29 nov 2014

La industria farmacéutica. El otro escándalo silenciado en los medios.


Vicent Navarro
"Uno de los mayores escándalos existentes en el mundo económico-político de hoy es el comportamiento monopolístico de la industria farmacéutica, aprobado y subvencionado por la autoridades públicas (en teoría, representantes de la población), que protegen dicho monopolio a través de la asignación de las llamadas patentes, que garantizan la potestad a tal industria para inflar los precios de los fármacos. El argumento a favor de este privilegio es que la industria ha invertido enormes cantidades de dinero en la investigación de los productos farmacéuticos, una investigación que necesita ser pagada y retribuida, permitiéndole definir un elevado precio del fármaco, dándole, además, la exclusividad en la venta del producto, prohibiendo la aparición en el mercado de otros productos idénticos que hicieran la competencia a aquellos que tienen la patente. En consecuencia, la industria farmacéutica, altamente concentrada, es uno de los sectores con mayores beneficios existentes en el mundo de hoy.
Esta argumentación oculta varios hechos bien conocidos entre los expertos en la materia. Uno de ellos es que la mayor parte de la investigación que se realiza conducente a la producción del fármaco no ha sido financiada por la industria farmacéutica, sino por centros de investigación financiados públicamente. Se han publicado muchos estudios mostrando, por ejemplo, que la producción de los principales productos en venta en el sector farmacéutico de EEUU se basa en investigación básica financiada por los National Institutes of Health (NIH), los centros de mayor investigación sanitaria del gobierno federal de EEUU. Lo que hace la industria farmacéutica es utilizar esta información, aplicándola a la producción del fármaco. Esta investigación aplicada es una porción pequeña de todo el proceso de producción del fármaco. La mayor parte de los costes de producción no han sido, pues, sostenidos por la industria farmacéutica, sino por el erario público. En realidad, economistas que han estudiado el tema han recomendado que sean los mismos institutos de investigación médica (NIH) que realizan la investigación básica los que hagan la investigación aplicada, con lo cual se evitarían los elevados precios que la industria farmacéutica está exigiendo. Como señala Dean Baker, el Estado federal de EEUU se ahorraría mucho dinero si produjera él mismo los productos farmacéuticos, en lugar de tener que comprarlos a la industria farmacéutica.

Otro elemento ignorado, cuando no ocultado, es que un gran número de empresas farmacéuticas cargan como gastos de investigación gastos que no corresponden a esta categoría, como, por ejemplo, marketing. Y todavía peor, utilizan todo tipo de triquiñuelas para alargar la patente, declarando como productos nuevos productos con ligeras variaciones sobre el producto anterior.

La protesta mundial: la aparición de los genéricos

Esta situación está cambiando como resultado de la enorme movilización y protesta frente a este comportamiento. Como es lógico, la mayor protesta procede del mundo subdesarrollado, que no puede pagar los elevados precios de tales productos. Y algunos Estados, como el de la India, dicen, con razón, que la vida de sus ciudadanos es más importante que la acumulación de riqueza por parte de las empresas farmacéuticas. De ahí que sucesivos gobiernos de la India hayan indicado que en casos de vida o muerte, la ley internacional de patentes no debería aplicarse, una postura que encuentra una gran aprobación y resonancia en la mayoría del mundo donde la pobreza es una constante. Esta postura del gobierno indio se hizo altamente popular cuando dicho gobierno facilitó el desarrollo de una industria farmacéutica basada en genéricos que pudiera competir con las industrias con patentes, lo que ha forzado a la bajada de los precios.

El caso más conocido fue el de los fármacos necesarios para el tratamiento del SIDA, enfermedad que era mortal hasta que la utilización de los fármacos permitió salvar millones de vidas. Cuando tales medicamentos se introdujeron en el mercado, el coste anual del tratamiento por paciente era de 10.000 dólares, en el año 2000. Al año siguiente, en el 2001, el coste bajó en picado, pasando a ser de solo 140 dólares al año, y ello como resultado de la introducción de productos genéricos procedentes de la India, lo cual permitió salvar las vidas de los enfermos con SIDA que vivían en países subdesarrollados económicamente. Médicos Sin Fronteras calcula que el 90% de los 11 millones de enfermos de SIDA que viven en países pobres están vivos porque son tratados con medicamentos contra el SIDA que son productos genéricos, la mayoría de los cuales se fabrican en la India.

Ni que decir tiene que la industria farmacéutica utiliza todos los medios para parar la “invasión” del mercado por parte de estos genéricos. Y uno de dichos medios es tratar de influenciar a los Estados de los países más ricos, como el Estado federal de EEUU, para que se prohíban tales genéricos. El lobby de la industria farmacéutica en EEUU (PhRMA) gasta la friolera cantidad de 132 millones de dólares al año para comprar los votos de los congresistas clave, dentro del Congreso de EEUU, que tienen la responsabilidad de tomar decisiones sobre estos temas. Mike Ludwig (en su artículo “Big Pharma Lobbies Hard to End India’s Distribution of Affordable Generic Drugs”, Truthout, 10.10.14) documenta nombre por nombre quién recibe dicho dinero.

Una situación menos declarada, pero semejante, se da en los países de la Unión Europea, donde el lobby de la industria farmacéutica en Brusela es de los más extensos y más poderosos de los muchos lobbies que configuran la legislación europea. Y una situación idéntica aparece en España".

Publico.es   29/10/2014
Blog de Vicenç Navarro (Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University) - 

25 nov 2014

Cuando el boticario era nuestro mejor camello



"En esto de drogarse, los anglosajones lo tienen mucho más claro que nosotros: drugs son drugs, y el hecho de que se vendan por dos canales diferentes, uno con bata blanca, el otro con móvil y scooter, no cambian su esencia: ambas sirven para lo mismo: colocarse y al loro. La distinción tramposa entre medicamentos psicoactivos –legales, asépticos, con prospecto- y los polvos mágicos que te vende el camello es la consecuencia última de ese incómodo artefacto llamado prohibición.

Pero esto no siempre fue así. Durante un par de décadas, España se convirtió en una especie de supermercado de las drogas del resto de Europa. Y no estoy hablando de la pujanza de los narco-emprendedores en los 90, ni del primer tsunami de cocaína en los 80, sino de unos cuantos años más atrás: las décadas de los 60 y los 70, ese período bautizado con el entrañable nombre de tardofranquismo.

Alguna ventaja tenía que tener vivir en un régimen fascista y con el reloj atrasado medio siglo con respecto a Europa: mientras la policía del pensamiento de las democracias occidentales empezaban a prohibir cualquier sustancia mínimamente sospechosa de hacer gozar al ciudadano, el régimen de Franco seguía a lo suyo: autarquía, toros, aislacionismo y, eso sí, reserva espiritual de occidente frente al enemigo comunista.

"Reserva espiritual" incluye mucho más que procesiones. Incluye también abarrotar las farmacias con una oferta virtualmente infinita de anfetaminas, alucinógenos, opiáceos, barbitúricos y antidepresivos, la mayor parte de ellos de venta al público sin receta. "En los 60, cuando ya habían sido retiradas de las farmacias de Europa, era tan fácil conseguir Centraminas y Dexedrinas en España que en el resto del continente se referían a ellas como "la droga española"", me cuenta por teléfono Juan Carlos Usó, historiador de las drogas en España.

