30 jul 2015

La desobediencia inteligente como motor de la innovación…

La desobediencia inteligente como motor de la innovación…

Nuestras organizaciones demandan nuevos comportamientos… una nueva praxis de hacer y construir empresa… aunque el temor a lo desconocido y al efecto rebelión de las masas les impida expresar esta necesidad de una forma más clara y precisa.

Sin embargo y pese a la necesidad de desarrollar e impulsar nuevos comportamientos, nos preocupa naturalmente la repercusión que estos puedan tener en el status quo establecido y aceptado corporativa y mayoritariamente…

"Esa cómoda pero al mismo tiempo peligrosa zona de confort en la que se convierten con el paso del tiempo los procesos, las políticas y las prácticas políticamente correctas… son trampas para la evolución de cualquier organización…

Sin embargo, los muchos paradigmas con los que habitamos a diario reclaman silenciosamente y, en ocasiones casi imploran que como profesionales seamos políticamente incorrectos y practiquemos la desobediencia inteligente…

Quien más y quien menos hemos tenido a lo largo de nuestra trayectoria profesional la tentación de transgredir los límites de lo corporativamente establecido… y… expresar sin pelos en la lengua, de una forma un tanto irreverente nuestra disconformidad o desacuerdo con la forma de proceder mayoritariamente aceptada…

Pero en la mayoría de ocasiones hemos “controlado” nuestra disruptiva tentación. Presumiblemente, el temor a perder nuestro propio status quo y la reputación que tanto nos ha costado conseguir… y el miedo a ser señalados y estigmatizados como “diferentes” habrán ejercido de freno de mano para mantenernos en una opinión divergente y no sumarnos a la corriente de pensamiento mayoritaria (aunque estuviésemos en claro desacuerdo con ella…); nos habrán prevenido de criticar la falta de crítica (para, precisamente no ser criticados), o nos habrán cohibido de practicar la desobediencia inteligente, negándonos a realizar algo que entendíamos perjudicaría nuestra empresa y por ende a nosotros mismos (para protegernos de un riesgo o amenaza empresarialmente hablando… inevitable por otra parte).

Sin embargo, en las circunstancias sociales, económicas y tecnológicas actuales, aún muchas organizaciones viven más preocupadas por preservar el status quo antes que por cuestionarse si esa forma de hacer y ser empresa… esos procesos, las políticas y prácticas asociadas, y lógicamente los comportamientos organizativamente aceptados siguen siendo válidos para trazar una nueva y necesaria hoja de ruta…

Nuestras empresas necesitan profesionales que pongan en práctica comportamientos que desafíen ese orden establecido.

Nuestras organizaciones necesitan profesionales que practiquen una desobediencia inteligente… que cuestionen lo que se da por sentado y que pongan al servicio del negocio su capacidad para desafiar las rutinas y lo políticamente adecuado y que construyan de forma disruptiva… pero inteligentemente… una nueva realidad.

Y, en este punto conviene matizar que practicar la desobediencia inteligente no es boicotear la praxis organizativa. El boicot tiene una finalidad destructiva… por el contrario, la desobediencia inteligente pretende construir desde el desafío a lo establecido. Boicotear el status quo es igual de perjudicial (o más) que ser benevolente con él.

Una organización evoluciona cuando cambian los comportamientos de sus profesionales y, los comportamientos de los profesionales cambian cuando la organización legitima un cierto nivel de irreverencia y se libera de los prejuicios que supone hacer planteamientos y tener comportamientos (a priori…) políticamente incorrectos… cuando, en definitiva se permite y no se persigue la honestidad radical…

No ser inconformistas como profesionales y como empresas puede ser incluso una práctica negligente… cuando sospechamos que seguir haciendo las cosas de la misma forma no contribuye a generar valor en nuestro de negocio… y sin embargo no hacemos nada al respecto.

Estamos idealizando el concepto innovación… cuando en realidad hay que innovar a través de nuevas ideas… y es que, innovar, no consiste en pensar de forma diferente… innovar es hacer las cosas de manera diferente a como se han venido haciendo… y para ello en ocasiones hay que adoptar una actitud desafiante y ser profesionales con rebeldía adolescente…

Hemos construido culturas organizativas excesivamente conservadoras que han practicado la inquisición de los pensamientos divergentes… cuando, curiosamente la desobediencia inteligente es el principal motor de la innovación en una organización…

Muchas empresas enarbolan la bandera de la innovación cuando siguen premiando la obediencia extrema y la convergencia hacia la tradición… sin embargo, paradójicamente… la desobediencia… eso sí, inteligente… el no gregarismo, la crítica de la falta de crítica, resultan mecanismos imprescindibles para la supervivencia de muchas organizaciones…

"La desobediencia, a los ojos de cualquiera que haya leído la historia, es la virtud original del hombre. El progreso ha llegado por la desobediencia, por la desobediencia y la rebelión."   Oscar Wilde

Por Andrés Ortega
Creating a new ecosystem in People. Management and Human Resources
8 de Julio 2015
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28 jul 2015

La falsa leyenda de los votantes cautivos

Agricultores temporeros y militantes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) descansan para comer, durante la marcha organizada por el alcalde de Marinaleda en protesta por las reformas del Gobierno, en agosto de 2012.
Agricultores temporeros y militantes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) descansan para comer, durante la marcha organizada por el alcalde de Marinaleda en protesta por las reformas del Gobierno, en agosto de 2012.  Jon Nazca.


Hay un tópico injusto, incierto y malvado que con frecuencia circular determinados políticos y medios de comunicación conservadores suelen utilizar para explicar por qué en Andalucía nunca ha gobernado la derecha. El topicazo del votante cautivo. Y no solo es agitado por las trincheras más asilvestradas y embrutecidas de las redes sociales. Se pueden recordar vergonzosas declaraciones de personas respetables, aunque solo fuera por los cargos institucionales que representaban. Por ejemplo, a Duran i Lleida no se le ocurrió otra cosa que decir al mismo tiempo que su partido era financiado de forma ilegal: “Habría que reflexionar sobre lo que significa el gasto del PER en Andalucía. Creo que hay que revisar toda la política de subvenciones, España es un país excesivamente subvencionado, porque toda esa subvención se utiliza como instrumento cautivo del voto” (19-05-2010). Y quién no recuerda las famosas “pitas, pitas, pitas” con las que Esperanza Aguirre también relacionaba torticeramente  las subvenciones y la dependencia política en Andalucía mientras su gobierno se desvivía por enriquecer la cuenta de resultados de los Gürtel. Hace unos días, Teresa Rodríguez, la candidata de Podemos a presidenta de la Junta de Andalucía, con más educación y midiendo más sus palabras, expresaba su preocupación por las redes clientelares que se podrían haber generado en las zonas rurales a través de subvenciones poco transparentes y descontroladas.

