31 may 2014

Sindicalismo amalgamante

"Los resultados electorales de las pasadas elecciones europeas del día 25 vienen a confirmar algo que resulta patente no solo para cualquier sociólogo (excepto Arriola), sino para toda persona observadora de la realidad y por tanto conocedora del sentimiento general de sus conciudadanos. De forma apabullante la gente de este país ha dicho basta, ya no soportamos más tanta basura, tanta inquina, tanta inmoralidad.

El sentido del voto así lo confirma, con una clara tendencia de los votos otorgados a formaciones que en sus programas han denunciado de una u otra forma la perversión de las instituciones, la corrosión de la ley para favorecer los intereses de parte, hasta la disolución de la propia concepción de la democracia convirtiendo la representación política en una burla a los ciudadanos venida de “la casta”, quienes en el irresponsable ejercicio de sus prioridades han convertido a la mayor parte de los ciudadanos en juguetes en manos caprichosas. El voto ha denunciado esta situación, y si a este voto expreso se le suma parte de la abstención crítica que puede rastrarse en redes y foros, entonces tenemos una mayoría incontestable de ciudadanos que están dispuestos a hacer algo para evitar más metástasis del sistema. Ha comenzado por un movimiento quizás ideologizado (como no podía ser de otro modo) de denuncia y recuperación de la dignidad, que no ha hecho sino comenzar. Vamos a ver próximamente como germina este estallido de rabia y cómo va a ir convirtiéndose poco a poco en una plataforma de acción política susceptible de alterar una realidad que resulta inaceptable. Poco importa el calendario de acuerdos y los instrumentos de colaboración elegidos, la mecha ya ha prendido y su fin es recuperar la soberanía y devolver el protagonismo a los hombres y las mujeres por encima de los mercados.

¿Qué papel habrá de jugar el sindicalismo en este contexto de recuperación de la soberanía perdida?   Uno muy importante bajo mi punto de vista. La heterogénea composición de la denuncia que recorre el espectro que va de la lucha contra la injusticia reiterada en el desahucio a la protección del medioambiente (o lo que de él quede), requiere de algún tipo de soporte coagulante, requiere que exista una fuerza que vaya trasladando a la actividad cotidiana relacionada con la forma de hacer y producir todos los avances que en materia política se vayan gestando. Para decirlo de una manera gráfica, el sindicalismo habría de convertirse en una argamasa que aglutine y fortalezca el enladrillado que resulte de nuevas propuestas de acción política

Y no sólo entiendo que el protagonismo del sindicalismo deba centrarse exclusivamente en el núcleo de la renovación de las relaciones laborales, aunque sea un territorio propicio en el que hay mucho por hacer. También y de manera igualmente activa debería ser su participación en la traslación de políticas ambientales, en las que su posición respecto de futuro del empleo puede llegar a ser determinante. Las propuestas políticas y sociales destinadas a recuperar la dignidad y la soberanía ciudadana pasan por la vertebración de modelos de trabajo digno en las que el sindicalismo debe profundizar  para afianzar criterios de ética laboral sintonizados con nuevas formas de entender qué es la vida al margen del gusto de los mercados.

Poner coto a prácticas de exuberancia irracional presente en tantas y tantas actividades (no sólo financieras) requiere asimismo la presencia activa del sindicalismo comprometido con el proceso regenerador. La denuncia y la crítica radical frente a movimientos de economía global que tienden a minar los derechos laborales y civiles contenidos en propuestas como el acuerdo comercial EEUU-UE son asimismo otro ejemplo de escenario de conflicto en el que la suerte de los derechos sociales pende de la garantía del respeto a los derechos laborales.

Son incontables las aportaciones que debe asumir el sindicalismo en una fase de renovación como la que se desprende de la lectura del voto del 25 M. Y no son nuevas, casi todas ellas están presentes en el cuadro de mando de la acción sindical, pero la nueva situación otorga legitimidad y confianza que no debe desaprovecharse. Para avanzar hace falta  ser sólidos y el sindicalismo puede jugar un papel aglutinante, una fuerza amalgamante y cohesiva.

Emilio Jurado | Director de CDIEM                      
nuevatribuna.es | 29 Mayo 2014 
 
"Cdiem es una empresa consultora que presta sus servicios preferentemente en la actividad de los sectores de la Comunicación.
Cdiem es una empresa instalada en lo que se denomina Economía del Conocimiento. El grupo de personas que componen Cdiem cultivan una única hipótesis, el principal activo de la economía moderna se encuentra en las capacidades de las personas.
En consecuencia, Cdiem apuesta por el desarrollo interno de sus capacidades y en la búsqueda de soluciones para incentivar y perpetuar este estado de cosas en las empresas a quienes presta su apoyo".
(...)

29 may 2014

CAN VIES, KUKUTZA III, ENTREVÍAS: CAMINOS DE UTOPÍA

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"Al igual que Kukutza III, el Centre Social Autogestionat Can Vies no se ha resignado a desaparecer, sin oponer resistencia. Se han levantado barricadas, se han volcado e incendiado contenedores, han volado piedras y ladrillos. La excavadora que llevó a cabo la demolición no se ha salvado de las llamas. Los vecinos del barrio de Sants han apoyado las protestas con una épica cacerolada y, poco a poco, la expresión de malestar se ha extendido por todos los barrios de Barcelona. El Centre Social Autogestionat Can Vies llevaba okupado 17 años y había echado raíces en el barrio de Sants, convirtiéndose en un lugar de referencia para las actividades lúdicas, culturales y alternativas. Al observar la excavadora consumida por el fuego, es imposible no sentir que se ha ajusticiado a un símbolo de la barbarie capitalista. Casi parece un viejo ídolo que ha sucumbido a la ira de un pueblo harto de soportar humillaciones y atropellos.
 
CAN VIES 5
 
España no ha conocido un proceso revolucionario, pero la crisis económica, con seis millones de parados, miles de familias desahuciadas y un escandaloso porcentaje de niños malnutridos, ha despertado a una ciudadanía que cada vez se muestra más impaciente e indignada. Immanuel Kant interpretó el asalto a la Bastilla como la evidencia del progreso histórico de la humanidad hacia un mundo más libre y más humano. No invito al vandalismo y, menos aún, a la violencia contra las personas, pero entiendo que no es posible la paz en un país que deja morir a los inmigrantes sin papeles, instala infames concertinas en las vallas fronterizas, reprime las libertades con leyes antidemocráticas, promueve y ampara la brutalidad policial, recorta sin piedad derechos educativos, sanitarios y sociales, indulta a policías condenados por torturas y malos tratos, cuestiona el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo y protege a conocidos violadores de los derechos humanos. En el Estado español, no hay paz. Solo hay orden público, miedo, represión. Hablar de independencia judicial en nuestro país es ofender a la verdad. La burguesía prepara a sus hijos para que memoricen durante años el Código Penal, el Código Civil, la Constitución del 1978 y otros indigestibles mamotretos. Cuando al fin aprueban una oposición ridícula y profundamente irracional, ya están preparados para dictar sentencias farragosas y de implacable dureza. No administran justicia, sino que apuntalan las diferencias sociales, convirtiendo las cárceles en vertederos que incumplen rigurosamente su presunta función rehabilitadora. Al igual que los políticos, los jueces deberían ser elegidos en un proceso democrático. No es un mecanismo perfecto, pero al menos acabaría con la figura del togado que se inviste de una pomposa autoridad, gracias a que puede repetir de memoria infinidad de artículos, si bien su capacidad de razonar es tan endeble como ridícula. Solo hace falta leer una sentencia judicial para comprobar que sus autores mantienen una ardua batalla con la sintaxis, la lógica y el sentido común.
 