Al igual que hoy en día quien más y quien menos se coloca con algo –de los porros a los antidepresivos, pasando por toda la gama de uppers legales y menos legales– no es descabellado afirmar que durante el segundo tiempo del franquismo media España se metía algo para desconectar. La diferencia es que entonces se hacía con el beneplácito de Farmaindustria. Quién sabe si todo aquel arsenal químico sirvió para mitigar el hastío de los españoles y, de ese modo, prolongar la vida del régimen franquista.

Con Optalidón la vida es más llevadera

Tomemos un caso bien cotidiano y nada sospechoso de coquetear con la marginalidad: el Optalidón era tan imprescindible como el Calmante Vitaminado en el botiquín del hogar. Literalmente, millones de mujeres soportaban sus gr​ises existencias gracias al comprimido amarillo,una apropiada mezcla de anfetamina y barbitúrico. El efecto del Optalidón lo describe evocadoramente este señor extremeño: "Nunca olvidaré el día de mi boda, pero no por la cena, la noche o la ceremonia, sino porque me dio dolor de cabeza antes de los entremeses, me tomé un Optalidón con una copa de vino y un langostino y la mezcla, explosiva en un estómago vacío, me hizo flipar de tal manera que solo esa noche alcancé el cielo de la literatura excelsa. Me traían tarjetas de boda para que las dedicara y me salía la efusión lírica a borbotones. Los invitados leían las dedicatorias y se echaban a llorar (los camareros de La Colina están de testigos), pero mis mensajes no eran fruto del cariño, sino del Optalidón".

   El Optalidón fue retirado de las farmacias en 1983, provocando un síndrome de abstinencia masivo entre las usuarias, aproximadamente una de cada dos españolas en edad de merecer, según las estimaciones más atrevidas.

¡Un Espansul, dos Espansul, tres Espansul!

Mientras el ama de casa pasaba las eternas jornadas hogareñas sumida en la nube química del Optalidón, puede que su hijo se prepara unas oposiciones para ser un hombre de provecho, en la Administración o en la Banca. En tal caso, es más que probable que se pusiera hasta la montura de las gafas de anfetaminas o, si nació más tarde (como es mi caso), de Katovit, una pastilla con un efecto muy parecido al speed que teñía el pis de naranja. De venta en farmacias, claro. Hoy las anfetaminas solo se las recetan a los niños hip​eractivos, lo que son las cosas.

Las anfetaminas se r​ecetaban como antídoto contra la congestión nasal, la obesidad o la depresión. Y también como adelgazante, muchas veces sin el conocimiento de las usuarias de la época, novatas y desinformadas en esto de drogarse. Mi propia madre –a la que llamaré Ali para preservar su identidad– se puso a régimen de anfetaminas durante los años 60, con resultados ambivalentes: "Adelgacé un montón y hacía las tareas de la casa en un periquete, pero cuando las prohibieron el síndrome de abstinencia fue duro: de pronto perdí los superpoderes que me daban aquellas píldoras".

Mi amada madre no estaba sola en la cola de la farmacia. A partir de la posguerra, las anfetaminas empiezan a ser consumidas por gente mayor, amas de casa y estudiantes, grupos acosados por el aburrimiento y la falta de motivación, o por el compromiso de aprobar exámenes", según relata Antonio Escohotado en su clásico Historia general de las drogas'. Las ventas de anfetas también repuntaban notoriamente en las vísperas de sanfermines en Pamplona, apunta Usó.

           ¡Más chutas, no! (colócate con jarabe)

¡Ah, los opiáceos! Qué hubiera sido de la Humanidad sin este regalo de la naturaleza, que alivian tanto el dolor del cuerpo como la pena del espíritu, por ejemplo la que te invade al comprobar la longevidad de un sátrapa golpista. Hasta 1978, las farmacias estaban obligadas a tener una cantidad garantizada de ​láudano, un vino opiado, según me cuenta Juan Carlos Usó. Aquel año no sólo nos trajo una Constitución ejemplar e inamovible sino la retirada masiva de los medicamentos psic​oativos de las boticas.

Pero 40 años de laxitud en materia de drogas legó un enorme stock para futuras generaciones. Eduardo Hidalgo, periodista y drogó​filo, no necesariamente por este orden, fue uno de los beneficiarios de aquellas remesas: "Pude disfrutar de un bote de Elixir Paregórico (opiáceo) en el baño que usaban mis hermanas, alguna de las cuales se ve que había leído a Burroughs".

Muchos medicamentos para la tos incluyen en su composición opiáceos, como la codeína, por su capacidad para distender los alveolos, aunque muchos de sus usuarios no tuvieran tos, sino puro vicio. De hecho, recuerda Usó, "hubo yonquis consumados que no probaron la heroína hasta dos o tres años después de empezar a picarse. ¿Y qué se metían? Lo que encontraban en la farmacia: morfina, láudano, Eucodal, Dolantina, entre otros opiáceos sintéticos". La "epidemia" de atracos a farmacias durante los 80 tenían la caja como objetivo colateral: el verdadero botín era el vademécum.

Cuarenta años antes de esta época furiosa, en plena II República, la heroína se despachaba con normalidad pasmosa (para nosotros: hijos de la prohibición) en las farmacias españolas, tal y como recuerda la farmacéutica de San Rafael (Segovia) cuyo título de Farmacia lo firmó el mismísimo Alfonso XIII:

"En aquella época ciertas drogas, como los opiáceos, estaban ya controladas por el gobierno pero se seguían dispensando. Quedaba a criterio del farmacéutico facilitarlas -en cantidades limitadas- a clientes de confianza. Yo tuve varias clientas adictas a la morfina, -también dispensaba algunas veces heroína, aunque eso duró menos tiempo- que venían todas las semanas a por la papelina con su dosis, que yo misma pesaba y entregaba. Varias eran mujeres de mediana edad y buena posición, que se relacionaban normalmente en sociedad y carecían de estigma alguno. Alguna de ellas había desarrollado problemas respiratorios y otros achaques debidos a su adicción, pero por lo demás llevaban una vida normal y conservaban toda su dignidad y su buen aspecto, incluso lujoso, con sus perlas y sus abrigos de visón. Ninguna murió joven ni tuvo una crisis grave. Su hábito era un tema estrictamente personal e íntimo y a nadie le importaba".

Ketamina pa los pollos

La ketamina, conocida popularmente como "keta" o "Especial-K", es un anestesiante utilizado a partes iguales por veterinari​os y raveros. Provoca una extraña y no del todo desagradable disociación entre la mente y el cuerpo. Y, por supuesto, se vendía en farmacias como si fueran aspirinas. Según me cuenta Juan Carlos Usó:

"Yo compré ketamina en la farmacia en los años 90, completamente legal y sin receta. Cuando el farmacéutico me preguntaba para qué quería un anestésico para caballos le decía que era para cortarle las uñas al gato, que se ponía muy nervioso".

El relato de Eduardo Hidalgo sigue parecidos derroteros:

"Me dieron unos cuantos botes de Ketolar comprados en farmacia. Más adelante, el colegio oficial de farmacéuticos pasó una circular a todas las oficinas de farmacia de España recordando que solo era para dispensación hospitalaria, no para venta al público".

El 1978, el mismo año en el que se instituyó el ahora denostado "régimen del 78", despertamos del sueño drogota sin receta. El Estado dimitió de su labor de dopar al pueblo (un derecho no reconocido en la Constitución) y lo dejó en manos de la economía sumergida, con el peaje de carestía, marginalidad y mala calidad que todos conocemos".

Iñaki Berazaluce es culpable de, por lo menos, del 51% de ​Strambotic. Gracias a Juan Carlos Usó, Eduardo Hidalgo y Cristina Pizarro por sus inestimables aportaciones.

