enmascarar el pasado colectivo. Nuestro olvido, fue el sustrato de su victoria, no solo moral sino política y económica.

La crisis económica convertida en una profunda crisis social y, también política, ha puesto en jaque al rey y al régimen del 78. La gente ha dicho “ya basta”. Lo vimos con la emergencia del 15M, tres años atrás, la extensión de la desobediencia civil, la ocupación de viviendas vacías en manos de bancos, con un amplio apoyo popular, pese a la criminalización de la protesta. A más pobreza, más dolor, pero, gracias a dicha movilización, más conciencia de quienes ganan con dicha situación, banqueros, políticos, y de quienes perdemos.

El auge del soberanismo en Catalunya ha colocado, también, contra las cuerdas al régimen. Señalando el carácter profundamente antidemocrático de una Constitución que no permite el derecho a decidir de los pueblos. Ahora, las elecciones europeas han dado “el toque de gracia” a un régimen en descomposición. La pérdida de más de cinco millones de votos por parte del PP y el PSOE. La emergencia, con cinco escaños, de Podemos. El régimen se pone nervioso, muy nervioso.

La abdicación real es la última maniobra de salvación. Sin embargo, recordemos, el sistema tiene capacidad de maniobra. La abdicación del rey muestra la debilidad de los pilares del régimen, y la fuerza popular. Pero, no queremos ni a Juan Carlos ni a Felipe. Es hora de salir a la calle, reclamar la apertura de procesos constituyentes en todo el Estado, poder decidir qué futuro queremos. Pasar a la ofensiva: jaque mate al régimen".

por Esther Vivas
02-06-2014
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