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Gamonal encendió nuestra esperanza y Kukutza III nos hizo soñar, pero la valiente oposición de los vecinos de Rekalde no logró frenar la demolición. En Can Vies, tampoco ha sido posible detener la pala de la excavadora. Sin embargo, claudicar nunca es una opción. El miedo nos deshumaniza. En el momento actual, la forma más ética de luchar es la desobediencia y el activismo de calle. Espacios como Can Vies y Kukutza III constituían una importante iniciativa ciudadana, que ofrecía una respuesta pacífica al estado de excepción implantado por las políticas neoliberales del PSOE y el PP. No promovían la violencia, sino la convivencia y la cultura. No desarrollaban actividades subversivas, sino solidarias. No eran el embrión de una guerrilla urbana, sino una muestra del poder de la sociedad, cuando se organiza y responde a la violencia del Estado con imaginación, fraternidad y compromiso. Su trabajo por la paz y la solidaridad no está muy alejado del espíritu de la Parroquia de Entrevías, que ofrece su modesto recinto a inmigrantes sin papeles, presos políticos y presos sociales (repudio la expresión presos comunes), menores pobres, homosexuales, lesbianas, niñas y niños privados de libertad, enfermos de SIDA, toxicómanos. Su labor no es meramente asistencial, sino radicalmente comprometida. Espacio, comunidad o asamblea, la Parroquia de Entrevías ha optado por “la acogida incondicional como seña de identidad comunitaria”. La Parroquia de San Carlos Borromeo no ejerce la caridad, sino “la denuncia como revulsivo frente a la generación de injusticias que nuestra sociedad vomita sin cesar”. Los protagonistas de esta vivencia comunitaria son los marginados, los excluidos y los represaliados. Copio su declaración de intenciones, que puede leerse en su sitio web: “[Una] compañera nos decía: Estos años en la parroquia de San Carlos Borromeo hemos aprendido a afrontar el riesgo de nuestra propia vida hasta el final, intentando no tener miedo, porque se puede; y sólo el miedo es lo que se opone a la fe. Pues eso, construir espacios de fe, de no-miedo a ningún poder es lo que constituye en la concreción del día a día nuestro quehacer cotidiano”. Algunos se sorprenderán que cite una parroquia y asocie su trabajo al de Can Vies y Kukutza, pero ya Ernst Bloch, filósofo judío, marxista y vinculado a la Escuela de Frankfurt, advirtió: “Las Escrituras están recorridas por un hilo rojo que invita a la rebeldía”. Jesús procedía de Galilea, el principal bastión de los zelotes (guerrilleros que luchaban contra Roma para crear una Judea independiente). Ser de Nazaret implicaba ser sospechoso de sedición. El perfil de Jesús no está muy lejos de esa insurgencia que tanto odiaba Roma. De hecho, expulsó a los mercaderes del Templo con un látigo de varias cuerdas, afirmando que “era un lugar de oración y no una cueva de ladrones”. No hay que forzar demasiado la imaginación para entender la oración como la expectativa de un “mañana ético”, con justicia para las víctimas del poder imperial y las oligarquías locales. En cuanto a la “cueva de ladrones”, se puede interpretar como una metáfora del afán individual de lucro (o capitalismo), que transforma al ser humano en simple mercancía. El “mañana ético” no es la promesa de un reino sobrenatural, sino la utopía de un futuro donde la última palabra corresponda a las víctimas.
 
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“Los pobres que tienen esperanzas inquietan a los poderosos”, escribe Jon Sobrino, teólogo de la liberación. Los teólogos de la liberación inquietaron a los poderosos y muchos fueron asesinados en América Latina por grupos paramilitares, cumpliendo órdenes de Estados Unidos: Ignacio Ellacuría, Rutilio Grande, Juan Gerardi, Ignacio Martín-Baró, Camilo Torres Restrepo, Gaspar García Laviana. Kukutza III y Can Vies también inquietan a los poderosos, pues son la cristalización de un modelo de sociedad alternativo, opuesto a la lógica del capitalismo. Para la economía de mercado, el ser humano es una mera variable, que puede ser cuantificada, explotada, descartada o inmolada. Para los que no aceptan este planteamiento, el ser humano es un individuo que se realiza en una comunidad abierta, solidaria y plural. Los espacios alternativos son –de acuerdo con las palabras de Jon Sobrino- “la utopía frente al desencanto, el espíritu de comunidad frente al individualismo aislacionista, la apertura al otro frente al etnocentrismo, la creatividad frente al mimetismo, el compromiso frente a la mera tolerancia, la justicia frente a la caridad, el espíritu de verdad frente a la mentira, la memoria histórica frente al olvido”. Me atrevo a añadir: el sentido de la vida frente al nihilismo.
 
jon sobrino
El capitalismo es un sistema con un efecto muy negativo sobre la convivencia y el medio ambiente. Su desembocadura natural es la guerra y la devastación de la naturaleza. Kukutza III, Can Vies y la Parroquia de Entrevías infunden esperanza y sentido a la vida. Por eso sufren el acoso de las instituciones.  Kukutza III y Can Vives ya son ruinas. La Parroquia de Entrevías resiste. En Barcelona, ha ardido una excavadora. Algunos dirán que es un acto de vandalismo. Yo creo que es un gesto de impotencia, que revela la frustración de una ciudadanía hambrienta de solidaridad y justicia. No habrá un “mañana ético” mientras nos gobiernen políticos corruptos, banqueros desalmados y jueces venales. La presencia de David Fernández, diputado de la CUP, encarándose con los Mossos, nos devuelve la esperanza, mostrando que aún hay políticos honestos y valientes, sin miedo a bajar a la calle para defender a la ciudadanía. Apuntó Ernst Bloch: “La esperanza es el más humano de los afectos. Solo es asequible al hombre y le remite a su horizonte más ancho y luminoso”. Después del derribo de Can Vives, nuestra esperanza se ha encogido, pero estoy seguro de que se expandirá de nuevo, cuando surjan nuevos espacios de convivencia y fraternidad. No será en el áspero seno del poder, sino en un lugar humilde y pequeño. Como Rekalde. Como Entrevías. Como Galilea".
 

28 may 2014

La NSA espía durante las 24 horas a las empresas y al sistema financiero europeo

"La Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) espía durante las 24 horas al sistema financiero europeo. El Bundesbank, el Santander o el BCE están intervenidos de manera rutinaria por Estados Unidos durante todo el día. Esto es lo que detallan las últimas declaraciones de Glenn Greewald, quien señala que muchos países, y sobre todo los críticos del gobierno de Estados Unidos, son vigilados con más ahínco que los propios terroristas. Greenwald es el biógrafo del ex analista de la Agencia de Seguridad, Edward Snowden, que destapó el escándalo del espionaje a nivel mundial que realiza la NSA de Estados Unidos.