Esas mismas acusaciones, en cambio, no han sido utilizadas contra otros gobiernos autonómicos que han permanecido en el poder más de 20 años, como los que han tenido  o tienen la Comunidad Valenciana, Murcia, Euskadi o el mismo Madrid. Hagan la prueba y busquen en Google voto cautivo y se encontrarán un buen listado de noticias relacionadas con Andalucía y ninguna con los otros gobiernos autonómicos. Sí, es verdad que la Junta de Andalucía ha estado siempre gobernada por el Partido Socialista desde las primeras elecciones de 1982 y que el Partido Popular, aunque ganó las últimas elecciones, siempre ha estado en la oposición. Pero no hay ningún dato o evidencia que demuestre la existencia de un votante peculiar que solo se da en Andalucía incapaz de castigar la mala gestión de su Gobierno o la corrupción, más bien lo contrario. Si no, que pregunten a José Antonio Griñán por qué se vio obligado a dejar su Gobierno o por qué se vio obligado el PSOE a compartir su Gobierno con IU los últimos cuatro años.

Me gustaría compartir algunos datos, resultado de investigaciones en las que he participado, que deberían contribuir a desmentir rotundamente la existencia de un votante cautivo en Andalucía. Antes que nada,  vale la pena recordar que mientras el PSOE coleccionaba mayorías absolutas entre 1996 y 2008, Andalucía pasó de tener 12 puntos más de paro que la media nacional, a tan solo 4 puntos de diferencia en las elecciones de 2004 como se puede ver detalladamente  en el siguiente gráfico. Durante este periodo la valoración positiva de la economía y de la gestión del Gobierno autonómico de Manuel Chaves era el factor más determinante para explicar el voto en las elecciones autonómicas andaluzas y los andaluces atribuían en parte los buenos resultados de la economía a la Junta de Andalucía. El PSOE ganaba más votos cada vez que había elecciones y los datos económicos de Andalucía cada vez convergían más con el resto de CCAA españolas.

Fuente: EPA, INE



Y aún podemos afinar más y ver qué ocurría con los supuestos votantes rurales comprados vía el Plan de Empleo Rural, el famoso PER, tema estrella de la banda sonora del votante cautivo. Ese voto comprado directamente a través del PER que habría permitido al PSOE coleccionar mayorías absolutas desde 1996. Los datos también desmienten esta historia.  Los beneficiarios del PER en las elecciones de 2008 eran 143.000 y los votantes que consiguió el PSOE fueron 2.178.000. Si todos los beneficiarios del PER hubieran votado al PSOE en aquellas elecciones, solo supondrían el 7% de su voto. Pero es que, además, resultaba que no eran sus votantes más leales. Si el PER fuera una medida para comprar votos, los pueblos en los que más beneficiarios del PER había serían los que más votarían al PSOE y no ha sido así. El PSOE alcanzaba el 80% del voto en pueblos donde el porcentaje medio de ciudadanos que cobraban el PER no llegaba al 2%. En ninguno de los municipios con mayor número de andaluces cobrando el PER se llegaba a esos registros. Si el PER fuera una medida para comprar votos, un aumento del porcentaje de beneficiarios del PER en un municipio se traduciría en un aumento del porcentaje de voto al PSOE en ese municipio y no es así. Y esa relación no existe en ninguna de las elecciones como se aprecia en el siguiente gráfico, en el que se puede ver el voto que recibió el PSOE en cada una de las elecciones autonómicas relacionado con el número de andaluces que cobraban el PER. Lo que se observa, insisto, es que no había ninguna relación.

Por último, voy a recordar algunos detalles que nos pueden ayudar a comprender la racionalidad o normalidad del comportamiento electoral de los andaluces. Se refieren a las dos últimas elecciones andaluzas cuando la economía dejó de dar buenas noticias y la corrupción se situó en el centro de la batalla política. 
En dos estudios en los que analizamos las elecciones de 2008, y las últimas elecciones de 2012, comprobamos de nuevo, en primer lugar, que la valoración de la gestión económica determinaba el voto al Gobierno autonómico, en ambas elecciones. Los ciudadanos andaluces habían atribuido parte de la responsabilidad del éxito económico que experimentó Andalucía desde 1996 a 2007 al Gobierno de la Junta, por eso siempre había crecido su apoyo popular desde las elecciones de 1996. La misma lógica de atribuir la responsabilidad al Gobierno autonómico de la buena marcha de la economía funcionó en las elecciones de 2008 y 2012 en sentido inverso. Los andaluces que pensaban que la Junta no había gestionado adecuadamente los problemas económicos castigaron electoralmente al PSOE en ambas elecciones. También demostramos en estas investigaciones que la corrupción urbanística influyó en la pérdida de votos que sufrió el PSOE en las elecciones de 2008 y el caso ERE, junto con la situación económica, hizo perder las elecciones al partido de José Antonio Griñán en las últimas elecciones de 2012. Los andaluces son unos votantes cautivos muy raros, hay que recordar que el Gobierno andaluz fue de los gobiernos autonómicos que más votos perdieron en las elecciones celebradas en 2011 y 2012 y que siendo sociológicamente de izquierdas dieron la victoria electoral al Partido Popular en las últimas elecciones autonómicas. Por ejemplo, los gobiernos autonómicos madrileño y valenciano fueron incluso premiados por sus votantes en las últimas elecciones a pesar de la desastrosa gestión de sus respectivos gobiernos populares. El próximo domingo todo apunta a que el PSOE cosechará su peor resultado electoral de la historia. Seguramente ese castigo electoral no impedirá la celebración de la victoria socialista, sobre la que espero que no vuelvan a planear irracionales explicaciones cautivas.

Por Braulio Gómez, politólogo. 
Autor de Andalucía sin tópicos (Almuzara, 2010) y coautor con Joan Font de ¿Cómo votamos en los referéndums? (Libros de la Catarata), entre otros libros.
18 DE MARZO DE 2015


21 jul 2015

Los 80.000 millones que necesita Grecia están en Suiza… y son griegos

Entre las muchas canalladas que la Troika y el Consejo Europeo han cometido contra Grecia, quizá la más cínica ha sido la de ocultar que todo el dinero que ahora necesitan los griegos está en paraísos fiscales y ha sido evadido del país por los magnates a los que tanto apoyan Merkel y Rajoy. En concreto, sólo lo que esos potentados esconden en cuentas de Suiza asciende a unos 80.000 millones de euros –precisamente la cantidad que ahora se negocia para un tercer rescate griego–, según los expertos consultados por el programa Rundschau (Panorama) de la radio-televisión suiza (SRF).

Mejor dicho, los fondos griegos ocultos en Suiza pueden incluso duplicar o casi triplicar esa cifra, ya que las estimaciones citadas por el diario Neue Zürcher Zeitung am Sonntag de Zurich sobre la suma del dinero negro de Grecia en ese paraíso fiscal oscilan ¡entre 2.000 y 200.000 millones de euros! Una astronómica horquilla que muestra cómo el secretismo del Gobierno suizo ha permitido el saqueo de los fondos públicos de Atenas que ha arruinado el país (por supuesto, su quiebra no se ha debido al despilfarro en pensiones y jubilaciones anticipadas, como nos quieren hacer creer nuestros gobernantes). Ya que esas fabulosas fortunas no pagan un céntimo de esos impuestos que la UE no hace más que exigir que se les suban a la empobrecida población griega.

