Para conocer cómo es la fiscalidad de las compañías multinacionales españolas, lo mejor es contar con datos significativos de la situación real.
El primero de los datos es el que aporta el Observatorio de la Responsabilidad Social Corporativa, que cada año viene publicando un extenso informe sobre la política de RSC de las compañías que cotizan en Bolsa en el exclusivo grupo del Ibex-35. Concretamente, según el último informe –publicado recientemente, en relación con las cuentas de 2013– el 91% de las empresas del Ibex (32 de 35) cuenta con filiales en paraísos fiscales. Estos datos constatan que estas corporaciones tan poderosas recurren, cada año, a maniobras sofisticadas para eludir el pago de impuestos.
Aunque es difícil saber qué cantidades eluden al fisco, se trata de una verdadera sangría para las arcas del Estado español teniendo en cuenta los resultados financieros de estas corporaciones, un aspecto que duele más en estos tiempos en los que todavía persiste la crisis del desempleo, una desigualdad que sigue creciendo y unos servicios sociales que no se han recuperado –y todavía tardarán– del tijeretazo sufrido durante la etapa de austeridad.
De hecho, esta falta de transparencia se debe al poco interés que tienen estas compañías en informar sobre su política y pago de impuestos. Solo dos empresas (5,7%) del Ibex publican de forma transparente los impuestos pagados en cada uno de los países en los que opera, las mismas que dan cuenta de su estrategia y política fiscal. Respecto a la información de exenciones y créditos fiscales que reciben, apenas tres compañías (el 8,6%) son transparentes.
Para luchar contra esta estrategia fiscal tan agresiva que permite las ‘vacaciones’ fiscales a las multinacionales, los Técnicos de Hacienda creemos que la medida más realista y eficaz sería aprobar un tipo mínimo incondicional para el Impuesto de Sociedades, por debajo del cual no se podrían hacer rebajas.
Otra cuestión es la necesidad de armonizar la normativa europea del Impuesto sobre Sociedades para evitar que queden sin tributar los beneficios que no se reflejan en la contabilidad de las filiales en los países donde operan, sino que se trasladan hacia países de conveniencia y de estos a paraísos fiscales.
Por estos motivos, mientras no se llega a un acuerdo comunitario para implantar una base imponible común y un tipo impositivo mínimo en el Impuesto sobre Sociedades, lo recomendable es que se articule la equiparación del tipo impositivo efectivo entre multinacionales y pymes, lo que supondría triplicar la contribución fiscal de las mayores compañías del país.
Por Carlos Cruzado | Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)
07 de Junio de 2015
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