Con información de ​Wikipedia, ​RTVE, ​Juan Carlos Usó,​ Strambotic, ​La Opinión de Coruña,  ​Hoy,  ​Portalfarma.Imágenes de ​​lawebsinnombre y colección privada de Juan Carlos Usó.

noviembre 25, 2014

por Iñaki Berazaluce
Fuente

24 nov 2014

Hay que legalizar las drogas

Legalizar las drogas sería, al fin y al cabo, una medida más eficiente para reducir el narcotráfico y la adicción

Hay que legalizar las drogas, por Ian Vásquez

"El Perú gastará más este año que el pasado en combatir el narcotráfico y pretende además erradicar más hectáreas de hoja de coca. Esto ocurre al tiempo que en el hemisferio la tendencia es buscar alternativas a la prohibición, empezando por la despenalización de la marihuana.

El año pasado, por ejemplo, Uruguay se convirtió en el primer país en legalizar la marihuana y ya más de 20 estados de Estados Unidos han despenalizado dicha droga de alguna manera. La mayoría de los estadounidenses apoya la legalización de la marihuana y el Congreso mexicano, a su vez, debate descriminalizarla.

Es comprensible esta tendencia. Durante más de 40 años, la guerra contra las drogas no ha logrado reducir ni el flujo ni el consumo de estupefacientes, pero sí ha producido un aumento notable de la violencia y la corrupción. Es cada vez más difícil justificar tal política en América Latina. Como dice el senador mexicano Roberto Gil, “lo que puede suceder si se mantienen las cosas como están es que México siga poniendo los muertos y Estados Unidos los consumidores”.

Una reforma verdaderamente eficaz, sin embargo, tiene que ir más allá. Se debe legalizar el consumo, la producción y la distribución de todas las drogas. Solo así se eliminaría el mercado negro –causa de los grandes males asociados al narcotráfico– en todo el espectro del negocio. La legalización de la cocaína en el Perú y países consumidores reduciría la violencia, la corrupción y los márgenes de ganancia de esa industria, así como ocurrió con el alcohol en Estados Unidos tras el fallido experimento de prohibición en los años veinte y treinta.

Ante tal propuesta, surge la preocupación entendible de que aumentarían el consumo y la adicción a drogas duras. Pero hay muchas razones por las cuales no se debe temer dicho resultado.

Un estudio de Norman Loayza y Naotaka Sugawara del Banco Mundial examinó el comportamiento del consumo de la cocaína a diferentes precios en 58 países y concluyó que la legalización de dicha droga no produciría una epidemia de consumo. Calcularon que si el precio de la cocaína cayera hasta en un 80%, el consumo en Estados Unidos se incrementaría en solo 1,1% de la población. El precio no necesariamente dicta el nivel de consumo. Aun en países donde el precio de la cocaína es bajo, como en el Perú, el consumo es mucho menor que en los países donde el precio es significativamente mas alto.

El premio Nobel en Economía de 1992, Gary Becker, incluso sostiene que la legalización reduciría la drogadicción. Bajo la prohibición, los incentivos para el adicto de buscar ayuda se reducen, pues tiene que esconderse de las autoridades. Las posibilidades de ofrecer ayuda también se reducen, con el resultado de que los drogadictos tienden a asociarse con otros adictos. Eso cambiaría con la legalización, ya que habría más oportunidades de ayuda, como es el caso de Alcohólicos Anónimos, por ejemplo. Tal vez podría haber más consumidores de droga, pero el problema de abuso caería.

No nos tenemos que quedar en la teoría. Portugal despenalizó todas las drogas en el 2001. El consumo de estupefacientes no se disparó; es comparable o más bajo que el del resto de la Unión Europea donde predominan políticas más prohibicionistas. La cantidad de adictos portugueses buscando ayuda se triplicó en la última década.

La actual campaña antinarcótica peruana tendrá el mismo resultado que esfuerzos anteriores, en el mejor de los casos reducirá la producción solo en el corto plazo. Pero el problema de fondo no se resolverá hasta que los países consumidores no legalicen las drogas. Mientras tanto, el Perú debe enfocarse en combatir crímenes como el homicidio, el robo y el secuestro, en vez de la droga. Y debe unirse a la creciente ola de voces americanas que abogan por la legalización".

por Ian Vásquez
Instituto Cato
elcomercio.pe
22/03/2014

23 nov 2014

El neoliberalismo y la segunda colonización

"En aplicación de las doctrinas neoliberales estamos asistiendo al acaparamiento de tierras por parte de los países ricos, a través de sus multinacionales en países pobres o del tercer mundo. La tierra ha dejado de ser un bien heredable de padres a hijos con el significado social y cultural que tenía, para constituirse en un instrumento financiero más del poder.

Desde los inicios del siglo XXI se han comprado más de dos millones de km2, es decir cuatro veces el territorio español. Estas tierras son compradas o alquiladas por periodos de cincuenta años a Hedge Found, fondos de capital riesgo, fondos de pensiones, etc con una finalidad especulativa, siguiendo el modelo de cómo se especula con las monedas, oro, etc.

Muchas de estas tierras se dedican a la producción de biocombustibles, que en estos momentos tienen ya una producción anual de 1.400.000 millones de barriles. También se compran para conseguir el aumento de la producción de carne y para la especulación de las materias primas agrarias. Para el año 2050, se calcula que se debe incrementar la producción de alimentos en un 50%. Esto va a provocar un gran desastre medioambiental de consecuencias imprevisibles, pues no hay agua suficiente, ni en ríos ni en acuíferos para poder atender tal demanda especulativa.

¿Qué países compran tierras en estos diez últimos años?

Estados Unidos con unos siete millones de ha, Malasia con tres millones y medio, Singapur y Emiratos Árabes con tres millones cada uno, Gran Bretaña con dos millones trescientas mil, India con dos millones cien mil, Arabia Saudí con un millón seiscientas mil y China con un millón cuatrocientas mil.

¿A qué países se compra?

Papúa Nueva Guinea con tres millones ochocientas mil ha., Indonesia con tres millones setecientas mil, Sudán del Sur con tres millones  y medio, Congo con dos millones ochocientas mil, Mozambique con dos millones doscientas mil, Brasil con un millón  novecientas mil, Ucrania con un millón seiscientas mil, Liberia con un millón cuatrocientas mil y Sudán con un millón doscientas mil.

Gertjan van der Geer, gestor del Fondo Pictet Agriculture piensa, que en un futuro los alimentos serán fundamentales y dice “los países tienen que asegurar los recursos disponibles pensando en esa futura demanda… la agricultura es el sector más fragmentado del planeta, con mucha capacidad pero genera grandes economías de escala”.

Se calcula, que para el año 2030, África producirá un billón de dólares en alimentos.   Un caso emblemático es Arabia Saudí, que ha desarrollado un regadío agrícola nefasto, tras un mal uso de sus acuíferos. Ello ha provocado un cambio radial de esta agricultura de regadío, con un  gran desarrollo  de la desalación de aguas del mar y  una política agresiva de compras de tierras en Sudán y Etiopia, que le garantice la alimentación futura de su población.

¿Qué consecuencias tiene esta política de Arabia en estos dos países?

Por un lado, produce un desplazamientos de miles de agricultores de las zonas compradas, no obteniendo ningún beneficio la población autóctona. Se plantean  cultivos extensivos muy modernizados, con abundante uso de fertilizantes y uso intensivo del agua. Actualmente ya se empiezan a ver las consecuencias, como sucede en el ecosistema del río Omo y le lago Turkana, que llevará a la zona a una situación parecida a los desastres  como los del mar Aral y lago Chad.