Pese a que el destape del espionaje masivo que realiza Estados Unidos al resto del mundo fue considerado un escándalo, la cosa no llegó a mayores y los gobiernos europeos se cruzaron de brazos. Mal que mal, ¿a quien le importa lo que ponga en Facebook o Twitter Angela Merkel, o lo que hable por su teléfono celular? La canciller alemana no ha tenido ningún gesto de molestia ante Washington y parece aceptar el orden mundial que impone la Casa Blanca. Sin embargo, las nuevas declaraciones de espionaje, esta vez al Bundesbank, Deutschald y BCE, deberían despertar ciertas incomodidades. ¿Por que Washington ha sido tan tenaz en la investigación a los bancos europeos por la manipulación de las tasas Libor y Euribor? Esta semana Credit Suisse fue castigado a pagar la mayor multa otorgada un banco europeo al gobierno de los Estados Unidos (2.600 millones de dólares)... y eso que Crewdit Suisse para aligerar la sanción se declaró culpable.

Como señala Greenwald en esta entrevista con Tages-Anzeiger, hay evidencias concretas de que la NSA espió a los bancos suizos y vigiló atentamente sus flujos de dinero. La lista del espionaje es mucho más larga y abarca no sólo a los bancos, sino también a los gobiernos, las agencias de comercio, las grandes empresas y las oficinas de abogados como revela The New York Times, y eso que la Ley de Estados Unidos prohíbe espiar a sus ciudadanos y empresas. El pretexto de la lucha contra el terrorismo ha permitido a Estados Unidos desplegar una poderosa red de espionaje a nivel mundial. Sin embargo, la ineficacia de esta red que pretende "saberlo todo" quedó al descubierto con el desaparecido vuelo MH-370 de Malasyan Airlines que no ha sido encontrado tras 11 semanas de búsqueda.

El espionaje de Estados Unidos se ha convertido en un verdadero modelo de negocio de la corrupción. La tarea de la organización de espionaje no sólo busca rastrear a los terroristas, sino que también está abocada a la recopilación de información para las propias industrias del país en áreas altamente competitivas. El valor intrínseco de este espionaje surge del hecho de que el gobierno y las empresas de Estados Unidos buscan imponer sus intereses económicos por cualquier medio. Esto puede ocasionar daños colaterales en pleno proceso de un acuerdo de libre comercio entre Europa y Estados Unidos que, como de costumbre, privilegiará a la Casa Blanca. Más aún cuando Estado Unidos utiliza su modelo de espionaje para obtener información privilegiada sobre sus ventajas con respecto a las empresas europeas".


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23 may 2014

Veintidós millones de abstencionistas pondrán recortes y austeridad en bandeja a la Europa neocon.

Si algunas encuestas aciertan en sus estimaciones, en las elecciones europeas se podría registrar una abstención del 60.1% del electorado, veintidós millones de ciudadanos que, haciendo dejación de sus derechos, harán posible una victoria  por la mínima del PP que apoyará en Europa las opciones conservadoras del luxemburgués Jean-Claude Juncker, el candidato de Ángela Merkel, de los mercados y el bienestarcidio. Al hacer dejación de sus derechos por creer que las elecciones del Parlamento Europeo no repercuten en la política nacional, o bien porque con un mal sentido del pasotismo o del purismo ideológico, no se sienten representados por ninguna de las opciones que se presentan en los comicios para elegir a los dirigentes de la UE, el futuro de la economía de nuestro país estará en manos de esos veintidós millones de irresponsables que, en buena parte, están escuchando los cantos de sirena de la derecha, a la que beneficia la abstención, toda vez que el PP sufre una irremediable caída de votos, dada la desafección de buena parte de su electorado al que, a fuerza de falacias y corrupción, viene defraudando desde que llegó al poder.  
 
La idea de que la abstención es una opción tan respetable como el voto a cualquier partido, propugnado desde sectores afines al PP y la caverna mediática, la hacen valer quienes son afines al partido del Gobierno. Si se tiene en cuenta que, según las encuestas,  el PP no recuperará de ninguna manera una cifra de votantes lejanamente parecida a la que le llevó a La Moncloa en 2011, solo la abstención puede salvarle del fracaso. En las elecciones generales,  el partido liderado por Mariano Raxoi, obtuvo más de once millones de votos, el 45%, ahora las encuestas mueven sus cifras en una horquilla de descenso entre el 29 y el 31%, perdiendo como poco once puntos respeto a las elecciones generales, lo que le hace pasar de los más de once millones a tan solo cuatro y medio de sus incondicionales. 
 
Tampoco se muestran las encuestas positivas respecto al PSOE, partido que, aunque empeñado en marcar las diferencias con los populares no puede hacer olvidar al electorado su sometimiento a los deseos de Ángela Merkel y los mercados en su anterior etapa de Gobierno y el hecho de que con frecuencia, en el Parlamento Europeo vote, al igual que todos los partidos incluidos en el grupo socialdemócrata, medidas neoliberales que no permiten distinguir sus políticas de las de la derecha. El PSOE perderá, según las encuestas hasta 1.8 millones de votos respecto a las elecciones europeas de hace cinco años.
 
Ante ese panorama, si los abstencionistas se inclinasen hacia opciones de clase, podrían sumar una buena cantidad de escaños que harían que el Parlamento europeo tuviese un cariz ideológico muy diferente del actual, donde los grupos de izquierdas son meramente testimoniales y la política neocon es aplicada como un rodillo por las fuerzas más conservadoras, responsables de los infames recortes que sufrimos en este país, a cuyo Gobierno, del PP, le han venido muy bien las presiones para reducir el déficit y llevar a cabo ajustes y reformas que están suponiendo la desaparición total del Estado del Bienestar de una manera mucho más dura que la que se está llevando a cabo en los países del norte que tanto recomiendan ajustes, reformas, pérdida de derechos de los trabajadores y unas bajadas de salarios que están llevando a los españoles, aún con trabajo, a la absoluta pobreza. 
 
No se entiende cómo esos veintidós millones de abstencionistas no son capaces de ver con claridad el daño que se hacen a sí mismos y sus conciudadanos con una postura mostrenca que tan solo beneficiará a la reacción europea y a la de aquí. 
 
Ir a votar el día 25 de Mayo, y votar a los partidos que están en contra de los recortes y el bienestarcidio, del mantenimiento de políticas neocon que tan solo benefician a los mercados, resulta imprescindible. 
 
Porque hacer dejación del derecho a votar no es sino poner en bandeja la victoria a quienes están empobreciendo este país y toda Europa a mayor beneficio de los especuladores financieros y los plutócratas. 
 
Impresiones de una periodista en paro.
15-Mayo-2014.