Es imposible calcular cuánto dinero ha sido sustraído a las arcas públicas griegas en la masiva fuga de capitales que se desencadenó a partir de 2010, cuando se reconoció que el Gobierno socialista de Kostas Simitis había ocultado su colosal deuda en 2001, con la asesoría de Goldman Sachs, para poder entrar en el euro. Esa hemorragia económica se ha producido en un paciente ya desangrado por una evasión fiscal desbocada: en 2009, un informe del Helvea Bank estimaba que el 99% de los más de 23.000 millones de euros depositados por millonarios griegos en cuentas suizas nunca fueron declarados al Fisco. Y eso sólo en depósitos bancarios, sin contar las otras múltiples formas de inversión en Suiza: acciones, bonos, inmuebles, fundaciones, trusts, fondos…

Ahora bien, no es que las autoridades europeas no conocieran tamaño pillaje de la riqueza de Grecia. Más bien, todo lo contrario: en 2010, Christine Lagarde (entonces ministra de Finanzas de Francia y hoy directora del FMI) entregó a su colega en el Gobierno de Atenas, Giorgios Papaconstantinou, los 2.059 nombres griegos de la célebre Lista Falciani (la que filtró ese informático del HSBC con las identidades de decenas de miles de defraudadores europeos con cuentas secretas en la oficina en Zúrich de ese banco internacional). En el listado griego figuran un ex ministro de Cultura, varios altos cargos del Ministerio de Finanzas y numerosos dirigentes de la patronal, entre muchos otros grandes empresarios y destacados políticos.

Pero el Gobierno de Atenas no sólo escondió esa lista y permaneció de brazos cruzados –a pesar de que mostraba que una sola familia, la Papandreu, ocultaba en esa sucursal 500 millones de euros–, sino que dos años después, cuando la revista Hot Doc publicó esos nombres, la Fiscalía griega se apresuró a ordenar la detención del director de la publicación, el periodista de investigación Kostas Vaxevanis, ¡por violación de la privacidad de esos defraudadores! Más aún, el año pasado se descubrió que el ministro Papaconstantinou había borrado del listado original los nombres de su prima Eleni y su marido, y del esposo de su hermana, Marina, que tenían cuentas millonarias en esa oficina del HSBC.

“Lo más interesante es por qué Grecia, entre todos los países que recibieron esa lista [Falciani], fue el único que no la empleó” para recobrar la fortuna defraudada, escribió el comentarista político Pavlos Tsimas en el dominical del diario griego Ta Nea. Y esa omisión no sólo la cometió el socialista Papaconstantinou (quien negoció el criticado primer rescate de Grecia que sometió al país a un devastador austericidio), sino también su sucesor al frente de la cartera de Finanzas, Evangelos Venizelos, quien ha acabado como líder del PASOK, e igualmente el siguiente Gobierno conservador de Antonis Samarás, gran amigo y aliado de Rajoy, que aplicó a rajatabla las imposiciones de la Troika, arruinando el país.

Pero no pensemos que sólo el bipartidismo griego (Nueva Democracia y PASOK) se ha dedicado a encubrir a los grandes defraudadores que arruinan las arcas públicas. Por ejemplo, los gobiernos laborista y conservador británicos hicieron caso omiso de las 7.000 cuentas del Reino Unido en la Lista Falciani: en ocho años, ¡sólo se procesó a uno de esos 7.000 evasores!, según la BBC, y se permitió que en ese tiempo esos potentados se llevasen a otros paraísos fiscales unos 100.000 millones de euros; una fortuna inmensa que evadieron a la Hacienda británica gracias a la inacción de gobernantes que al mismo tiempo multiplicaban la presión fiscal sobre los asalariados, a los que recortaban servicios y ayudas con el argumento de la falta de fondos públicos.

Aun así, Suiza no es más que uno de los 74 paraísos fiscales del planeta, en los que se estima (cálculos de Wall Street) que se ocultan unos 32 billones de dólares (la suma del PIB de España de aquí hasta el año 2045), gigantesca acumulación de capital que, además, crece en un billón de dólares más cada año. Es de ese tremendo stock monetario, defraudado a las arcas públicas, de donde sale el dinero de “los mercados” con el que se endeudan los Estados y que hay que devolver religiosamente, con los sacrificios y penurias de los ciudadanos, según la doctrina cuasi-religiosa de la austeridad neoliberal.

¿Alguien se cree todavía que la deuda pública es legal, moral o legítima?.

Por Carlos Enrique BAYO
16-07-2015
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19 jul 2015

Arquitectura

Ferran Petit | antigua prisión de Palma.

En 1968, a las puertas de la fábrica de pilas Wonder en Saint-Ouen (Francia), una mujer gritaba que ella no quería volver a la cárcel, refiriéndose a que no quería volver a trabajar en la fábrica, la misma mañana en que se retomaba la actividad después de tres semanas de huelga y ocupación. «Es por etapas como llegas a la victoria definitiva», decía un representante sindical intentando convencerla de los logros alcanzados en la negociación con la patronal (la subida del salario del 10% y alguna pequeña mejora más). La mujer no estaba convencida. Para ella volver al trabajo significaba haberse rendido. No estaba en absoluto convencida. Ella no pensaba volver.

«El hombre ya no está encerrado sino endeudado», escribió en 1990 Gilles Deleuze en Post-scriptum sobre las sociedades de control, señalando cómo con la crisis generalizada de todos los centros de encierro (escuela, cárcel, familia, fábrica) las sociedades disciplinarias habían sido sustituidas por las sociedades de control. Michel Foucault había descifrado las entrañas de las sociedades disciplinarias, sociedades que, tras la Segunda Guerra Mundial eran ya –puntualiza Deleuze–: «nuestro pasado inmediato, lo que estamos dejando de ser». El mecanismo de las sociedades de control se diferencia del disciplinario y el disciplinario se diferencia del de las sociedades de soberanía precedentes. Cada nuevo régimen de visibilidad va acompañado de un nuevo régimen de dominación. Cuando todo puede ser visto el encierro más eficaz es al aire libre; y los barrotes más gruesos, aquellos que no se ven. Hoy en día, la totalidad del espacio social se ha transformado ya en un espacio de control. Uno de los ejemplos paradigmáticos de la nueva forma de encierro es la deuda, prisión que no sólo habitamos en vida sino que dejamos, a nuestro pesar, en herencia. Pero no el único. Si uno de los cometidos de la vigilancia era ceñir el movimiento de los cuerpos a un espacio determinado cuyos límites oponían con claridad un dentro y un fuera, las nuevas formas de control nos acompañan en cada uno de nuestros desplazamientos, ya sean estos físicos o virtuales. Todo se recupera. Nuestros pasos despreocupados revalorizan el metro cuadrado de los locales comerciales de las calles por las que creemos pasear o perder el tiempo; nuestros clics diseñan el perfil de futuro comprador o usuario que siempre somos, ordenando la aparición de respuestas a preguntas que aún no hemos formulado, pecios ansiados que arribarán, no sin sorpresa, a nuestra orilla en una próxima búsqueda. Cada vez son más los medios que nos obligan a registrar nuestros datos personales para habilitar la lectura y suscripción. Cuando estacionamos en la calle indicamos a la máquina que nos emite el tique la matrícula del coche y las cámaras de vídeo-vigilancia siguen la estela de un control urbano que ha devenido arquitectura.