Lo mismo que hace Arabia, hacen China y La India, que después de destruir su propio sistema hídrico van a África a reproducir los mismo errores. Esto provocará un éxodo de decenas de miles de agricultores tradicionales.

Casos emblemáticos en África son Mozambique y Kenia. A finales de 2014, Mozambique tendrá arrendadas más de diez millones de ha. con una duración media de cincuenta años y a precios irrisorios.   Todo esto está provocando el agotamiento hídrico del río Limpopo.

Kenia tiene el humedal más grande de África, el delta del río Tana, que en vez de cuidarlos y preservarlo lo que está haciendo es entregárselo a multinacionales: Tarn ha comprado 40.000 Ha para producir caña de azúcar, Mat International ha comprado 120.000 ha, la canadiense Befdford Biofuel ha alquilado 65.000 Ha por cuarenta y cinco años para la producción de biodiesel. Todo esto llevará en un poco tiempo a un desastre medioambiental por el uso excesivo del agua, y acabarán con la gran biodiversidad de la zona.

Para el sociólogo etíope Jaseera Ralmato dice “se están llevando la tierra. Y con ella, los recursos naturales, porque estos inversores están esquilmando los campos, destruyendo los bosques y talando los árboles. El Gobierno sostiene que uno de los objetivos de las ventas era permitir que las comunidades se beneficiaran de inversiones en infraestructuras, servicios sociales… Pero estos beneficios no están incluidos en el contrato. Todo depende de la magnanimidad del inversor”.

En Europa y más concretamente en la Unión Europea está todo regido por la PAC. En los países del este europeo se ha procedido a una privatización del campo, que ha alterado su forma de vida y la composición del territorio. La PAC desarrolla una política de incentivación a los agricultores acomodados a los agronegocios y sobre todo  a fondos de inversión especulativa.

En España este proceso de concentración de tierras también se está dando, sobre todo en fincas de tamaño medio. Está creciendo el número de propiedades agrícolas en manos de sociedades mercantiles, al calor que suponen los fuertes incentivos que da la PAC a estos sectores y mucho menos a los pequeños agricultores.

Como vemos, el neoliberalismo no respeta para nada la naturaleza y la está convirtiendo en un negocio que solo tiene en cuenta el beneficio económico de unos pocos, extenuando y agotando las tierras, lo cual nos llevará al desastre. Es necesario revertir todas estas prácticas del neoliberalismo y buscar un mundo sostenible si queremos tener un futuro como seres humanos. La vida no es dinero, sino respeto al medio donde vivimos."

Edmundo Fayanas Escuer | Profesor y licenciado en Historia
nuevatribuna.es | 16 Noviembre 2014 

21 nov 2014

Esa aristocracia insultante

"Murió Cayetana Fitz-James, Duquesa de Alba. Una mujer que como persona tiene nuestro respeto, al igual que cualquier ser humano, pero que ha sido la representante más conocida de esa clase de señoritos andaluces que han mantenido en la miseria y el subdesarrollo crónico a nuestra tierra. Una elite social que es responsable directa del drama del desempleo masivo en el medio rural y de la pobreza extrema que hemos sufrido durante siglos. Una clase acomodada, que normalmente vive en Madrid, que acapara más de la mitad de la tierra cultivable de Andalucía, que recibe primas europeas por ello, y que no da trabajo a sus gentes y es culpable de la emigración y la despoblación del medio rural andaluz.

De las escenas más penosas que se han visto por parte del Gobierno del PSOE en la Junta, indudablemente la concesión del título de Hija Predilecta de Andalucía a la duquesa de Alba, es la que se lleva la palma. Cayetana representó el continuismo de la sociedad feudal en Andalucía hasta nuestros días y no hay mayor humillación a un pueblo por parte de su Gobierno que homenajear a sus verdugos.

El día que le concedieron ese honor nosotros estábamos en la puerta, en la calle, dejando claro que si alguien merece honores son las miles de jornaleras y jornaleros que durante toda su vida se han quemado bajo el sol y han regado los campos palmo a palmo con su sudor. Mientras Cayetana y los suyos disfrutaban de todos los privilegios habidos y por haber, nuestra gente tenía y aún tiene que mendigar en las puertas de las grandes casonas señoriales las "peonás" suficientes para no pasar hambre.

Gloria y honor para los ricos, para los nobles de sangre azul. Desprecio y persecución para los pobres, para los que hartos de tanta injusticia salen a la calle a combatirla. Salen a ocupar oficinas bancarias para señalar a los ladrones de guante blanco, salen a ocupar fincas improductivas para poner de manifiesto que mientras la duquesa de Alba recibe tres millones de euros anuales por el simple hecho de poseer 34.000 hectáreas de tierra, los jornaleros cobran 213 euros mensuales de subsidio agrario, ese tan denostado por la clase acomodada de Andalucía y de fuera. O salen a expropiar alimentos de primera necesidad en las grandes superficies para poner en evidencia que, mientras que somos medalla de oro en malnutrición infantil, las multinacionales acumulan alimentos de calidad y en cantidades extraordinarias en sus estanterías.

La duquesa ha mantenido su fortuna y la ha ampliado a costa de las jornaleras, de los inmigrantes sin papeles y a costa de unas leyes que a ella la premian y a nosotros nos persiguen. Para nosotros, para los jornaleros y para el Sindicato Andaluz de Trabajadores son las detenciones y la represión: cerca de un millón de euros de multas, peticiones de cárcel que suman ya mas de 140 años, 654 sindicalistas procesados y sin visos de que esto tenga fin.

En los albores del siglo XXI, Andalucía sigue admirando a sus explotadores, al menos lo siguen haciendo sus gobiernos, sus leyes y la mayoría de sus medios de comunicación y la prueba de ello es la capilla ardiente de la duquesa, instalada en el salón más noble del Ayuntamiento de Sevilla.

Espero que Cayetana sea la última jefa de la Casa de Alba y espero que esta familia, sus empresas y todas las grandes fortunas se pongan al servicio de los pueblos y no solo sirvan para el derroche y disfrute de unos pocos privilegiados.

En el siglo XXI las duquesas, las marquesas y los condes son un insulto para los ciudadanos, pero aún más para las personas  que están justo en el otro extremo de la escala social, como son las jornaleras y los jornaleros de Andalucía".

Diego Cañamero
Sindicalista del SAT y activista andaluz
20/11/2014
publico.es

17 nov 2014

“Juegan al golf mientras varios inmigrantes intentar saltar la valla de Melilla”

Ante la incredulidad y dudas de muchos ciudadanos, Periodismo Humano publica el vídeo que demuestra la veracidad de la fotografía "Juegan al golf mientras varios inmigrantes tratan de saltar la valla de Melilla" realizada por José Palazón de la ONG Prodein.

Juegan al golf mientras varios inmigrantes intentan saltar la valla de Melilla. Fotografía de José Palazón – Prodein


Es una foto difícil de entender que sea real porque es una realidad difícil de entender” ha comentado José Palazón quien lleva muchos años defendiendo los derechos humanos de los menores, inmigrantes, refugiados y de cualquier persona que necesite su ayuda, como bien sabemos quienes le conocemos bien.