 
 
 

21 may 2014

Rafael Narbona: “El PP nunca ha sido democrático, es nostalgia del Franquismo”


      
Rafael Narbona (Madrid, 1963) es uno de los pensadores políticos más críticos con la realidad del Estado español. Descendiente de una familia burguesa “republicana e intelectual”, algo “raro” en el Toledo y la Córdoba del siglo pasado, las ciudades de donde procede su familia, adquirió de su padre el gusto por la literatura y las letras. “Lamentablemente no le pude conocer mucho porque murió cuando yo tenía nueve años”, afirma Narbona sobre su progenitor, del que heredó nombre y apellido, además del gusto por el saber. “Él fue antifranquista y participó en los primeros intentos de reactivar las estructuras democráticas en la clandestinidad durante los años 60″. Licenciado en Filosofía, Narbona impartió clases en la Comunidad de Madrid hasta que las amenazas de unos skinheads le obligaron a retirarse anticipadamente. Ahora dedica su tiempo a escribir reseñas literarias para El Cultural de El Mundo y a llenar de ideas el blog www.rafaelnarbona.es, donde aborda el tema que ocupará a Negra Tinta esta semana: la radicalización de la derecha española y el consecuente aumento del racismo en nuestras fronteras. Durante una hora, conversamos con Rafael Narbona sobre cómo frenar la pérdida de libertades en nuestro país, pasando irremediablemente por los Balcanes, Estados Unidos o Cuba.
 
–¿Por qué odias a España?
 
–Porque nací en 1963 y me tocó vivir la Transición. España es un concepto que asocio al Franquismo, los Borbones; jamás reconoceré la bandera rojigualda como legítima y representativa. España ha tenido tantos conflictos con las nacionalidades históricas… Creo que la convivencia se normalizaría si fuera posible que Catalunya, el País Vasco o incluso Galicia pudieran replantear su situación con el Estado: estoy a favor del derecho de autodeterminación. Pero sobre todo odio a España porque ya no simboliza a todas las personas que viven en España. La retórica patriotera de la ‘marca España’ representa a la ultraderecha. Odiar quizás es una palabra excesiva, más bien es un juego literario [Narbona escribió un artículo titulado '¿Por qué odio tanto a España?'], pero no me inspira ninguna simpatía ni confianza.
 
–El país donde uno nace no se elige, ¿pero se puede cambiar?
 
–Sí. Tanto en el País Vasco como en Catalunya existe un porcentaje importante de la población que no quiere ser española. Nos dijeron que con la Unión Europea íbamos a ser más libres y prósperos y se ha demostrado todo lo contrario. Creo que cuanto más pequeños sean los estados más posibilidades tienen para conservar su soberanía. Con EE UU lanzando una triple ofensiva en Siria, Ucrania y Venezuela vamos a un escenario tipo 1984, una especie de mundo unipolar. Si no acabamos en esa situación es porque Rusia tiene más de 2.000 ojivas nucleares y China unas 240. Sí es cierto que la autodeterminación, lejos de ser una reivindicación provinciana, vuelve a ser una opción real para que los ciudadanos puedan elegir libremente su futuro y su destino.
 
–¿Existe una derecha democrática en España?
 
–Podría ser el PSOE. España firmó el pacto fiscal en 2012, que establece el compromiso de que de cara a 2020 la deuda se va a reducir a un 60% del PIB y la inflación se va a contener hasta el 3%. Para conseguir esto hace falta un recorte de 400.000 millones de euros. Eso equivale a cinco veces el gasto anual en Sanidad. ¿De dónde va a salir ese dinero que va a estrangular aún más a la economía, el consumo y que va a provocar más deflación? Eso va a ocurrir gobierne quien gobierne. Si lo hace el PSOE, es cierto que el matrimonio homosexual no va a ser un problema, que la mujer va a poder abortar en los casos que contempla la ley, que la policía no actuará quizás con tanta brutalidad… Las normas económicas no las deciden los partidos, lo hace la Troika. No sé cómo no se conoce más este tratado europeo de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza, que ha sido tan dañino como el de Maastricht, que significó que España se convertía en una economía de monocultivo –construcción y turismo– renunciando a su tejido industrial. Este tratado ataca a nuestras instituciones democráticas: si un Ayuntamiento o una Comunidad Autónoma no cumplen con el objetivo del déficit, aunque lo hagan por haber aumentado el gasto social, pueden ser disueltos. Han convertido la política en una camisa de fuerza. Mientras no salgamos del euro seremos una colonia de la banca alemana.
 
–¿La perversión del lenguaje pasa por vender la ultraderecha como centroderecha (PP), el centroderecha como izquierda (PSOE) y el centroizquierda como izquierda radical (Izquierda Unida)?
 
–Esa perversión está a todos los niveles. Todos los disidentes son terroristas. En la época de González ya existía el GAL y en mi época de estudiante de Filosofía, en los 80, vi unas cargas policiales de los ‘maderos’ con más brutalidad que las actuales. Había tortura, era un método habitual, y se creó la guerra sucia. Los papeles del CESID también pasaban por Juan Carlos de Borbón, así que el Rey también lo sabía. La diferencia es que entonces había más libertad de expresión.
 
 
–¿En qué momento un político deja de ser demócrata?
 
–Cuando permite las torturas, los malos tratos policiales. Lo que ha hecho Jorge Fernández Díaz después de lo sucedido el 22-M. Yo estaba allí y la carga de los antidisturbios fue brutal. El ministro felicitó a los antidisturbios pese a que los detenidos se habían pasado 35 horas sin beber agua ni poder ir al baño en las comisarías. Respecto a lo que les ha pasado a los internatuas [Operación Araña], la veintena de detenidos, algunos conocidos míos, ni son terroristas ni pertenecen a ninguna organización violenta. Estoy convencido de que muchos de los comentarios forman parte de un montaje policial. Cuando uno tiene 50 años y ha vivido el Franquismo y la Transición, y empieza a pensar que pueden llamar a tu puerta… Ya no se puede hablar de democracia.
 
–En cambio, alzar el brazo derecho, posar con una bandera preconstitucional y subir la foto al Facebook o al Twitter es una chiquillada.
 
En las redes sociales la extrema derecha insulta y amenaza con total impunidad. Pilar Manjón [presidenta de la Asociación de Víctimas del 11-M] ha presentado ante la Fiscalía acusaciones por amenazas y burlas y la Audiencia Nacional se ha negado a abrir una investigación. En Internet se pide la muerte de catalanes y vascos. Yo he recibido infinidad de insultos y amenazas de muerte.
 
¿La ultraderecha se filtró poco a poco en las instituciones democráticas o no llegó a abandonar el poder?
 
No salió. Los mandos de la Guardia Civil y el Ejército eran los mismos en los 70 y en los 80. Cuando [los GRAPO] secuestraron a Oriol y a  Villaescusa [exministro y general franquistas], el ministro Martín-Villa llamó al comisario Conesa, un famoso torturador. Fue quien resolvió el caso, utilizando la tortura. La Transición fue una broma porque aseguró la impunidad de los responsables de un genocidio. Hay 150.000 personas en fosas clandestinas y el 80% de los restos no se podrían ya identificar por el paso del tiempo. Las oligarquías económicas conservaron así su poder. La familia Ybarra [propietaria del BBVA] prestó un palacio y un barco en Sevilla para convertirlos en cárceles durante la Guerra Civil. Ahora son los propietarios del ABC.
 