Todo se complica. Sabemos que desde que la empresa ha sustituido a la fábrica resulta difícil distinguir el tiempo de trabajo y el tiempo de ocio y descanso. Vemos que, conforme avanza la privatización de la sanidad, la medicina preventiva gana terreno en la gestión del miedo de los cuerpos potencialmente enfermos de sus clientes. La formación permanente nos convierte en usuarios de la nueva sociedad del conocimiento, ítems intercambiables siempre dispuestos a adquirir nuevas competencias y a ser sometidos a renovados y nunca definitivos sistemas de evaluación. Lo sabemos. Y también nos damos cuenta de que el poder no abandona ninguna de sus formas previas. Como si se tratara de balas en la recámara, las recientes modificaciones legislativas –modificación del Código Penal y Ley de Seguridad Ciudadana– reactivan la capacidad represiva del Estado como no se recordaba en varias décadas. La cárcel regresa repentinamente a nuestro imaginario mientras el régimen sancionador convierte faltas en sanciones administrativas a libre interpretación de una policía presionada para incrementar sus cupos estadísticos, ya absolutamente incapaz de ocultar la verdadera faz recaudatoria de los últimos cambios legislativos. Más sanciones, mayor castigo, mayor arbitrariedad. Menos libertad.

«Pero, si no tienes nada que ocultar y eres una buena chica, ¿por qué te preocupa todo esto?», pregunta el señor sensato que nunca puede faltar entre el auditorio. El poder nunca te pregunta, solo te da órdenes, me repito para no olvidar que mi silencio puede ser tanto o más fuerte que mi palabra.

Hay tanto que hacer. No saben cuánto.



Por Anfigorey
14/07/2015
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17 jul 2015

El fascismo ya no viste de azul



Un joven perfectamente aseado, zapatos radiantes, camisa blanca y corbata rosa, pantalón gris marengo, pelo ralo, formado en la Escuela de Negocios de Massachusetts con gran esfuerzo de la familia, come un emparedado de lechuga de El Egido, mostaza y mahonesa en las escaleras de la sede central del HSBC. Diez minutos, quince a lo más, pero tras el primer bocado está deseando volver a los monitores, a los algoritmos, a mover o esconder el dinero intangible que no le pertenece. Su trabajo es algo parecido al Candy Crush y del mismo modo engancha. Casi nunca se equivoca cuando maneja grandes capitales, pero si algún error comete, si las cuentas algún raro día no salen, siempre es porque los políticos y la política interfieren en el mundo de las finanzas endosándoles una volatilidad que le es ajena. Ha dejado las drogas cotidianas, se machaca a diario en el gimnasio, hay que ser fuerte, no dudar, ser inflexible a la hora de apretar el botón que compra o el que vende, no pensar en efectos colaterales que disminuyan la eficacia exigida. Los domingos se pone hasta el culo de todo, satisfecho, ríe con los amigos en el jardín de casa, a mandíbula batiente: Esta semana él y su equipo han movido una cantidad de dinero superior al presupuesto de España sin menearse del sillón, una parte la han sacado de Grecia, otra ha ido a las Islas Caimán, a Luxemburgo, a Suiza, a Alemania, a otros bancos de la city. Ni siquiera sabe lo que gana, no tiene tiempo para pensarlo y poco para gastarlo, pero fluye a raudales por sus cuentas corrientes claras y opacas, se ve en su magnífico testarrosa, se nota en la casa de Chelsea y en la espléndida mansión de Brighton donde todos los veranos se reúne con su amigo del alma, un ingeniero dedicado a investigar para que las armas maten a más enemigos de forma más rápida y aséptica. Son dos trabajadores muy preparados, orgullosos de lo que han sido capaces de conseguir con apenas treinta y cinco años. El mundo es perfecto, Tottenham Hale no existe, Ken Loach un hombre inteligente que podría haber ganado muchísimo dinero, pero que eligió el camino equivocado.

Al igual que nuestro amigo londinense, miles de personas trabajan en las torres de cristal del capitalismo donde reclutan a los linces que han de mover los hilos del mundo por encima de la voluntad de los pueblos, contra el pueblo, sin el pueblo y a costa del pueblo. No tienen ningún remordimiento porque ellos han sabido labrarse su destino, porque el sistema les muestra su agradecimiento de forma contundente, porque no se meten donde no les llaman ni se preguntan por las miserias humanas, porque, al fin y al cabo, dios está de su lado. Antes su trabajo era más penoso, pero desde que surgieron las nuevas tecnologías el mundo se les ha quedado pequeño, ansían controlar los capitales de Marte, Venus y Saturno, planetas que inexplicablemente no han sido colonizados todavía. Odian la política, algo del pasado, pero de entre sus filas salen los cuadros que luego alimentan a la Comisión europea, al Banco Central y al alto funcionariado de la UE. Son los que parten el bacalao. Gustan de visitar exposiciones de arte y beber vinos caros cuando la ocasión lo demanda y diseñan proyecciones macroeconómicas sobre los cadáveres y la miseria de millones de personas. No usan armas, son alérgicos a ellas, pero matan sin cesar. Siguiendo la doctrina Kissinger –al que apenas conocen- piensan que el nuevo orden mundial que están fabricando tendrá muchas víctimas, pero también que quienes sobrevivan lo harán en un mundo mejor: Mein Kampf. No importa que las políticas privatizadoras y de desmantelación de los sistemas de protección social estén haciendo cada día más difícil la vida a las personas, que los viejos vivan sus últimos años como aquellos primeros de las posguerras en que todo era destrucción y necesidad, no importa que los jóvenes preparados o no vean evaporarse los mejores años de su vida despreciados por “los mercados”, que quienes trabajan vean desaparecer su soldada sin tocarla a manos de eléctricas, gasistas, telefónicas e impuestos indirectos, que la vida se haya convertido para los más en un “vivir desviviéndose”, ni que en cincuenta años hayamos destruido más naturaleza que en los tres millones que en los tres millones que lleva el hombre sobre el Planeta, no, aquí sólo importa la cuenta de resultados y hacer saber a quienes todavía se hacen llamar ciudadanos que eso de la soberanía popular fue un error tremendo de J. J. Rousseau, que política y mercado son incompatibles, que no se puede dejar al albur de unas elecciones –mira lo que ha pasado con Grecia- las grandes decisiones globales. Ustedes –dicen- pueden seguir votando, nosotros les pondremos las urnas y mandaremos a nuestros policías para que el orden impere, pero no sean ingenuos, su voto ha dejado de tener valor, es algo testimonial, como una tradición que hay que preservar, pero las decisiones las tomamos nosotros independientemente de lo que ustedes voten.