El 80% de los dos millones que costó el campo de golf fue financiado con fondos europeos de desarrollo regional (FEDER) cuyo objetivo es “reducir las diferencias que existen entre los niveles de desarrollo de las regiones europeas” y para que “las regiones menos favorecidas se recuperen del retraso que sufren”.


     https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Vb1lP69c3ZA

Recientemente sus vídeos que muestran como la Guardia Civil apalea y deporta ilegalmente inmigrantes heridos, atados e inconscientes han dado la vuelta al mundo y han hecho reaccionar a muchos ciudadanos, partidos, organizaciones sociales e incluso a algunas instituciones internacionales ante la tremenda realidad e injusticias que sufren los inmigrantes en Melilla desde hace muchos años y que hasta ahora muy pocos veían o querían ver.

Fuente
23.10.2014 · Javier Bauluz · 
Foto y vídeo José Palazón - Prodein


Los árboles del 9N y el bosque de la crisis




"Las derechas gobernantes en Madrid y en Barcelona están decididas a llevarnos a un callejón sin salida. Y mientras el mundo se mueve y se transforma por días, por horas, nosotros estamos absortos en una polémica propia del siglo XIX y nos mantenemos al margen de los grandes debates que se están dando sobre el panorama postcrisis o p.e. sobre el trascendental y muy complejo acuerdo que se está negociando entre la Unión Europea y los Estados Unidos, de enorme trascendencia para nuestra economía.

La movilización del 9-N fue muy importante por dos razones. En primer lugar porque sacar en torno a 2 millones de personas a la calle no es cualquier cosa, aunque se cuente con un impresionante y sostenido despliegue de apoyo gubernamental de la Generalitat y con la ayuda inestimable de la sucesión de torpezas del gobierno de Rajoy; pero siendo una grandisima movilización que sería un grave error minusvalorar, ha quedado lejos de ser mayoritaria. En segundo lugar porque pasarnos semanas y semanas debatiendo sobre qué hacer el 9-N, ha conseguido que ni en España ni en Cataluña la ciudadanía se entere de los presupuestos para el año 2015 y que el debate parlamentario sobre los mismos, el tema mas importante de cada año parlamentario, pase sin pena ni gloria o todo lo mas con las cuchufletas del Ministro Montoro. Presupuestos que en Cataluña van a tener una reducción de nada menos que 4.000 millones de euros.

Así que todos los que parten el bacalao en Madrid y Barcelona están contentos. Los que no deben estar tan contentos son los millones de parados de nuestro país, cuya situación esta en lista de espera dentro de las prioridades de los dos gobiernos neoliberales.

Y después del 9-N, Rajoy más de lo mismo y Artur Mas, ídem; viendo como pueden sacar tajada electoral del desastre que han provocado.

Tenía la ingenua confianza que el PP iba a moverse algo. Me había animado el razonable articulo conjunto de los exministros Josep Piqué (PP) y Jordi Sevilla (PSOE) publicado en El País y también me había sorprendido gratamente la moderación del portavoz de Societat Civil Catalana, José Ramón Bosch, al que tuve ocasión de escuchar hace unos días, oponiéndose a cualquier medida de judicialización de la consulta y llamando a la negociación política. Vanas ilusiones. Las cada día mayores incertidumbres de la recuperación económica, mas la ristra de escándalos de corrupción,  obligan a Rajoy a seguir poniendo el foco en el reto independentista.

¿Y la izquierda qué hacemos? Seguimos sin encontrar nuestro espacio diferenciado de unos y otros. El PSOE esta condicionado por su ambivalencia: por una parte el respaldo, en exceso legalista, a las posiciones del gobierno estatal y por otro el apoyo matizado a los socialistas catalanes. Pedro Sánchez intenta diseñar una posición mas autónoma de la que tenía Pérez Rubalcaba o a la que sigue teniendo Susana Díaz, pero no termina de tirar hacia delante. Es cierto que no son  nada fáciles los equilibrios de diversa índole que deben mantener los socialistas, pero tendrían que realizar una campaña mucho mas capilar y extensa en el conjunto del país, sobre como ven ellos la reforma constitucional, el modelo federal y el proceso de pronunciamiento de la sociedad catalana. Y los socialistas deben ser muy firmes en la oposición tajante a las querellas u otras medidas judiciales contra el gobierno catalán, eso sí sin caer en algunos excesos como los del expresidente Montilla y su declaración de amor a Artur Mas.

En cuanto a Izquierda Plural, lo primero que debería tener en cuenta son los resultados de la famosa consulta en el cinturón industrial de Barcelona, donde los nacionalistas han patinado cosa mala. Por mucho que se empeñen una parte de las cúpulas de ICV y de la CONC (UGT en Cataluña es un caso perdido para la sensatez) la clase obrera catalana no está por el independentismo y sobre todo no está por hacerle el caldo gordo al gobierno ultraliberal de Artur Mas. Es verdad que las tensiones internas en ICV y en la CONC bordean la ruptura interna, pero su ambigua postura no contribuye a dar la batalla ideológica al nacionalismo neoliberal y tampoco genera suficientes apoyos entre las clases trabajadoras catalanas.

¿Y que decir de PODEMOS? Seguimos sin saber cual es su propuesta al respecto, además de nadar y guardar la ropa.

Mientras, crece la desigualdad social en toda España, incluida Cataluña. Sigue cayendo la protección económica a los desempleados. La atención a la dependencia sigue atascada. El crédito no llega a las PYMES, los autónomos y las familias. No hay respuesta a las recomendaciones de organismos internacionales que nos dicen que hay que reducir la desigualdad salarial, pero a la baja. Los servicios sociales están desmantelándose. Los jóvenes de clase media siguen haciendo las maletas camino de la emigración.

Así que sigamos en el laberinto de Rajoy y Artur Mas, que ya otros decidirán por nosotros (y ahí si que no valen referéndums de ningún tipo) cual es el futuro que nos espera tras la salida de la crisis".

por Héctor Maravall Gómez-Allende | Abogado
nuevatribuna.es | 16 Noviembre 2014 

A veinticinco años de la caída del muro



"Las imágenes de miles de personas demoliendo secciones del muro de Berlín en noviembre de 1989 fueron presentadas en la prensa internacional como la victoria del pueblo sobre la tiranía. El desprestigio del régimen de Alemania oriental, con su sistema represor organizado alrededor de la temible Stasi, era contrastado con las virtudes del sistema de libre mercado. Aún antes del colapso de la Unión Soviética en diciembre de 1991 se impuso la línea única de pensamiento: capitalismo y mercado eran sinónimos de libertad y democracia.

Las voces de mesura fueron acalladas por el consenso estridente que en todo el mundo insistía en los enormes beneficios que derivarían de la liberalización económica. La creencia en las virtudes del libre mercado se vio reforzada por el espectacular colapso del sistema de planificación centralizada representado por la URSS y sus economías satélites.

Para los países de Europa oriental la receta de política económica se redujo a privatizar todos los activos públicos lo más rápido posible. Los miembros de las mafias que hoy son propietarias de la mayor parte de esos activos en Rusia y Ucrania, por ejemplo, son los elementos de la nomenklatura de los antiguos partidos comunistas en esos países.

El espejismo de la nueva era de prosperidad que vendría se enmarcaba en las promesas de la globalización, con su red de mercados sin límites y sin barreras para los circuitos del capital. Los cambios tecnológicos en el plano electrónico parecían ser portadores de una nueva era de crecimiento económico y bienestar.