Ahora que hablas de propietarios de periódicos, un día antes de que los sublevados entrasen en Barcelona, La Vanguardia, ahora el medio más afín a CiU, pasó a denominarse La Vanguardia Española por voluntad de los Godó, la misma familia que sigue poseyendo el diario.
 
¡No lo sabía! Que la Transición fue un fraude, esa percepción generalizada, es muy reciente. Pero había voces que lo advertían. Uno de ellos era Vicenç Navarro, socialdemócrata, una especie de Chomsky en versión catalana. Él lleva diciendo que ni a nivel político ni económico la Transición fue un puente a la democracia. Tuvo que venir una crisis descomunal para que esa línea de pensamiento haya sido aceptada.
 
¿Qué supondría para España salir del euro?
 
Inicialmente, tendría consecuencias adversas. Crearíamos una moneda nueva, habría que devaluarla y es posible que la inflación se disparara y el paro no mejorara. Argentina rompió la paridad con el dólar, Indonesia hizo lo mismo, y dos o tres años después estaban creciendo. El momento inicial es traumático, de shock. Podría haber también un corralito, pero la experiencia es la argentina. Cuando los Kirschner hicieron una auditoría sobre la deuda, se negaron a pagar una parte y compraron parte de la deuda devaluada, el país vivió unos años de renacer económico. La catástrofe no es salir del euro, es continuar igual. No sería fácil y sencillo. Pasan además cosas muy raras: cuando se destapó el escándalo de Strauss-Kahn, que era presidente del FMI, se estaba negociando la creación de una moneda internacional de reserva alternativa para sustituir al dólar. También se quería acabar con los petrodólares, conseguir que se pudiera comprar crudo con euros, al contrario de lo que acordó Nixon con el rey Faisal. Un escándalo sexual destroza a un político, salvo que seas Berlusconi. Gadafi era quien iba a poner el oro necesario para la reserva de esta nueva moneda: cuando los rebeldes libios tomaron el control del Estado lo primero que hicieron fue poner esas reservas de oro a disposición de EE UU. Esas cosas no salen en los periódicos: tampoco se dice que la Reserva Federal estadounidense la dominan los bancos y no el Gobierno. Kennedy se opuso a eso y hay quien señala esa como una de las causas de su asesinato..
 
¿Podemos representa una revolución a la islandesa?
 
Juan Carlos Monedero, que es unos años más joven que yo, era además vecino de mi barrio y estudiamos la EGB en el mismo colegio –en la calle Ferraz–, aunque no llegamos a conocernos. Trabajaba como chico de los recados desde bien pequeño de la tienda de comestibles que tenían sus padres y no entendía por qué los porteros de las fincas, que eran clase obrera como él, le trataban como un auténtico parásito. Me parece una persona honesta y fiable. A Pablo Iglesias no le conozco, pero no sabemos muy bien a dónde va Podemos.
 
¿Por qué?
 
No plantea ni salir del euro ni de la UE. Hablé con Willy Toledo, que también les apoya, y me dijo que nunca había visto un partido con menos confianza en su líder. Toledo me comentó que Pablo Iglesias no quería fotografiarse con él, por la imagen que transmite Willy. La clave es no cumplir el pacto fiscal. Mientras sigamos en Europa… Podemos tiene miedo a comprometerse: no apoyó de manera clara las marchas de la dignidad. No es valiente, no está claro lo que hay detrás. No me parece una opción revolucionaria, es reformista levemente. Le hace falta más radicalismo en cuestiones sociales y económicas.
 
Revolución es palabra tabú.
 
Ni siquiera puedes fantasear con la revolución porque Gallardón, a través de Torres-Dulce, el fiscal general del Estado, y de los magistrados de la Audiencia Nacional, se encarga de perseguirte. Han dejado en libertad a Billy el Niño [sobrenombre de Antonio González Pacheco] y el comisario [Jesús] Muñecas y han metido en prisión a Fernando Sota, un hombre de 40 años de Navarra que ha puesto en Internet una foto de dos etarras que tienen que ser liberados al haberse anulado la doctrina Parot. Solo le han condenado a un año, pero tiene que cumplir la condena. Le acusan de terrorista. En cambio, dos personas que han toturado, uno de ellos participó además en el 23-F, se van tan tranquilos por la puerta del juzgado. Este país no parece democrático, parece más bien fascista.
 
Las leyes de Gallardón persiguen a todos los ciudadanos. Pedir una comisión de la verdad que esclareciera los crímenes de ambos bandos en Euskadi y que pidiera a las dos partes una disculpa oficial se considera casi delito por terrorismo. En el mundo anglosajón se tortura, pero hay más tolerancia con la libertad de expresión. Tengo un blog y ya me planteo si el siguiente detenido voy a ser yo. Vivimos en un país en el que se acaban los subsidios y en Cáritas escasean las reservas de alimentos.
 
¿Los españoles merecemos todo lo que nos pase?
 
Por supuesto que no, pero vivimos en un país que ha estado 40 años secuestrado por las Fuerzas Armadas. La Guardia Civil tendría que haberse disuelto. Conservamos el Valle de los Caídos. ¿Hay mayor apología del terrorismo? El abuelo de mi mujer pasó años en un campo de concentración por tener fama de anarquista. Sufrió malos tratos y ni siquiera militaba. Fue andando de Madrid a Jaén y pesaba 45 kilos –midiendo 1,75 metros– cuando llegó. ¿Cómo se siente mi mujer cuando ve el Valle de los Caídos? ¿Por qué se moviliza la Audiencia Nacional para conseguir que el delito de lesa humanidad no se aplique en España? Hay españoles como [José] Couso o Carmelo Soria, un diplomático español asesinado en Chile, a los que no se les recuerda. ¿Es así como defienden a los españoles? ¿Qué clase de patriotismo venden? Los crímenes contra la humanidad nunca prescriben y aquí se obvió el derecho internacional cuando se sacaron la Ley de Amnistía en la Transición. Esto es una pantomina, “una trágica mojiganga”, como dijo Valleinclán. Cada vez menos gente se lo cree. Ocupamos el puesto 64 en independencia judicial. Gallardón y sus lacayos están lanzando un mensaje claro a través de la represión en la red: “El siguiente podrías ser tú”. Cuando ocurre eso pasas a vivir en un Estado totalitario.
 
Extracto de la entrevista de Pablo Sierra del Sol a Rafael Narbona -Escritor y crítico literario.
19-Mayo-2014
 
 

14 may 2014

Misión: salvar al bipartidismo

 “Angela Merkel está en coalición con el Partido Socialista, al final somos todos los mismos, ¿no?” Así comenzaba Mariano Rajoy la contestación a una pregunta de Pepa Bueno sobre la necesidad de convencer a Angela Merkel para conseguir la unión fiscal en la entrevista que realizó para la Cadena Ser. [1] Es indudable que los dos grandes partidos no son exactamente iguales, sobre todo en ciertas políticas sociales que se ven enfrentadas a las doctrinas católicas, que son las que están cautivas en el electorado popular. El PSOE tampoco comparte la virulencia contra la clase trabajadora del PP, sólo se limita a olvidarse de su defensa y a negar la existencia de la lucha de clases. Su táctica es la del palo y la zanahoria, cediendo el palo a las grandes empresas del IBEX-35 y quedándose en Ferraz con la zanahoria para dársela a los obreros en época electoral.