A lo largo de los siglos XIX y XX, el movimiento obrero logró, contra la voluntad del capital, que las constituciones de la mayoría de países democráticos reconociesen el sufragio universal. La primera medida de todos los fascismos triunfantes fue siempre abolir el derecho al sufragio mediante el uso de la fuerza bruta. Hoy el fascismo no viste de pardo ni de azul, no necesita –al menos de momento- ejércitos que sometan a los pueblos, viste de Prada y maneja el mundo a través de terminales de ordenador. No hay opción, sólo si el resultado de cualquier comicio estatal coincide con el libro gordo de la ortodoxia ultraliberal, el gobierno será respetado, en otro caso nosotros, los mercados, nos encargaremos de darle la puntilla. Delenda est democracia.

Por Pedro Luis Angosto
14/07/2015
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15 jul 2015

Grecia a subasta

En la obra de Shakespeare "El mercader de Venecia" el prestamista Shylock exige el pago de la deuda con una libra de carne del cuerpo del mercader Antonio. En una triste metáfora, el Eurogrupo exige a Grecia pagar con su propia carne deudas que empezaron siendo mayoritariamente privadas.

Según el Código Penal, es delito de terrorismo "desestabilizar gravemente el funcionamiento de las instituciones políticas o de las estructuras económicas o sociales del Estado, u obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo"


Los ministros de Finanzas de Alemania, Holanda y Luxemburgo en la reunión del Eurogrupo del lunes
Los ministros de Finanzas de Alemania, Holanda y Luxemburgo en la reunión del Eurogrupo del lunes

Escribía en esta misma sección hace dos semanas que hay golpes de Estado que se pueden dar sin tanques. Lamentablemente, los acontecimientos que se han desarrollado desde entonces han dado fuerza a esta tesis. El propio Varufakis ha usado esa misma  expresión para denunciar que el Eurogrupo pretende subastar Grecia, en un acto que el exministro de Finanzas griego ha calificado de “terrorismo”.

Al hilo de esa definición de Varufakis, el jurista Joan Garcés recordaba este fin de semana, en una charla en el Foro por el Cambio,  un párrafo del Código Penal español sobre terrorismo que dice así:

“Se considerará delito de terrorismo la comisión de cualquier delito grave [...] cuando se llevaran a cabo con cualquiera de las siguientes finalidades:

1.- Subvertir el orden constitucional, o suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las instituciones políticas o de las estructuras económicas o sociales del Estado, u obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo.

2.- Alterar gravemente la paz pública

3.- Desestabilizar gravemente el funiconamiento de una organización internacional

4.- Provocar un estado de terror en la población o en una parte de ella”.

Fin de la cita.

Europa se fundó perdonando deudas precisamente a Alemania. En 1953, a través del Acuerdo de Londres, se redujo la deuda alemana en un 63%. Entre sus acreedores se encontraba Grecia, pero Alemania impone ahora la asfixia a Grecia pasando por encima de las decisiones democráticas del pueblo griego.

Presenciamos cómo se está subvirtiendo y desestabilizando el funcionamiento de las estructuras económicas y sociales del Estado griego, cómo se obliga a los poderes públicos de Atenas a asumir determinados actos y a evitar medidas que aliviarían el sufrimiento de los griegos. Se ha desestabilizado a un país por medio de la presión financiera y se ha pretendido sembrar el terror en buena parte de la población.

Si algún día regresa la cordura a esta Europa que corre hacia el abismo se estudiará con detalle cómo la deuda privada se convirtió en pública, cómo los Estados -a través de sus ciudadanos- asumieron el pago de deudas ajenas e intereses desorbitados mientras los bancos hacían negocios con sus préstamos, recibiendo del Banco Central Europeo dinero a intereses bajos para entregar ese mismo dinero a los Estados del sur duplicando o incluso triplicando los intereses.

Si algún día regresa la cordura a esta Europa que iba a ser solidaria se estudiará en los libros de Historia cómo se marcaron pautas para interferir en la vida política de un país como Grecia y cómo el capitalismo financiero ha logrado en pocos años ser mucho más poderoso que antes de la crisis. El mercado de los productos financieros derivados mueve al año 700 billones de dólares, una cifra equivalente a diez veces el Producto Interior Bruto de todo el planeta, el dinero circula fuera de control y con ello la democracia en el sur de Europa se arriesga a convertirse en algo meramente anecdótico.


En la obra de Shakespeare “El mercader de Venecia” el prestamista Shylock impone al mercader Antonio pagar su deuda con la entrega de una libra de carne de su propio cuerpo. En una triste metáfora, el Eurogrupo no tiene inconveniente en exprimir y subastar Grecia, exigiéndole pagar con su propia carne deudas que empezaron siendo mayoritariamente privadas y con las que muchos intermediarios han hecho suculentos negocios. Todo ello, con un claro objetivo: imponer una única opción política y un solo modelo económico -basado en el "aquí manda Alemania y el poder financiero"- que nos llevará a todos a un clima de tensión creciente. Así escribe Europa su historia en esta segunda década del siglo XXI.

Por OLGA RODRÍGUEZ
14/07/2015
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14 jul 2015

En la caverna

Sábado tarde en un apretado centro comercial de Barcelona. Grupos de jóvenes, algunos casi adolescentes, transitan nerviosos de tienda en tienda. Familias enteras pasean por unas falsas calles que pretenden imitar un tipo de ciudad comercial ideal. Fuera, largas colas de automóviles que colapsan el tráfico del barrio, mientras esperan acceder por alguna de las varias entradas del Centro.

Estos templos del consumo, verdaderos catedrales de nuestros tiempos, representan toda una forma de cultura material, una forma de vida, un ethos, para las clases subalternas. Después de una dura semana de trabajo, cada vez más marcada por la precariedad y las pésimas condiciones laborales, el fin de semana supone una especie de liberación para las clases populares. El consumo nos iguala con los modelos sociales de éxito que actúan como referentes culturales y permite encubrir los agujeros del alma y olvidar por unos momentos la mierda de vida que llevamos.

Se pasea por estas falsas calles y se consume o se sueña con consumir. La clave del éxito del centro comercial ha sido la combinación de ocio y consumo. El centro comercial presenta una gran concentración de tiendas y de espacios para el ocio en un mismo lugar. Para conectar al usuario se crea un ambiente en el que se pueda sentir cómodo, seguro y que lo transporta durante un tiempo lejos de su vida cotidiana. La apariencia, el escenario se ha convertido en un todo, más importante que la esencia.

Incluso los centros históricos de la mayor parte de nuestras ciudades se han ido convirtiendo poco a poco en grandes centros comerciales al aire libre. Si hiciéramos la prueba de taparnos los ojos y nos tele-transportaran en el centro de una ciudad europea cualquiera, nos encontraríamos con un decorado común, formado por una sucesión de las mismas tiendas. Cuando las transformaciones urbanas alejaban los vehículos de los centros históricos, convirtiendo las calles en zonas peatonales, pocos imaginaban que el objetivo de esta medida no era tanto humanizar nuestras ciudades como favorecer y potenciar los centros comerciales abiertos.

