Facebook, una fuente de datos para empresas.
La ‘reina’ de las redes sociales es una fuente gratuita de perfiles de consumo, un instrumento al alcance de las empresas para conocer el perfil de sus candidatos y uno de los objetivos de programas de espionaje como Indect.
En septiembre del año pasado, The Guardian publicaba que la UE financia sistemas de control y vigilancia de las redes sociales. Basándose en un documento filtrado por Wikileaks, apuntaba la financiación europea del consorcio Indect, que desarrolla programas técnicos para registrar y almacenar información a través de un plan de vigilancia permanente de chats, foros y redes sociales entre otros. Un producto del trabajo en común de departamentos nacionales de policía, empresas privadas y centros de investigación de universidades. En el Estado español colaboran la Universidad Carlos III y la empresa Moviquity. Facebook, con sus millones de usuarios, muchos inscritos con nombre real, sería uno de los objetivos.
Entrar en una red social es sencillo, pero no tanto abandonarla.
The Suicide Machine es una página web que proporciona ‘suicidios asistidos’ en las redes sociales. Al aceptar, ingresando cuenta y contraseña, se pone en marcha un proceso irreversible por el que un programa elimina uno a uno todos los datos, amigos y contenidos de un perfil y cambia la clave para que no se pueda volver a acceder a la cuenta.
El sitio, desarrollado por un grupo de artistas, diseñadores y programadores con sede en Holanda no tiene interés comercial y pretenden publicar el código fuente completo porque creen en la tecnología de código abierto y el intercambio de información. De hecho, están preparando un disco de inicio en Linux Live-CD para que los usuarios puedan disponer de su propia máquina. Ofrecen servicio para Facebook, Twitter, Linkedin y MySpace. Facebook les ha bloqueado y ha amenazado con tomar medidas legales, pero por el momento la página sigue funcionando.
“Lejos de conectarnos, Facebook realmente nos aísla en nuestros lugares de trabajo. Alimenta una suerte de vanidad y engreimiento en nosotros. Incentiva una competitividad inquietante entre las amistades: parece que, con los amigos, hoy en día la calidad no cuenta para nada y la cantidad es la reina”, sentenciaba sobre Facebook el periodista Tom Hodgkinson en The Guardian.
Patricia Manrique
13-09-2010.
3 comentarios :
En abril de 2009 sucedió la primera “revolución de Twitter”: @natmorar convocó desde su cuenta una protesta contra el fraude electoral en Moldavia y se presentaron 20.000 personas. Ese mismo año, Twitter fue interpretado por los medios occidentales como epicentro de la “revolución verde” contra los islamistas en Irán. El doble filo de la herramienta se comprobó cuando Nokia y Siemens suministraron al régimen iraní tecnología para espiar y filtrar las comunicaciones. Lo mismo pasó durante la primavera árabe: aunque se criticó mucho a quienes otorgaban un papel central a las redes sociales para explicar las revueltas –sobre todo porque se trata de países en los que el uso de internet no es mayoritario –, los gobiernos cortaron el acceso a Twitter en los momentos álgidos.
También surgen dudas sobre el alcance del clickactivismo: ¿es hacer RT adherirse a una lucha social? Malcolm Gladwell, en su ensayo "La revolución no será tuiteada", explica que las redes sociales favorecen los lazos débiles, muy útiles para que circule información pero poco para articular la acción. “Uno no sale a tirar cócteles molotov por el tuit del amigo de uno que conoce por internet”, resume @delia2d en su blog.
Cómo hacer búsquedas privadas con Google:
http://www.eldiario.es/turing/impedir-google-rastree-disconnect-search_0_184782003.html
Borrar la cuenta de Facebook, WhatsApp, Instagram o Twitter, ¿es posible sin dejar rastro?
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2121937/0/facebook/whatsapp/eliminar-cuenta/#xtor=AD-15&xts=467263
http://www.20minutos.es/noticia/2121937/0/facebook/whatsapp/eliminar-cuenta/
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