La frase de Mariano Rajoy en la entrevista deja entrever una realidad que ambos partidos se empeñan en ocultar pero que es de sobra conocida para los grandes empresarios, los medios de comunicación, la iglesia, y todos los estamentos privilegiados que nacieron de la “modélica transición”. Para todos ellos, PP y PSOE son lo mismo. Por eso, la maquinaria institucional se pone al servicio de la pervivencia del bipartidismo y para ello no duda en poner en movimiento la tremenda maquinaria de propaganda que tiene en su mano. El objetivo es blindar el bipartidismo y paliar en la medida de lo posible el ascenso de los partidos minoritarios ya instaurados, y con una fuerza relativa, que son IU y UPyD. Además de intentar que los de nuevo cuño, como Vox Equo o Podemos, no consigan hacerse un hueco que ponga en tela de juicio la gobernabilidad. Un término de neolenguaje que significa gobernar sin la necesidad de apelar a los minoritarios, que quizás, no gobiernen como interesa al IBEX-35.

La campaña suele ser habitual en los medios de comunicación, pero las encuestas en las que la gobernabilidad IBEX no está asegurada ha propiciado que incluso sean los mismos partidos los que pidan el voto para ellos o para su oponente, pero para aquel que garantice el actual status quo. Si no votas al PP, vota al PSOE.

El pasado 1 de mayo, el candidato del PP al Parlamento Europeo por Asturias, Salvador Garriga, no escondió esta actitud y llamó a votar al PP o en su defecto al PSOE, ya que expresó en una rueda de prensa en Oviedo que los ciudadanos debían votar a los grandes partidos y evitar los personalismos. Enrique Fernández Miranda, otro eminente miembro del PP se expresó hace pocas fechas en los mismos términos cuando en su cuenta de twitter insinuó que votar a partidos como UPyD, FORO, Vox o IU era tirar el voto a la basura.

Estos mensajes no son exclusivos de la precampaña electoral con motivo de las elecciones europeas. Desde el mismo momento en que las encuestas expresaban un comportamiento que dificultaría la gobernanza IBEX en los parlamentos, estos mensajes empezaron a aflorar por miembros ilustres del PP. Tras las elecciones autonómicas del 2012 donde el PSOE sufrió un varapalo histórico lo que se hubiese esperado del PP habría sido alegría y satisfacción. Pero la reacción fue la contraria. María Dolores de Cospedal declaró en un desayuno en Málaga tras los comicios que en España “es necesario que haya un partido de izquierdas, que tenga una cabeza, un objetivo y una dirección en nuestro país”. Por partido de izquierdas, se refería al PSOE. Esteban González Pons se expresó en términos parecidos, al considerar que a nadie le viene bien un PSOE débil porque el PSOE es la “izquierda del sistema” y su lugar lo ocupa la izquierda antisistema. [2].

Captura de pantalla 2014-05-07 a las 19.27.32 Enrique Fernández Miranda FORO UPyD

Los medios afianzando el bipartidismo.

El pasado 19 de abril un editorial de El Mundo analizaba la encuesta que Sigma Dos había hecho para su periódico en la que los dos grandes partidos conseguían el 63% de los apoyos frente al 80% conseguido hace 5 años. La situación que eso supondría preocupa en el periódico de Unidad Editorial, que analiza para España el siguiente panorama: “Nos podríamos encontrar con situaciones inéditas hasta ahora en nuestra democracia, como que se hiciera preciso el acuerdo de, al menos, tres partidos para gobernar, o bien que fuera necesaria una coalición del PP y del PSOE, una opción nada descartable”.

Una semana antes, el director de El Mundo, Casimiro García Abadillo, publicó una tribuna titulada la pesadilla 60/60, o el miedo al fin del bipartidismo. En ella el autor analizaba lo que supondría el terrorífico panorama del fin del bipartidismo para la pervivencia del status quo. La pesadilla del 60/60 no es más que una participación menor al 60% y que el bipartidismo no llegue al 60% de los votos. El autor consideraría un desastre esta situación ya que sólo considera a Mariano Rajoy y a Alfredo Pérez Rubalcaba políticos de nivel y a los que debemos agradecer su existencia:

“Viendo el debate del martes en el Congreso de los Diputados, uno no podía por menos que dar gracias a que existan Rajoy y Rubalcaba. Con sus defectos, con todos los peros que ustedes les quieran poner, son, en estos momentos, no sólo los políticos de mayor altura, sino también los que garantizan que este país no va a desaparecer en el desagüe de la Historia”.

Son dos los argumentos que esgrime el director de El Mundo para hacer campaña por el bipartidismo, la situación en Cataluña, ya que considera al PP y el PSOE los garantes de la unidad de España y lo que ocurre en Andalucía. Casimiro García Abadillo califica de “deriva populista de una IU cada vez más subyugada por los movimientos callejeros (tipo 15-M, okupas, Afectados por las Hipotecas, etc.)”

Concluye su tribuna con toda una declaración de intenciones a favor del bipartidismo. “El derrumbe de los dos grandes partidos en esta situación sería dramático no sólo para sus líderes, sino para el conjunto del país”.

No sólo El Mundo hace campaña a favor del bipartidismo, el otro gran diario de tirada nacional, El País, ha dejado clara su posición en la portada del miércoles 7 de Mayo.

Blindar el bipartidismo tiene también aspectos legislativos. Como fue la reforma electoral de Castilla-La Mancha, que busca imposibilitar el acceso al Parlamento autonómico de los partidos minoritarios o la reforma del régimen electoral general, para reducir el tiempo de las campañas electorales. El mismo análisis que realizaron Cayo Lara en IU, y Toni Cantó en UPyD. Se trataba de blindar el bipartidismo.

Rajoy dijo este martes en la Cadena Ser que al final todos somos lo mismo, Merkel pertenece al grupo popular en el Parlamento Europeo y Martin Schultz es el candidato del grupo socialista, Elena Valenciano pide votar al PSOE para alejarse de Merkel, pero Martin Schultz gobierna en coalición con Merkel en Alemania. Ser y parecer son verbos que también se pueden llegar a asimilar.

Notas:
[1] Minuto 43:00 entrevista Cadena Ser 
[2] Minuto 01:01:00 Entrevista a Esteban González Pons en los Desayunos de TVE. 