Pero debajo de este telón superficial, fuera de la mirada del público, se desarrollaba otra historia. Sus personajes centrales eran y siguen siendo la desigualdad creciente y la inestabilidad intrínseca que se inscribe en el código genético del capitalismo. Sus comparsas son bien conocidas: la corrupción y la codicia que alcanza niveles criminales. El mejor ejemplo de todo esto en 1989 fue el escándalo de la quiebra de las cajas de ahorro y préstamo. Estas instituciones habían sido objeto de una fuerte desregulación a principios de los años ochenta y para 1986 los fraudes y quiebras se habían multiplicado. Al caer el muro de Berlín, el presidente George Bush, en un alarde de libertad y democracia, autorizó un rescate con recursos del erario por 1.4 billones (castellanos) de dólares destinados a sostener las maltrechas cajas de ahorro.

La gigantesca estafa se desarrolló lejos de los reflectores que iluminaban la fiesta de la libertad en Berlín. Pero sus rasgos esenciales eran presagio de un oscuro porvenir.

Al caer el muro de Berlín en 1989 seguía vigente la llamada (en aquel entonces) crisis de la deuda que había postrado a las economías del mundo subdesarrollado frente a las potencias occidentales. Los programas de ajuste estructural que se impusieron a los países deudores habían completado la tarea de desmantelar los frágiles esquemas del estado de bienestar que existían en los países del hemisferio sur. Las tristemente célebres reformas estructurales seguían su curso, destruyendo los sistemas de protección de la clase trabajadora y eliminando cualquier reglamentación que pudiera obstaculizar el tránsito de capitales. Esta apertura a los flujos de capital había sido el sueño del capital financiero desde el colapso del sistema de pagos internacionales de Bretton Woods. También era el umbral de la larga hilera de crisis que se desarrollaría en la década de los años noventa.

Esas crisis marcaron un sendero de destrucción y dolor que pasó por México en 1994 y siguió hasta Argentina en 1999, alcanzando el sudeste Asiático, Corea, Rusia y Turquía, para regresar a Estados Unidos, con la crisis de la nueva economía (y el derrumbe del índice Nasdaq) en 2000. De tal suerte que en 2001 el colapso misterioso de las Torres Gemelas encontró a Estados Unidos en plena recesión. La recuperación nunca existió y en cambio, sí preparó el escenario para la gran crisis global que estalla en 2008. Hoy la desigualdad y la crisis son rasgos permanentes de la economía capitalista mundial. Grandiosos ejemplos de la vinculación entre capitalismo y libertad.

En la actualidad casi nadie recuerda que las reformas neoliberales en Rusia fueron impuestas por Yeltsin en medio de la ilegalidad y la violencia. Al disolver ilegalmente el parlamento en 1993, Yeltsin generó las condiciones de un golpe de Estado contra su propio gobierno. El 4 de octubre ordenó el ataque de artillería sobre el parlamento en rebeldía y la libertad del mercado por fin llegó a la ex Unión Soviética, a punta de cañonazos.

Hoy la crisis global tercamente se resiste a desaparecer. Los síntomas de colapso económico y de una depresión larga están en todos los indicadores para quien se tome la molestia de leerlos cuidadosamente. A nivel nacional e internacional las alternativas existen y pasan por el rescate de la política macroeconómica y sectorial, así como por la recuperación de los espacios públicos en todos sus niveles. Para ello será necesario redibujar el paisaje político".

por Alejandro Nadal, 
La Jornada
12 de noviembre de 2014


12 nov 2014

El sindicato "de" Podemos y la venganza de Marx

"Francamente, me ha sorprendido la decisión que se ha tomado desde el partido de Pablo Iglesias El Joven. Añado cariñosamente el sobrenombre para que la frágil memoria no nos haga olvidar la existencia del padre fundador del movimiento obrero y sindical español: Pablo Iglesias El Viejo. Aclaro por qué me ha sorprendido. Un servidor había entendido que Podemos estaba haciendo un trabajoso esfuerzo por generar lo nuevo. Más todavía, por eliminar las gangas que históricamente han tenido los partidos políticos y, en el caso que nos ocupa, las formaciones de izquierda en sus diversas cofradías: socialistas, socialdemócratas, comunistas, laboristas y hasta demócrata-cristianas. Una de esas gangas ha sido la creación de sindicatos, desde el interior de dichos partidos. El padre de todo ello fue Ferdinand Lassalle, legendario fundador de la socialdemocracia alemana.

Hemos recordado en diversas ocasiones la famosa polémica pública entre Lassalle y Karl Marx: el primero activo teórico de la subordinación del sindicato al partido; el segundo, radicalmente contrario. Esta batalla la perdió, desgraciadamente, el barbudo de Tréveris (1). La victoria de Lassalle convirtió al sindicato en un sujeto ancilar: en el chico de los recados, para entendernos. Por lo tanto, el ejercicio del conflicto estaba en función de las contingencias y necesidades de papá-partido. Y así fue durante mucho tiempo. Pero tantas veces fue el cántaro a la fuente que al final se rompió. Quiero decir que, con no pocos titubeos, esfuerzos y hasta asperezas, el sindicalismo europeo fue consiguiendo grados de independencia real que al final acabó decantándose a favor del sindicato. Así también fueron las cosas en España. Esto era lo nuevo; lo otro -la subalternidad al partido-  fue convirtiéndose en pura herrumbre, que los partidos desganadamente tuvieron que ir admitiendo. Desde dentro de Podemos se ha obviado esa historia y, peor aún, los perversos efectos de la sumisión del sindicato al partido.

Esta es mi sorpresa: se forma un sindicato desde dentro de un partido. Así pues, la independencia queda en entredicho, al tiempo que nos permitimos señalar un detalle singular: el nacimiento del nuevo sujeto no está en los centros de trabajo sino en un lugar incorpóreo que no es donde se da la contradicción básica entre el dador de trabajo y el asalariado. Así las cosas, ¿se orienta Podemos a un «sindicato de ciudadanos»? Si tal fuera estaríamos, nuevamente, hacia una confusión de los roles entre el partido (Podemos) y el sindicato que preconiza. Una confusión que lógicamente es gestionada desde el macho alfa que siempre –según la doctrina de Lassalle— quiso ser el partido, y que ya no es por fortuna. Es cierto, ya no lo es por fortuna: esta es la “venganza” de Marx sobre Lasalle.

Otra premisa: la fundación del nuevo sindicato es legítima. Se ampara en la libertad sindical, que siempre defendimos desde los primeros andares del sindicalismo español tras su legalización en 1977. Que guste esta aparición o no es cosa irrelevante. Los sindicalistas de mi quinta no luchamos por la libertad sindical “para nosotros” sino para que los trabajadores se afiliaran donde lo estimaran oportuno.

Me permito una sugerencia, tal vez innecesaria: la reacción de los sindicatos de toda la vida, por así decir, debe estar en las antípodas de cómo la mayoría de los partidos han tratado la irrupción de Podemos. Primero, por puro respeto a la libertad sindical; segundo, porque les sería contraproducente. Es más, entiendo que es imprescindible captar el mensaje que nos manda el recién nacido: quieren «modernizar las actuales estructuras sindicales». Que esta afirmación no se compadezca con lo que hemos referido en torno a la independencia -es más, entra en contradicción con esa modernización-  no es cosa de repetir ahora. Pero el mensaje está ahí: y esa es la necesidad; una necesidad en la que viene insistiendo el sindicalismo confederal de toda la vida pero en la que no acaba de meterse de lleno.

