Esta democracia es tan limitada que hasta la filtración de la contabilidad “A” del partido en el gobierno debería ser noticia. Tener acceso a estos datos de entidades que, además de hacer las leyes y ejecutarlas, reciben enormes cantidades de dinero público debería ser lo normal. Pero ya sabemos que lamentablemente no es así.
Entre otras muchas cosas, si las donaciones que aparecen en los datos liberados por Anonymous sobre la contabilidad del PP se contrastan con adjudicaciones y cambios legislativos, se podría hablar de una corrupción estructural que explicaría por qué los gobiernos que hemos tenido hasta ahora han estado tan descaradamente al servicio de las élites.
En los documentos también aparecen las abultadas deudas con los bancos, entregas de dinero a medios de comunicación y un montón de maneras más de entender por qué la transparencia no la quieren ver ni en pintura.
Además hay que tener en cuenta que, en el caso que nos ocupa, el PP había negado conservar los datos anteriores a 1995 tras el requerimiento del juez Pablo Ruz dentro de la investigación sobre los papeles de Bárcenas y en la realización de su tan cacareada auditoría interna.
Los datos entre 1990 y 1995 han pasado de no existir, según la versión del partido en el gobierno, a estar ahora mismo en el disco duro de un montón de gente. Sólo por esto parece evidente que estamos ante una noticia de calado.
Son las 23:00h y darse un paseo por las webs de los periódicos que hasta ahora se reparten las exclusivas sobre el caso Bárcenas es bastante sorprendente.
El País y el Mundo no dicen absolutamente nada al respecto.
Unas horas antes, los telediarios de La Sexta, Antena 3 y TVE tampoco hacen ninguna mención.
Es gracioso que sí aparezcan las declaraciones de Cospedal asegurando esta mañana que la contabilidad de PP “la conoce toda España”. En el momento de decirlo era mentira, como siempre, pero después de la filtración tiene algo más de verdad. Ya sólo nos falta la “B”.
En alguno de estos telediarios y en las portadas digitales de ambos periódicos sí se ve a Snowden, quizás porque las filtraciones de ultramar preocupan menos. Es evidente que es un tema importante, no digo lo contrario, pero sin grandes novedades hoy.
Quizás conviene recordar también las nimiedades que se han publicado respecto al ex-tesorero del PP para ponerle contexto al silencio de hoy y para esto no hay mejor ejemplo que aquellos presos que a la salida de Soto del Real decían que era un tío de puta madre, un delincuente de lo más campechano.
El vídeo de La Sexta del que está tomado el pantallazo fue publicado por El País y El Mundo. Aquello si que era un notición y no que el gobierno diga que no existen unas cuentas y de repente te las puedas bajar desde Pirate Bay.
Es un silencio muy difícil de entender si tenemos en cuenta el tiempo y el espacio que le dedican algunos de estos medios a los escándalos de financiación del PP.
¿Tendrá que ver con su calculada gestión de las exclusivas y la pérdida del monopolio de la filtración?
Acostumbrados a publicar pensando en las ventas y en intereses que se nos escapan, dejando en segundo plano el derecho a la información, de repente se encuentran con que toda esta jugosa información está a disposición de todo el mundo.
Y que, además, la gente está sorprendentemente dispuesta a tragarse ese enorme volumen de datos para hacer de manera colaborativa la auditoría que ninguna auditora quiso hacer.
Sin intereses de por medio, por principios y con la única intención de vislumbrar cómo funciona esta basura de sistema.
Vamos, que están dispuestos a hacer gratis y sin cortapisas lo que debería ser el trabajo propio de los medios de comunicación, ese al que parecen haber renunciado.
Por J. Garín
09-Jul-2013
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