Por Antonio Maestre
08/05/2014
lamarea.com

12 may 2014

La gran estafa

"En 2005 fracasa el "proyecto de constitución europea" tras varios referéndum fallidos, entre ellos, los de Francia, Irlanda u Holanda. No poder consumar la nueva Carta europea provoca que los distintos gobiernos de la zona euro [socialdemócratas y conservadores] decidan, en contra de la soberanía popular a la que se deben, firmar por su cuenta y sin refrendo popular el Tratado de Lisboa. En virtud del mismo se establece entre otras cosas que no sea el BCE, sino la Banca privada, la encargada de financiar a sus países miembros. El papel del BCE se limita así a "emitir papel" según el interés privado. Ya no será posible comprar Deuda pública con la que regular al Mercado. El sueño europeo tomaba cuerpo desde una extrema ilegitimidad: la exigencia de los banqueros alemanes, sustentados por el resto de grandes banqueros privados, que a partir de ahora contemplarán todo un mercado diseñado para ellos. No se trataba de una Europa que buscase la prosperidad de sus Estados [por tanto de sus sociedades], sino la prioritaria rentabilidad de su iniciativa privada.

A partir de entonces y hasta el día de hoy, la Banca privada [no ningún Banco Público Europeo], sigue haciéndose con el dinero emitido por el BCE [convertido en lobby y disfraz de la banca alemana], a un interés entre el 0% y el 1%, para inmediatamente prestarlo a un precio cinco o seis veces superior a sus "países-socios" mediante la adquisición de deuda soberana [la denominada compra de Deuda Pública].  Desde entonces, la denominada crisis financiera [todo el dinero desaparecido mediante la burbuja financiera global] se vuelve a nutrir en buena medida, a costa del Bienestar y el endeudamiento de los Estados escogidos para su sacrificio. El viejo truco bíblico del pago en usura, "cuanto más paga, más debe", continúa mitigando el agujero negro de la globalización financiera.

Ya lo dejó bien claro Wolfgang Schäuble, ministro alemán de finanzas: "Será el Estado español y no la Banca, el que responda del rescate". Es el signo de los tiempos de la nueva dictadura financiera. Sus beneficios son las pérdidas que se giran a los pueblos. La periferia europea parece haber asumido las políticas de vampirización aplicadas por el FMI en América Latina y resto del Tercer Mundo: se suscriben nuevos préstamos para hacer frente al pago de unos intereses cuya imposible liquidación sólo puede realizarse a costa del desmantelamiento social de los países. El endeudamiento conforma la siniestra coartada de los grandes Fondos respecto al jugoso pastel del Bienestar. El pago de la bola de nieve debe realizarse sacrificando el patrimonio de cada víctima/país. La válvula del oxigeno financiero se cierra si no se hipoteca antes, todo activo, toda conquista de derechos. Es el golpe de Estado global al Bienestar".

por Alex Vidal |
nuevatribuna.es | 09 Mayo 2014

10 may 2014

Y, ¿qué pasó con la corrupción?

Como por arte de magia la corrupción ha dejado de estar en el debate político. El asunto no figura en las proclamas de los partidos de cara a las elecciones europeas.

Como por arte de magia la corrupción ha dejado de estar en el debate político. El asunto no figura en las proclamas de los partidos de cara a las elecciones europeas, o lo está tan de pasada que parece vergonzante. Sorprende la coincidencia. Pero a lo mejor no lo es tanto y la cosa puede haber sido hablada entre unos y otros, tal vez porque hayan llegado a la conclusión del que "y tú más" ha dejado de ser eficaz. Lo peor es que no sólo los políticos han decidido olvidarse de la corrupción, sino que el tema ha caído verticalmente en la lista de preocupaciones prioritarias de los españoles que proporciona el CIS. Para solaz de algunos analistas, por llamarles de alguna manera.

Cabe sospechar que ese desinterés popular no es casual, sino que se debe a que los medios hablan cada vez menos de la cuestión y si lo hacen es dándole mucha menos relevancia que sólo hace unos cuantos meses. Es de suponer que ello se debe a dos motivos: a que la corrupción ya no da noticias clamorosas o a que se ha dejado de buscarlas. Y ninguna de las dos supuestos cae del cielo, sino que seguramente ambas responden a planes bien trazados. Un ingrediente importante de los mismos debe ser la presión que el Gobierno ha ejercido sobre los principales medios escritos, primera fuente de las noticias en torno a los escándalos de corrupción revelados en los últimos años, que, unida a otros factores, distintos en cada caso, ha llevado al relevo en la dirección en al menos tres de ellos, justamente los de mayor difusión e influencia.

Otro, más recóndito y sólo detectable por algunas apariencias, es el tejemaneje que el Ejecutivo se debe estar trayendo en los órganos de justicia en los que de una u otra manera puede influir –y pocos se escapan a esa influencia, más allá de los jueces que individual y aisladamente se ocupan de los sumarios- para poner el máximo posible de arena en los rodamientos de los procesos, a fin de evitar que éstos avancen, que es cuando se producen las noticias. La jueza Alaya, la de los ERE, el juez Castro, el del asunto Urdangarín et alia, el juez Ruz, el de Gürtel, y unos cuantos más seguramente podrían contar de todo en esta materia, si pudieran y quisieran.

Lo cierto es que todos ellos, y particularmente los tres primeramente citados, aparecen cada vez más como los malos de la película en este entuerto, por acción o por omisión de grandes los medios de comunicación al respecto y también gracias a la incitación explícita a que como tales se les considere que vienen haciendo, y siguen en ello, distintos portavoces de los dos grandes partidos. De los dos, que la actitud del PSOE en el asunto de los Eres no es, ni en la sustancia ni en la forma, distinta de la del PP en el de Gürtel y sus enormes derivaciones.

Con todo, los señores Castro y Ruz y la señora Alaya pueden darse por satisfechos de no haber terminado como el juez Elpidio Silva. El magistrado que se atrevió a meter mano a Miguel Blesa, algo que parecía estar reclamando a gritos la mayoría de la ciudadanía y, a su manera, hasta los medios mismos, con las excepciones de rigor, fue primero objeto de un linchamiento mediático que, por poco que se conozca el sector o incluso no habiendo puesto jamás los pies en el mismo, olía a maniobra orquestada y ordenada desde el poder como solo huelen esas cosas.

Luego vino la farsa judicial, dirigida y articulada por una militante del PP, que apareció en el asunto como por casualidad, sin que ninguno de sus colegas ni órgano judicial alguno pusiera el grito en el cielo. Y el caso Silva ya ha dejado de ser noticia, sin que ninguno de los periodistas de cámara de esto que cada vez más se parece a un régimen, ni tampoco los partidos de la oposición, hayan tenido a bien a indignarse lo más mínimo ante un atentado tan descarado contra la justicia democrática como ese.

Que los corruptos, los miles y miles de corruptos que hay en España, indagados o no, han entendido que lo ocurrido con el juez Elpidio Silva, lo mismo que lo que ocurrió hace un par de años antes con el juez Garzón, es un claro mensaje de que pueden estar tranquilos caben pocas dudas. Como tampoco los hay de que los magistrados que siguen teniendo asuntos de corrupción en sus manos han leído esa peripecia como una advertencia a ellos mismos, sobre todo –aunque esa lección la deben tener bastante aprendida- comprobando la clase de colegas que tienen en algunos ámbitos de la justicia y hasta donde están dispuestos a llegar con tal de quedar bien con quienes deciden los nombres de los que han de ocupar los cargos que ellos detentan.