Los avisados saben que una organización sindical no se crea de la noche a la mañana. De manera que pueden transmitir esa enseñanza a las nuevas generaciones de sindicalistas. Pero esto ha sido una verdad hasta ahora, porque estos tiempos son radicalmente nuevos, así es que lo que nos ha parecido irrefutable hasta la presente podría ser una rotunda falsedad en estos momentos donde todo lo que parecía sólido -dijo el clásico- se desmorona. Así pues, el que se instala en los constructos de ayer puede perder hogaño las plumas y, como el gallo de Morón, disponer sólo del recurso al cacareo".

(1) Habla Marx: “En ningún caso los sindicatos deben estar supeditados a los partidos políticos o puestos bajo su dependencia; hacerlo sería darle un golpe mortal al socialismo”. Tal cual. Se trata de la respuesta de nuestro barbudo al tesorero de los sindicatos metalúrgicos de Alemania en la revista Volkstaat, número 17 (1869) en clara respuesta a lo afirmado por Lassalle: “el sindicato, en tanto que hecho necesario, debe subordinarse estrecha y absolutamente al partido” (Der social-democrat, 1869). 

por José Luis López Bulla |
nuevatribuna.es | 11 Noviembre 2014


11 nov 2014

Podemos: democracia interna en cuestión y giro a la derecha

Podemos: democracia interna en cuestión y giro a la derecha    "Podemos completa estos días su asamblea fundacional. Tras unos meses de recorrido, su proyecto se ha ido definiendo cada vez más. Y como era de esperar, el equipo de Pablo Iglesias ha ganado por goleada.



El debate central, que ha copado todos los focos, ha sido el modelo organizativo, lo que, siendo Podemos un proyecto cuyo gran reclamo es la democracia, no era una cuestión menor. La democracia interna, sin embargo, se ha visto seriamente cuestionada.

El discurso de la hiperdemocracia y el voto por Internet (en un esquema en el que el debate en los círculos apenas  cuenta y no hay elección de delegados) ha dejado en evidencia un modelo donde la participación y el debate real se vuelven imposibles. En medio de un alud de propuestas que ningún ser humano normal puede abarcar, sólo queda espacio para votaciones refrendarias sobre unas pocas propuestas que surgen del grupo dirigente. Completa este cuadro el cambio de reglamento de última hora (obligando a votar en bloque los documentos) y la amenaza de Pablo Iglesias de apartarse si su propuesta no ganaba. La verdad es que el 15-M queda lejos.

No hay que ser un profeta para prever el final del proceso: un aparato dirigente supercentralizado y omnipotente, con escasa autonomía para los territorios y bajo control total del equipo de Pablo Iglesias, el gran reclamo mediático y electoral de Podemos. En lo sucesivo, además, si los militantes de Izquierda Anticapitalista (sin los cuales no se habría podido construir Podemos) quieren formar parte de los equipos de dirección, deberán disolver su organización.

El otro gran aspecto del proceso ha sido el del programa, aunque este debate haya pasado bastante desapercibido. En realidad, para el grupo dirigente, el debate del programa no tiene gran importancia. Ya lo dijo Monedero en el cine Palafox en la presentación de Podemos  para las europeas: "los programas valen lo que la honestidad de quienes los han de poner en marcha, como Pablo". Además, "se hacen viejos enseguida". El primero que se hizo viejo, muy viejo, fue el manifiesto inicial "Mover ficha", que duró solo cinco semanas y fue sustituido por un programa electoral que dejaba en el camino las reivindicaciones más rupturistas. Ahora tenemos algunos retazos más, que van más a la derecha. Es el caso de la deuda pública: ya no se trata de "no pagar la parte ilegítima" sino de hacer una “reestructuración ordenada”. Del mismo modo, llama la atención que la Asamblea no haya tenido ningún posicionamiento claro contra la prohibición de la consulta catalana y a favor del derecho incondicional de los catalanes a decidir libremente su futuro nacional, incluida la separación.

En estos últimos tiempos y a lo largo de diferentes espacios televisivos, hemos ido viendo loas de Pablo Iglesias a la pequeña y mediana empresa o un tratamiento con guante de seda hacia los ricos. Es posible que sean los primeros tramos de un camino hacia la "centralidad política" que Pablo Iglesias reclama para ganar las próximas elecciones generales.

En paralelo, es tal la descomposición del régimen monárquico y de sus partidos que Podemos sube cada mes en las encuestas, concentrando gran parte de las expectativas electorales de cambio de las clases medias y de gente trabajadora. Los activistas de los círculos de Podemos que quieren la ruptura y transformaciones radicales tienen una dura tarea por delante".

Written by  CR
28 Octubre 2014


Podemos y el pago de la deuda

"La deuda ha sido un mecanismo colonial en muchas partes del mundo. Como tal, es un problema que afecta a la soberanía de los pueblos, y debería ser afrontado con valentía. Cualquier iniciativa que quiera profundizar la democracia debería establecer mecanismos de soberanía no negociables con instituciones que no respondan al principio democrático. Recientemente, Podemos ha aprobado una resolución titulada “Auditoría y Reestructuración de la Deuda”. La resolución contiene puntos interesantes. Pero parece dispuesta a no abordar el tema en función de sus efectos sobre la soberanía, la democracia y la justicia, mientras se pueda aligerar la carga que supone.

De entrada, la resolución de Podemos afirma que conviene huir del discurso de ‘no querer pagar la deuda’. La cuestión de la deuda, en realidad, se trata como una cuestión económica, que se intentará resolver facilitando la permanencia en el euro. Con esto, Podemos parece no querer enemistarse con las élites globales y dejar claro que no tomará medidas de forma unilateral si no se llega a acuerdos ¿Significa esto que seguiría pagando la deuda si se amenazara a España o se la chantajeara con dejarla fuera del euro, a pesar de los perjuicios sociales y políticos que implicaría el pago? Es difícil imaginar cómo se podría llevar a cabo una reestructuración beneficiosa. En casos como el de Grecia en 2011 y 2012 o el de los países africanos altamente endeudados en 2005, las quitas beneficiosas para los acreedores no lo fueron para los deudores. Las élites financieras, en realidad, han demostrado que sólo aplican quitas para hacer la deuda sostenible, evitando que haya un impago perjudicial para ellas.

Algo parecido sucede con el artículo 135 de la Constitución, modificado por el PP y el PSOE para priorizar el pago de la deuda y sus intereses. En marzo de 2014, Podemos proponía eliminar esta modificación que usurpa soberanía a la ciudadanía y se la entrega a unos pocos. En la actual resolución, este artículo ni siquiera se menciona. Con ello, se renuncia a hacer visible el déficit democrático que subyace al actual funcionamiento de las finanzas y que permite a las élites someter a la ciudadanía.

En realidad, las Auditorías Ciudadanas de la Deuda suponen un mecanismo soberano y democrático para supervisar y decidir sobre el sistema de endeudamiento público sin injerencias externas. La actual resolución de Podemos aboga por establecer auditorías ciudadanas como mecanismos de transparencia y difusión, pero no como instrumentos que expresen un mandato de la ciudadanía. En nuestra opinión, las auditorías sí deberían establecer un mandato que el gobierno debería aplicar. Los análisis salidos de un trabajo de auditoría que combine elementos técnicos con elementos de colaboración ciudadana en la investigación y la supervisión permitirían a la ciudadanía poder decidir que deudas son ilegítimas y no deben pagarse.

