Lo que dice el artículo 570 bis del Código Penal al respecto de las organizaciones criminales es lo siguiente:
“1. Quienes promovieren, constituyeren, organizaren, coordinaren o dirigieren una organización criminal serán castigados con la pena de prisión de cuatro a ocho años si aquélla tuviere por finalidad u objeto la comisión de delitos graves, y con la pena de prisión de tres a seis años en los demás casos; y quienes participaren activamente en la organización, formaren parte de ella o cooperaren económicamente o de cualquier otro modo con la misma serán castigados con las penas de prisión de dos a cinco años si tuviere como fin la comisión de delitos graves, y con la pena de prisión de uno a tres años en los demás casos. A los efectos de este Código se entiende por organización criminal la agrupación formada por más de dos personas con carácter estable o por tiempo indefinido, que de manera concertada y coordinada se repartan diversas tareas o funciones con el fin de cometer delitos, así como de llevar a cabo la perpetración reiterada de faltas”.
Disculpad el subrayado, pero es que por lo que la prensa tradicional ha venido contando últimamente este apartado final podría aparecer perfectamente en los estatutos del Partido Popular, y desde luego describe a la perfección (en tándem con otros varios artículos del CP) la mal llamada trama de “los papeles de Bárcenas”, en cuya instrucción se ha acreditado (y así lo señalan a su vez la mayor parte de las organizaciones querellantes) que de forma continua e institucionalizada el Partido Popular habría recibido de donaciones en B por parte de empresarios destinados entre otras cosas a pagar (en B también) a sus dirigentes, que después tendrían la obligación de satisfacer las solicitudes de estos empresarios en materia de política económica, concesiones urbanísticas y chanchullos varios.
Claro, que se podría pensar que los lumbreras del Partido Socialista que aprobaron la modificación del Código Penal de 2010 apostaban a que esto sucedería en el Partido Popular; pero si uno se detiene un rato en el caso de la mal llamada trama de los ERE se puede constatar fácilmente que tampoco es que en la bancada de la oposición (o del Gobierno de la Junta de Andalucía) se encuentren a día de hoy tan lejos de Alcalá Meco, donde si el tiempo sigue pasando y las imputaciones siguen su cauce, pueden trasladar el periodo de sesiones parlamentarias de la próxima legislatura.
“Te lo dije”: esa es la victoria pírrica que nos merecemos los maniqueos. Porque cuando contábamos a nuestro alrededor que estábamos gobernados por delincuentes nuestros interlocutores alzaban la ceja y miraban por encima del hombro. Pues te lo dije: hay un tipo penal que inauguraron ellos hace bien poco y que cuadra perfectamente con la definición que todos y todas nos hacemos de sus partidos políticos y el uso que les dan. Es más, son tan torpes que ellos mismos han tendido su propia trampa como en los dibujos animados del correcaminos; y son tan brutos, tan terroríficamente brutos que, por ejemplo, han firmados recibís de pagos que no han declarado a Hacienda, que es claramente de primero de delincuencia. Y claro, en un mundo donde ser gobernados por delincuentes no es precisamente la excepción, que los tuyos sean los más malos y los más brutos coincidiremos que deja en muy mal lugar la “marca España”, signifique eso lo que signifique.
El caso es que los maniqueos ya tenemos nuestra victoria pírrica: hemos convencido a los incrédulos y parece que más o menos ya estamos de acuerdo en que los que nos gobiernan son una organización criminal y que el sistema es corrupto. Ahora tocará seguir este jueves echando a la mafia de las instituciones y regenerar con un proceso constituyente un nuevo sistema político donde brillen por su ausencia todos esos chorizos, que además de chorizos son unos mantas.
Nacho Trillo
@laredjuridica
Julio 2013
Julio 2013
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