Está claro que los dos mayores partidos no quieren saber nada de corrupción y que toda su estrategia al respecto es que el tiempo pase, la dimensión de las implicaciones en los asuntos se vaya reduciendo, mientras sus aparatos, y sus abogados, consiguen limitar las responsabilidades propias a una serie de chivos expiatorios que aparecerán como culpables de todo el día que se celebren los juicios, si es que eso ocurre, por supuesto sin lesionar los intereses electorales de unos y otros, es decir, en fechas que respeten las de los comicios previstos. Izquierda Unida –a la que la corrupción no es ni mucho menos ajena, sobre todo en aquellos sitios en donde participa o ha participado del poder- y UPyD, aún no teniendo muchas implicaciones en el entuerto, así como los dos grandes sindicatos, a los que sí que les ha cogido de lleno ese toro, asisten en silencio a ese espectáculo.


Y para cerrar el círculo, la gente corriente se ha empezado a cansar de la corrupción. El asunto ya no está de moda, tal y como dicen los creadores de la propaganda oficial u oficiosa. Por los motivos antes citados, y también porque el que más o el que menos empieza a percibir muy claramente que la corrupción, en contra de lo que pudo parecer hasta hace muy poco, y eso reduce mucho el interés. En definitiva que salvo un incidente de recorrido imprevisto –que podría perfectamente tener lugar, y eso y poco más suscita alguna esperanza-, la corrupción que ha existido, y la que indudablemente sigue existiendo en uno de los países desarrollados más corruptos del mundo, puede terminar en el baúl de los recuerdos.

por Carlos Elordi

03/05/2014
eldiario.es/zonacritica

4 may 2014

Los neoliberales que nunca se fueron

Netanyahu dice que Rohani continúa la muestra iraní de decepción

"Imaginen a un cirujano al que se le mueren una y otra vez los pacientes en la mesa de operaciones; un ingeniero al que se le caen los puentes; un maquinista que descarrila trenes con frecuencia. Al margen de las consecuencias penales de cada caso, lo cierto es que no se les permitiría volver a entrar en un quirófano, proyectar una obra más, ni acercarse a una estación.

¿Por qué con los economistas es diferente? ¿Por qué siguen en sus puestos los autores intelectuales de esto que llaman crisis? Y no solo en sus puestos: influyendo más que nunca sobre la política de países y organizaciones.

Hubo un momento, allá por 2008-2009, en que parecía que la ortodoxia económica neoliberal se vería obligada a pedir perdón y reconsiderar sus posiciones. Sus principales representantes se mostraban prudentes, salían del escenario, eran señalados como responsables por documentales y reportajes que además destapaban su lucrativa intimidad con el poder financiero. Mientras los dirigentes mundiales hablaban de “refundar el capitalismo”, los teóricos del libre mercado y la desregulación adoptaban un perfil discreto, lo que permitía oír otras voces, de economistas heterodoxos y críticos.

¿Qué pasó después? ¿Cómo es posible que no solo conserven sus puestos y su influencia, sino que además estén reconquistando el poco terreno cedido, expulsando a las voces críticas y recuperando la hegemonía ideológica?

Volvamos la vista atrás, porque se nos olvida de dónde venimos. Parte de su victoria consiste precisamente en eso: han conseguido que el origen financiero de la crisis se difumine, que quitemos el foco del sector bancario, las burbujas hipotecarias y la alquimia bursátil, para colocarlo sobre los Estados. Ya no hablamos de banqueros, brokers, agencias de calificación y productos tóxicos, sino que hoy toda la atención está sobre los Estados, el gasto público, la deuda, la austeridad, los recortes, las privatizaciones, el fin del Estado del Bienestar. Una jugada maestra, diabólica. Unos genios.

Pero si volvemos la vista atrás y somos capaces de mirar por encima de la telaraña tejida, descubrimos que estaban allí. Ellos. Los mismos que hoy siguen aquí, y dan lecciones y marcan el paso. Estaban allí. Eran quienes daban cobertura académica a la desregulación financiera que quitó los frenos a la locomotora. Eran quienes teorizaban sobre modelos que nunca se cumplían. Eran ellos, los mismos que pronosticaban futuros maravillosos que han resultado este presente miserable. Y además lo hacían disfrazando de ciencia lo que siempre fue ideología.

Desde sus cátedras, sus centros de estudios, sus tribunas, sus organismos internacionales, sus comités de expertos, su asesoramiento a gobiernos, sus puestos en órganos supervisores, sus conferencias, sus reuniones internacionales, sus libros y sus medios afines, pusieron letra a la música que tocaba la orquesta financiera, los gobiernos tarareaban y los ciudadanos bailábamos porque era la única que sonaba, machacona, pegadiza.

Estaban aquí también, entre nosotros, teorizando sobre el modelo productivo, la burbuja que no era tal, los precios que nunca caerían, la necesidad de más desregulación, menos impuestos y menos derechos sociales, los beneficios de la gestión privada de lo público y de la privatización de todo lo privatizable.

Ya sabemos lo que pasó después, aunque ahora parece que se nos olvida: el sistema financiero hizo crac, nuestra burbuja hizo boom, la economía hizo puf, el euro hizo ay, y todo se vino abajo. Hubo que tapar agujeros abisales con billones salidos de nuestros bolsillos, y aquí estamos hoy, con mucho del destrozo privado transferido, socializado y convertido en destrozo público.

No es que hayan vuelto. Es que nunca se fueron. Los mismos economistas neoliberales que nos hicieron descarrilar, han sido quienes diagnosticaban la crisis y recetaban las políticas para superarla, y quienes hoy marcan el camino de la supuesta recuperación y diseñan el futuro.

Y lo hacen sin ceder uno solo de los espacios que dominaban, incluso añadiendo otros nuevos. Los mismos expertos fallidos de ayer son quienes hoy forman los comités de expertos que proponen reformas a los gobiernos. Las mismas agencias de calificación que supimos tramposas, hoy siguen poniendo nota a países y empresas. Los mismos que no vieron el peligro en la ruleta rusa financiera, son quienes hoy hacen pruebas de riesgo a la banca.

Por no hablar de dos espacios principales de producción ideológica: la universidad y los medios de comunicación. En cuanto a la primera, es escandaloso cómo la formación de nuevos economistas y la investigación siguen en buena parte en manos de los mismos neoliberales. Y si hablamos de medios, después de esos primeros momentos en que las voces críticas recibieron más atención, hoy vuelve el discurso único, con economistas ortodoxos y fieramente neoliberales copando tertulias televisivas de gran audiencia (donde les ponen pizarra para que nos den lecciones), páginas de opinión, minutos informativos cada vez que se requiere la opinión de un “experto”.

Volviendo al primer párrafo, ¿hasta cuándo vamos a seguir dejando que nos operen, cruzando sus puentes y subiendo a sus trenes? ¿Cuántas veces más tenemos que sufrir sus “accidentes”?".

por Isaac Rosa  
eldiario.es
21/04/2014