En el año 2000, coincidiendo con el inicio del nuevo milenio, el escritor portugués José Saramago escribía La caverna , una de sus novelas más conocidas. En ésta, Cipriano Algor un artesano alfarero de sesenta y cuatro años, última generación de un oficio de los que habían vivido siempre sus antepasados, mantiene un desigual combate para sobrevivir ante las mutaciones antropológicas que borran su mundo. Cipriano, que vive con su hija Marta y su yerno Marcial, ha vivido siempre de su oficio y es el único que sabe hacer en la vida. Se trata de un combate desigual entre dos culturas materiales radicalmente distintas, por un lado la artesana, pero también la campesina y la de la Sociedad del consumo dirigido, como definirla Henri Lefevbre.

El título de la novela, La caverna , hace referencia a una conocida alegoría de filósofo Platón. En esta describe como un grupo de personas se encuentran prisioneras desde su nacimiento en una especie de cueva, atadas con cadenas que les impiden volver la cabeza, de forma que sólo pueden mirar hacia la pared situada en el fondo de la caverna. Mientras tanto, detrás hay un muro con un pasillo y aún más lejos una hoguera que ilumina y proyecta las sombras distorsionadas sobre el único muro que pueden ver los prisioneros. Los prisioneros confunden la realidad, que no pueden llegar a ver, con las sombras proyectadas por los objetos. Aquel gran centro comercial de la novela al que se enfrenta Cipriano Algor, que crece y crece inexorable engullendo a su paso culturas materiales, es la caverna que marca y regula la vida de los ciudadanos.

Hoy la caverna es parte de nuestra realidad . En cualquier proyecto político y social que se plantee una verdadera reforma intelectual y moral que transforme el actual estado de cosas tendrá la construcción de una alternativa de vida, de vida cotidiana, de un nuevo ethos, sin cerrarse dentro de pequeñas "Ítacas" dejando a la mayor parte del pueblo al arbitrio de la Caverna.

Por Fernando Zamorano, miembro de Espacio Marx
13-07-2015
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9 jul 2015

En mi miedo mando yo

"En mi hambre mando yo", le respondió un jornalero a un cacique en los años de la I República, rechazándole el dinero que le daba para conseguir su voto.

A mi juicio, la Ley Mordaza no implica un salto represivo en la política del Estado de la relevancia que se está transmitiendo desde los más variados agentes sociales, políticos y mediáticos; y lo digo sabiendo que con esta afirmación vengo a discrepar de la opinión de la mayor parte de los grupos parlamentarios que se opusieron a la aprobación de la Ley en el Parlamento, e incluso al discurso preponderante de muchos movimientos sociales con los cuales, paradójicamente, me identifico.

Me explico: el salto cualitativo, y cuantitativo, no está especialmente en “ese” lado, el del Estado, sino en “éste”, el de la disidencia. El Estado legisla un másdelomismo, una Ley Corcuera retocada 23 años después con una nueva vuelta de tuerca (que no hay que menospreciar), pero lo hace en un contexto socio-político bien diferente al que se encontraba en 1992. Pareciera que ellos tuvieran claro el diagnóstico: la disidencia crece, en cantidad y en calidad, con una capacidad organizativa y una conciencia crítica, especialmente desde el 15M, que pareciera remontarnos a la transición o a la Segunda República, y sin embargo su capacidad imaginativa (y legislativa), es tan limitada que ofrecen el mismo tratamiento que hace veinte años. Pero diferente diagnóstico no se cura con la misma medicina. Son incapaces de darse cuenta de que empezamos a ser inmunes a sus estrategias.

Años 80/90.- Destrucción del tejido económico-Ley Corcuera.- En la llamada pacífica transición la sociedad civil se echó a la calle; pero una vez que en 1978 se aprobó la Constitución y, especialmente una vez que el PSOE ganó las elecciones en 1982, la disidencia mayoritariamente abandonó la calle, porque las aspiraciones “de cambio” se colmarían vía institucional. La realidad fue otra: a toque de corneta de la antigua Comunidad Económica Europea se destruyó el tejido industrial, la fuerza agrícola, los astilleros, la minería, llegaron las primeras reformas laborales… en pocos años España se transformó en un mero país de servicios. En 1986 entramos en la OTAN. Comenzaron tibiamente las primeras huelgas generales y hacía falta legalizar la autonomía e impunidad con la que actuaban las llamadas Fuerzas del Orden. En 1992 se aprobó la Ley Corcuera (heredera de la Ley de Orden Público de 1959), y en 1995 el llamado Código Penal de la Democracia, y lo cierto es que en un periodo de política económica y social de tierra quemada y de paralela legislación represiva, el debate social crítico en la calle fue poco más que simbólico.

No olvidemos que la Ley Corcuera se ha aplicado hasta el 30 de junio del presente año, y especialmente desde el 15.06.11 hasta su transformación en Ley Mordaza miles de personas han sido víctimas de la misma: multadas por ejercer derechos fundamentales y de esto sabe mucho la Comisión Legal del 15M.

Siglo XXI.- Recortes sociales-Ley Mordaza.- En unos meses se ha aprobado la Ley de Seguridad Privada, la nueva Ley Mordaza, el nuevo Código Penal… y la crítica es constante, la desobediencia imparable. A lo largo de todo el Estado se han celebrado miles de actos que reflejan la rigurosa disconformidad con los nuevos recortes y las paralelas leyes represivas. Reuniones, debates, jornadas, asambleas, charlas, concentraciones, manifestaciones, acciones. En la calle y en las Instituciones. Todos los partidos del arco parlamentario, a excepción obviamente del gobernante, se han visto obligados a oponerse a las nuevas Leyes para no verse arrastrados por la nueva ola de pacífica disidencia crítica; grupos parlamentarios que, bien han aprobados leyes similares, bien han guardado silencio durante años ante las mismas, se mueven inquietos en sus sillas al sentir que, tras muchos años de silencio, los gritos de las calles traspasan los muros del Parlamento.

El cambio ha sido abismal, pero no el de ellos, sino el nuestro. Lo siento, me opongo al mensaje de “las cosas van a estar peor que nunca”, creo que es el discurso que le interesa al Poder, el del miedo paralizante, el de la desmovilización. Creo sinceramente que las cosas están mejor que nunca (cosas = disidencia política a un sistema socio-económico injusto y un cambio por otro mundo que sí es posible). Por primera vez estamos reformulando conceptos a los que les damos un significado bien diferente al que hasta ahora nos ha vendido el Estado. Para ellos el orden es la ausencia de debate, para la ciudadanía es la sana y pacífica crítica a los excesos en el ejercicio del poder y a la limitación en derechos sociales y fundamentales. Para ellos lo público es el espacio para el comercio, para la ciudadanía es el espacio para la asamblea, la creación y el crecimiento colectivo; para ellos, la seguridad es la presencia policial, el aumento de multas, de detenidos, de presos; para la ciudadanía la seguridad es el pleno ejercicio de los derechos fundamentales y el acceso a los derechos sociales, educación, sanidad, vivienda, trabajo. Para ellos, debemos ceder espacios de libertad para tener más seguridad; para la ciudadanía ceder libertades implica mayor inseguridad. Para ellos debemos tener miedo a los revoltosos, a los delincuentes pobres; pero la ciudadanía, si tiene miedo, es a perder derechos arrancados tras mucho sufrimiento y sabe que solo la organización y el apoyo mutuo atempera ese temor.

