Los miedos a una nueva crisis financiera han sido invocados directamente por el Espirito Santo. La nueva pesadilla de las bolsas mundiales es el fruto más fresco de esa santísima trinidad conocida como troika. Las turbulencias en el sector bancario de Portugal han alarmado a los inversores de todo el mundo y las bolsas mundiales han vuelto a esos días de pesadilla que parecían olvidados. La insolvencia del Espirito Santo, el mayor banco de Portugal, lastró todas las bolsas del mundo, y en Lisboa la bolsa debió cerrar por las estrepitosas caídas de su sistema financiero donde el BES se deslizó un 18 por ciento. Durante la jornada, el PSI20 de Portugal cerró con una caída de -4,2 por ciento; el Ibex35 retrocedió -1,98%, el DAX alemán -1,52%, el FTSE inglés -0,68%, mientras el Dow Jones lo hizo en -0,42%.
Todo este pánico ha sido por la débil situación del Espirito Santo, el principal banco de Portugal, que no puede pagar ni siquiera los intereses de la deuda, pese a los bajos intereses que mantiene el BCE. Esto demuestra la enorme vulnerabilidad que sufre el sistema financiero, pese al dinero barato de Mario Draghi. El miedo aumenta a medida que se acerca la hora en que los bancos centrales deberán comenzar a revertir el curso de las tasas de interés y tendrán que subirlas. Con esto, muchos bancos quedarán a la deriva, confirmando el fiasco de las pruebas de estrés realizadas en 2012 donde se dijo que los bancos estaban reforzados para resistir una nueva crisis. Sin embargo, antes que la nueva crisis comience, hay bancos que comienzan a caer. banco-espirito-santo-chart.jpg Las acciones del Espirito Santo retrocedieron ayer un 18%, acumulando una caída del 60 por ciento en los últimos dos meses, extendiendo el nerviosismo en Europa que comienza a ver la distancia que separa lo que se dice sobre la salud de la banca europea, versus su estado real. La banca está en una situación débil y vulnerable a todo tipo de shock, como ha dejado en claro este remezón provocado por un pequeño banco europeo.
Los bancos más débiles de la eurozona están de nuevo en la mira de los especuladores, que aprovechan la volatilidad para fomentar su toma de ganancias. El Espirito Santo tiene un déficit de capital cercano a los 3 mil millones de euros y esto le impide pagar los intereses de la deuda. La solución privada no ha aparecido por ningún lado y lo más probable es que invoque al Estado para paliar sus dificultades. La intervención del gobierno se hace inminente, pero a nivel europeo preocupa que una nueva intervención de un gobierno reavive los temores potenciales del sistema financiero europeo de los países más débiles".
elblogsalmon.com
11 de julio de 2014
Imagen | Joango Aguar Matoses
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