En España, la crisis actual ha producido un marcado descenso del PIB por habitante, medido en poder adquisitivo. Por primera vez desde 2001, en que llegó a la media de la UE-27, había caído a finales de 2011 a un 99% (el punto más alto fue 105% en 2007), según los últimos datos de Eurostat. Y nueve puntos menos en comparación con la media de la eurozona. Es decir, un retroceso de una década.
En términos absolutos, la pérdida de renta a finales de 2010 era de 1.500 euros respecto a 2007, es decir, que había retrocedido a niveles de 2004. La renta media disponible neta de los hogares por persona, según el Barómetro Social de España del INE, cayó de 11.120 euros en 2009 a 10.066 en 2010, (en euros constantes, base 2000), es decir al nivel de 2005-2006 Esta caída es de las mayores de Europa.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población en situación de pobreza ha pasado de un 19,6% en 2007 a un 21,8% en 2010. Y el 40% de los usuarios de los servicios que presta Cáritas son ahora familias que recientemente se sentían de clase media y acomodada. Cáritas ha pasado de atender a 400.000 personas en 2007 a más de un millón en 2011.
Las clases medias representan la mitad de todos los ocupados
Un estudio de 14 economías europeas publicado por la revista del Banco Central de Irlanda señala que, tras los irlandeses, los hogares españoles son los que en Europa más perdieron entre 2007 y 2010 en valor neto como proporción del ingreso disponible, seguidos de Dinamarca, Noruega, Reino Unido y Francia. Las excepciones fueron Suiza, Luxemburgo, Lituania, Austria, la República Checa y Alemania. Con el pinchazo de la burbuja, el patrimonio inmobiliario por persona, según el INE, había caído en 2010 a niveles de 2003-2004.
Como indica el Barómetro Social, también se han registrado caídas importantes de los activos financieros en manos de las clases medias. El patrimonio financiero por persona llegó a su punto máximo (34.150 euros) en 2006, pero en 2010 había bajado a 28.592, en un país en el que en 2009 había 4,5 millones de accionistas de bancos. Han bajado toda la bolsa y muchos fondos de inversiones y de pensiones, con lo que se han evaporado parte de los ahorros de amplias capas sociales.
En cuanto a renta disponible, a los datos que se manejan hay que restarles las subidas en impuestos y tasas decididas por el Gobierno actual. Según cálculos del fiscalista Andrés Casían, un contribuyente de clase media alta, casado con dos hijos, que percibe unos intereses de inversiones financieras de 4.000 euros anuales y que gana 45.000 euros brutos anuales, que consume bienes y servicios gravados por IVA por importe de 10.000 euros anuales y que, de acuerdo con sus hábitos de consumo, el incremento del IVA le ha afectado en un 1,2%, el incremento de lo que paga en impuestos sería de 475 euros más en concepto de Renta General en el IRPF, 80 euros más en concepto de Rentas del Ahorro y 120 euros suplementarios más en concepto de aumento del IVA. Es decir, que dispone de 675 euros menos al año para gastar. A ello habría que sumar en muchos casos una reducción del salario y un aumento de las tasas municipales y universitarias de sus hijos y del coste del transporte público.
La subida de impuestos y tasas habría restado 675 euros al año
Las clases medias representan la mitad de los ocupados en España, pero el paro les afecta ya de lleno (aunque el INE ya no recoge ese dato), y puede hacerlo aún más por la persistencia de la crisis y de la aplicación de la reforma laboral en época de recesión. La sensación de retroceso se está acelerando. Según datos de Millward Brown, en diciembre de 2011 el 20,1% de los individuos de clase media pensaba que sus ingresos podrían bajar durante el año siguiente. En febrero de 2012 este porcentaje había subido al 33,1%. La sensación de riesgo y de descenso social se expande a gran velocidad
Es importante señalar, indica José Saturnino Martínez, sociólogo de la Universidad de La Laguna, que las clases medias están también siendo “atacadas” en tanto que el empleo público es un espacio natural de este grupo. Los despidos de interinos y las bajadas de sueldo a funcionarios les están haciendo daño.
Pesa, además, la disminución de ingresos que alcanza a muchos hogares, con las crecientes estrecheces económicas de las familias agravadas por la expulsión mediante prejubilación o despido en el sector privado de los asalariados mayores de 45-50 años, hasta ahora paraguas de la crisis a la hora de asumir los costes de los desempleados y de los jóvenes. La pérdida de empleo en este sector de edad de clase media y trabajadora con la persistencia de la crisis y las posibilidades para las empresas de la nueva ley laboral “puede desencadenar un drama social”, según el profesor de la Universidad Carlos III Juan Antonio Gómez Yáñez.
El Pais.
VIDA&ARTES: El declive de las clases medias
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