En mi miedo mando yo.- El jornalero sabía que las monedas del cacique no le iban a quitar su hambre, porque su hambre era de Justicia, y en su hambre mandaba él. La ciudadanía sabe que la seguridad que aportan las leyes represivas no le va a quitar el miedo, y la respuesta individual y colectiva es simple, coherente y rebosante de dignidad: lo siento señorito, no quiero sus Leyes de Seguridad: en mi miedo mando yo.

Fuente: Endika Zulueta - Abogado
04-07-2015

8 jul 2015

Las élites europeas están furiosas. Van a seguir agrediendo a Grecia



La amplia mayoría del pueblo griego, con su OXI, ha dado una lección de democracia y dignidad a las élites europeas del dinero, a sus servidores en las instituciones gubernamentales, de la Unión Europea y de los medios de comunicación y a todo el mundo. Como casi siempre, los más aduladores se han apresurado a alzar la voz para repetir la misma canción: el referéndum no cambia nada, al contrario, aleja la posibilidad de acuerdo. Pero si hubiese ganado el si, bien que habrían dicho que las cosas habrían cambiado, como que el Gobierno de Syriza  tendría que dimitir. Ahí están las voces de la primera ministra de Polonia (“tienen que dar pasos en el duro camino de las reformas”), de dirigentes de letonia, de Eslovaquia, etc…. Si hubiera coherencia tendrían que dimitir varios sujetos, como el presidente de la Comisión europea o el del Parlamento europeo, activos propagandistas del si. El caso de Valdis Dombrovskis, letón y vicepresidente de la Comisión, ha sido asombroso al llegar incluso a negar legitimidad al referéndum. Como buenos vasallos estaban intentando adelantarse a lo que digan desde Alemania, en donde, como era de esperar, no han tardado en mandar el mismo mensaje: No hay ayudas si no hay reformas ¿Qué reformas? Como siempre no se dicen abiertamente, pero si en las negociaciones: eliminar derechos laborales, aumentar los poderes empresariales, subir los impuestos indirectos, no aceptar que se graven las grandes fortunas ni controles a los bancos, privatizar servicios públicos… Eso, precisamente, es a lo que los votantes griegos han dicho por aplastante mayoría NO. El vicepresidente Dombrovskis, frente a ese incontestable ejercicio de democracia, ha dicho que hay otras 18 democracias en Europa, como diciendo que 18 son más que una y que hay unos contribuyentes europeos a los que les deben los griegos, pero ¿Se les ha preguntado a los ciudadanos de esas 18 democracias si están de acuerdo con los recortes de derechos sociales  y se les ha explicado que los recursos económicos entregados en el caso griego no fueron para la población griega sino para convertir deudas privadas de los bancos (sobre todo alemanes y franceses) en deuda pública?

La furia de las élites contra Grecia no ha hecho sino empezar, porque el referéndum griego ha puesto sus vergüenzas al aire, por eso la solidaridad con Grecia en las calles y ágoras de Europa, hasta ahora más bien escasa, debe ser una necesidad para quienes quieran salvar la democracia en Europa. El ateniense Teseo acabó con el Minotauro que exigía en su laberinto de Creta el sacrificio de jóvenes que le tenían que ser entregados con regularidad para ser devorados.  Hoy el Minotauro anda por los laberintos de Bruselas, Washington, Frankfurt y Berlin y exige el sacrifico de jóvenes y mayores. Los ciudadanos europeos no podemos dejar solos a los griegos, cual Teseo, en su lucha desigual con el monstruo porque nos va mucho en ello.

Por Joaquín Aparicio
Catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Castilla-La Mancha
08 de Julio de 2015
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4 jul 2015

Aplastar a Grecia para acabar con toda disidencia​

Después de contemplar lo que viene ocurriendo entre Grecia y la Troika en los últimos años, y especialmente desde que gobierna Syriza, hay que ser muy ingenuo para pensar que el desacuerdo actual es una fase de un debate económico honesto, es decir, de una negociación sobre la conveniencia de tomar unas medidas u otras para mejorar la situación de la economía griega y de la europea en general. Y, por supuesto, para creer, como nos dicen, que lo que se plantea es que un país, en este caso Grecia, haga efectivos sus compromisos y pague sus deudas. Si esa fuese la cuestión, Alemania (que es la potencia europea que más deudas ha dejado de pagar en el último siglo y a quien más se le han perdonado) comenzaría a saldar las muy cuantiosas que tiene con Grecia desde la última guerra mundial, por ejemplo.

Los hechos son elocuentes:

– La quiebra de Grecia vino producida por la aplicación de políticas neoliberales en los últimos decenios y por la complicidad de las autoridades europeas y de los grandes bancos internacionales con sus gobiernos corruptos y con las élites que se beneficiaron del expolio de lo público y de una fiscalidad poco progresiva. Sin embargo, estas mismas autoridades y estos bancos se empeñan en resolver el daño de esas políticas reforzando su aplicación. Un contrasentido que solo puede tener los efectos desastrosos que ha tenido hasta que llegó al gobierno Syriza y que son bien conocidos.

– Es una barbaridad que se preste dinero a alguien que está quebrado. Sin embargo, cuando Grecia estaba quebrada como consecuencia de lo que acabo de señalar, la Troika le obligó a solicitar préstamos que se sabía que, lógicamente, no iba a poder pagar. Otro contrasentido que solo puede explicarse porque dar crédito es el negocio de la banca internacional y porque esa era la manera de salvar a los bancos europeos que irresponsablemente habían financiado las políticas corruptas de los anteriores gobiernos griegos en connivencia con la banca internacional que auditaba y respaldaba el engaño.

– Cuando se reconoció la quiebra de Grecia el problema podría haber tenido una solución relativamente poco costosa y apenas incruenta socialmente. Su deuda era, por ejemplo, unas tres veces menor al dinero que los gobiernos francés y alemán dieron generosamente para salvar a sus bancos. Sin embargo, como he dicho, se aprovechó la situación para obligarla a suscribir nuevos préstamos con tipos de interés cada vez más altos gracias a la manipulación de los mercados por los propios prestamistas.

– Las políticas de austeridad (de falsa austeridad, como señalaré enseguida) han fracasado completamente. No han permitido alcanzar ni uno solo de los objetivos que la Troika decía que iban a cumplir. Han provocado una caída de casi el 30% en la actividad económica y en los ingresos, y la deuda (que se supone que era lo que iban a resolver) ha aumentado considerablemente. Ninguna, exactamente ninguna de las previsiones de la Troika al imponer estas políticas se ha cumplido.

– También son evidentes las pruebas de que esas políticas no han buscado la austeridad y soportar menos gastos sustanciales, como decían:

Se podría haber financiado a Grecia sin intereses (o con intereses irrelevantes), tal y como se viene haciendo con la banca privada para salvarla de su irresponsabilidad. Actualmente, Grecia paga alrededor del 12% de su deuda pública en intereses frente al 0,56% de Alemania y eso no se debe, como también se quiere hacer creer, a la mala situación económica griega, sino a que se renunció a que el banco central financie a los gobiernos para que hagan negocio con ello los bancos comerciales creando dinero de la nada (han llegado a cobrar a Grecia un 35% de interés por un dinero que obtenían prácticamente sin coste alguno).

Se podrían haber paralizado los gastos militares griegos pero no se ha hecho porque son una fuente de ingresos para Alemania y Francia.

Ningún acreedor en su sano juicio impone a su deudor una estrategia que le impida generar más ingresos sino que procura que los genere en la mayor cuantía posible para que así pueda ir pagándole la deuda. La Troika, sin embargo, se empeña día tras día en imponer políticas que destruyen la capacidad de crear ingresos en la economía griega (las medidas recesivas que ha vuelto a imponer para llegar a acuerdos y que el gobierno griego ha rechazado con toda razón y sensatez). Como diré enseguida, no se busca en realidad que Grecia genere ingresos y pague (como quiere el gobierno de Syriza), sino que se someta y que se traspasen cada vez más recursos y poder al sector privado ya de por sí más poderoso, lo que en lugar de salvar a la economía griega la empeorará aún más, como antaño cuando se hizo exactamente eso.

– No se puede aportar evidencia empírica y científica alguna para probar que las políticas de privatizaciones, de recortes y de destrucción de instituciones que impone la Troika sean eficaces para generar eficiencia, más ingresos y mejor condición económica. En ningún país en donde se han aplicado las medidas de austeridad que propone la Troika se han conseguido los efectos que dicen que van a conseguir para tratar de convencer a la población. Así lo demuestra claramente el libro de Mark Blyth Austeridad. Historia de una idea peligrosa.

– Las políticas impuestas por la Troika solo se han dirigido a facilitar que los grupos económicos y la población de mayor renta se apropien de cada vez más ingreso y patrimonio. Un reciente informe (Greece: solidarity and adjustment in times of crisis) lo deja bien claro: los ingresos salariales han caído un 27% entre 2009 y 2014, los impuestos han subido en un 337% para los grupos de menor ingreso y menos del 10% para los más elevados, y el 10% de la población más pobre ha perdido el 82% de sus ingreso desde 2008. Otros muchos estudios han mostrado que las políticas de la Troika han hecho que Grecia sea el país europeo en donde más han aumentado el riesgo de pobreza y la exclusión social y que el traspaso patrimonial desde los más pobres y desde el Estado a los más ricos ha sido ingente.

– Como han dicho reiteradamente, las autoridades griegas no se oponen a pagar las deudas sino a que se cierren las fuentes de ingresos que permiten pagarlas y mantener condiciones de vida digna de su población. Y tampoco se han negado, ni siquiera, a realizar reformas en la línea impuesta por sus acreedores, a pesar de estar en contra de sus deseos y compromisos electorales.

– La única mejora que se ha producido en la economía griega fue tras la reestructuración de la deuda, que es lo que principalmente reclama el gobierno griego. Y diversos informes han mostrado que hay otras vías distintas para generar ingresos que permitan que Grecia salga adelante, a diferencia de lo que viene ocurriendo con las que ha impuesto hasta ahora la Troika (ver mi artículo Grecia y Syriza frente a una Europa en evidencia).

Es indiscutible que la Troika no ha logrado mejorar la economía griega con sus medidas y ni siquiera que los acreedores tengan más oportunidades de cobrar (en realidad, éstos han prestado con tantos intereses que tienen casi seguridad total de cobrar el principal por muy mal que se pongan las cosas).

¿Por qué, entonces, las autoridades europeas se empeñan en cerrar cualquier salida al gobierno griego?

La razón es sencilla: no se trata de huevo sino del fuero. Es decir, lo que persigue la Troika, con la señora Merkel a la cabeza rememorando lo que los aliados hicieron en el siglo pasado a su país, es mantener la primacía de sus políticas y de los intereses que defienden. Lo que buscan es evitar cualquier disidencia porque no pueden permitir que se manifieste ningún tipo de hendidura, por pequeña que sea, por donde entre una nueva manera de poner en marcha el proyecto europeo o de salvar a los pueblos.

Por eso, la única manera de luchar contra la dictadura de la Troika y de las autoridades europeas es con democracia (a la que temen como al diablo) y poner en frente de sus designios la voz nítida e indiscutible de los pueblos. El gobierno griego ha hecho bien convocando el referendum. Ahora, las autoridades europeas deben retratarse: o están con los pueblos o contra ellos.

Por Juan Torres López
Economista.
29-06-2015
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3 jul 2015

Los 16 cambios en la ley de seguridad ciudadana para los profesionales de la comunicación

Hoy (01-07-2015) es el primer día en el que se pone en funcionamiento la reforma del Código Penal y de la Ley de Seguridad Ciudadana o, más conocida, como #LeyMordaza. En este artículo os explico cómo nos afecta a los profesionales de la comunicación y el pago que nos imponen por su incumplimiento.

Como afecta la ley de seguridad ciudadana a profesionales de la comunicación


De 100 a 600 euros

Deslucimiento de bienes inmuebles
Reuniones en espacio público sin pedir permiso previamente
Escalar edificios para colocar una pancarta con un mensaje reivindicativo
Ocupación o permanencia en cualquier edificio ajeno

De 601 a 30.000 euros

Manifestación sin comunicación previa a los organismos competentes frente al Congreso, Senado o Parlamentos
Negativa a disolver una reunión
Resistencia a la autoridad
Piquetes informativos
Colgar fotos de policías en redes sociales o webs, ni videos de autoridades o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad

De 30.001 a 600.000 euros

Protestas en infraestructuras de telecomunicaciones como Radio Televisión Española (RTVE) o las que se hicieron en la Televisión valenciana
Celebración de espectáculos en contra de la prohibición ordenada por la autoridad correspondiente
Además…

a) Consultar webs de contenidos delictivos

La condena no es solo por la difusión o apología del terrorismo a través de una web, sino también por visitar estas páginas ‘de manera habitual’, según el artículo 575.2 de la Proposición de Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, en materia de delitos de terrorismo.

b) Organizar protestas a través de redes sociales

Gestionar manifestaciones en redes sociales será un delito castigado con penas de terrorismo.

c) Los delitos informáticos ahora se consideran terrorismo

d) Crear páginas de enlace con derechos de autor

No solo serán responsables los propietarios de las webs de enlace, también las compañías de servicios que ayuden a crearlas

Por ello también se pone en marcha la campaña #PeriodistasSinMordazas y #NoSomosDelito para visibilizar cómo afectan estas leyes a los profesionales de la comunicación, la persecución a la que puede verse sometida la ciudadanía y los periodistas en el ejercicio del derecho a la comunicación y la información.

Os invito a una reflexión final… ¿Dónde está el límite entre democracia y control?


Por Antonio J Pineda
01-07-2015
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