Por otra parte, la reestructuración de la deuda tampoco es suficiente para combatir el consenso de la libre circulación de capitales a nivel global. Ésta, en realidad, no cambiaría el modelo social ni permitiría asentar una recuperación económica sólida a no ser que se produzca un cambio profundo a nivel internacional. Tampoco garantizaría una posición más creíble frente a los poderes financieros. Si se compromete a pagar y a mantenerse en el euro, y si insiste en que el problema es simplemente económico y no de democracia, Podemos iría a las negociaciones habiendo mostrado demasiada moderación. Como nos muestra la historia, la esfera financiera no puede ser regulada mediante negociación. Las políticas financieras aplicadas en los años 30 del siglo pasado en EEUU, Europa y Japón, o casos recientes como el de Malasia, en 1997; Argentina, en  2002, e Islandia, en 2010, nos demuestran que la única manera de poner freno al sector financiero es reduciendo su tamaño y limitando su libertad de acción de forma drástica. Medidas de este tipo han sido aplicadas por la UE en Chipre en 2013 y son recomendadas por el mismo FMI en situaciones de crisis financieras. Éstas se llevan a cabo a través de mecanismos estatales. De ahí que sea erróneo técnicamente, como se decía antes, tratar la cuestión como una decisión que debe trascender al ámbito estatal.

Por último, plantear una reestructuración de la deuda sin introducir un precedente que asiente una nueva doctrina política respecto a las finanzas de los estados podría ser una gran oportunidad perdida. Los momentos en la historia en los que cambian los consensos sociales sobre políticas que han sido tachadas como radicales por las mismas élites, son aquellos en que existen situaciones de desesperación. En ellos, la credibilidad de quienes han sido críticos con el actual sistema va en aumento, mientras que la de los que han defendido el actual estado de las cosas se desmorona por sus agresiones, abusos y mentiras. Es en estos momentos, justamente, en los que se debe arriesgar. Y eso supone mostrar cómo ciertas medidas tachadas de peligrosas son en realidad esenciales para establecer una democracia real, que es a la que aspira Podemos.

Sabemos que vivimos en una cultura muy influenciada por el sentimiento de culpabilidad, en la que expresiones como ‘no pagar’ o ‘no trabajar’ provocan una reacción negativa. Sin embargo,  iniciativas como Podemos podrían ayudar a dar sentido al ‘No Pagamos’ que la Plataforma de Auditoría Ciudadana de la Deuda lleva años explicando. Otros ejemplos como el de la PAH  enseñan que los diques culturales impuestos desde arriba se pueden romper, generando una gran cohesión social alrededor de nuevas causas. Esto se podría hacer otorgando centralidad a las auditorías ciudadanas, centrando los esfuerzos en explicar que se deben establecer mecanismos para detectar deudas fraudulentas e ilegítimas, y que éstos tendrán una misión democrática parecida a otros mecanismos democráticos que se van a establecer. La ciudadanía podría entender fácilmente que esta iniciativa es de sentido común. Poco a poco se deberían añadir otros elementos al debate, como el control de los flujos financieros o la soberanía monetaria. El tiempo juega a favor de Podemos en esta temática. Si estos mecanismos soberanos no se establecen ahora, posiblemente no se haga nunca".

por Sergi Cutillas 
05/11/2014 
eldiario.es

8 nov 2014

¡Cataluña tiene todo el derecho a votar y a decidir!

"El Gobierno y el Tribunal Constitucional han prohibido la consulta de autodeterminación del 9 de Noviembre en Cataluña. Lo han hecho con apoyo del PSOE.

La han prohibido contra la voluntad del 80% de los catalanes, contra los 874 ayuntamientos (el 92%) que se han pronunciado a favor, contra la mayoría de más de dos tercios del Parlament de Cataluña, contra el millón largo de personas que, por tercer año consecutivo, han salido a la calle este 11 de Setiembre a exigirlo.

¡"La voz del pueblo no es ilegal"!

El Gobierno dice que la prohíben "en nombre de la democracia". Pero ¿desde cuándo es democracia negar la voz a todo un pueblo? ¿Desde cuándo la voz del pueblo es ilegal? ¿No votaron en Escocia?

Nos dicen que la Constitución no permite la consulta y que aquí no hay más democracia que la Constitución. Pero entonces ¿por qué no la modifican para permitir la consulta, en lugar de lanzar amenazar a los catalanes? ¿No la modificaron acaso cuando Angela Merkel se lo pidió y en sólo dos semanas, mano a mano con el PSOE, aprobaron el artículo 135, según el cual el pago de la deuda pública a los banqueros es "prioridad absoluta" del Estado?

Rajoy habla de democracia, pero ¿cuándo han preguntado al pueblo si queremos la monarquía o la república, si estamos de acuerdo con la reforma laboral o la de las pensiones, si queremos la privatización de la sanidad o pagar la deuda pública a los banqueros?

La unidad no se puede imponer a la fuerza

El gran argumento del Gobierno -y del PSOE- es que el futuro de Cataluña "lo tenemos que decidir entre todos los españoles" Pero a un pueblo no se le puede imponer la unidad a la fuerza.

La unidad forzada es la que defienden los banqueros y grandes empresarios, con el apoyo de Merkel y la UE. Pero nunca puede ser esa la postura de la clase trabajadora, porque la unidad a la fuerza sólo provoca división y odio entre los pueblos y de ello sólo se beneficia el enemigo común: el gran capital, su gobierno y el régimen de la monarquía, ése al que "le llaman democracia y no lo es".

Como partido de la clase trabajadora, queremos la unión, pero no una unión forzada sino una unión libre entre pueblos libres. Queremos una unión libre de Repúblicas.

Llamamos a todas las fuerzas de izquierda y progresistas, a IU, a Podemos, a las fuerzas sindicales, a los movimientos sociales a unir esfuerzos en defensa del derecho democrático de los catalanes a celebrar el referéndum".

Martes, 23 Septiembre 2014 14:40 

4 nov 2014

Google te espía, pídele el divorcio

"Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques."
-Artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

La privacidad es un derecho humano al que renunciamos habitualmente en Internet. Cuando aceptamos los términos y condiciones de una gran variedad de los servicios que utilizamos online, estamos renunciando a la propiedad de nuestra información. Las acciones que hagamos serán registradas, sitios visitados tanto en Internet como en la vida real, fotografías y vídeos subidos, correos electrónicos, información de contactos y todo lo que puedas imaginar. La sed que tienen algunas compañías por nuestra información no conoce límites y llega al punto de asustarnos.

Compañías como Google o Facebook basan su negocio en lo que hacen con nuestra "privacidad", eso sin hablar de muchos gobiernos que sin orden alguna pueden pedir tu información. Qué irónico que Facebook de tantas opciones de privacidad cuando ya admitió que había vendido información de los usuarios a compañías de publicidad. Lo peor de todo, es que al debatir con otras personas sobre este escándalo oigo la típica frase que dice así: No me importa que espíen, no tengo nada que ocultar.

Cuando alguien dice, "No tengo nada que ocultar", lo que quiere decir es "No me importa este derecho", lo cual a su vez se traduce como "No tengo ese derecho, porque he llegado al punto de tener que justificarlo". A mi modo de ver, la realidad es que son ellos quienes deberían justificarse por sus intrusiones en nuestro derecho a la privacidad. - Edward Snowden, ex-analista de la NSA.


google drive para linux

Mi búsqueda por la propiedad de mis datos empieza por Google

Nuestro problema es que estos servicios son tan cómodos que acabamos dependiendo totalmente de ellos, ese es su atractivo. Incluso llegamos al punto de no poder realizar nuestras tareas si no contamos con ellos. Ante esta situación he decidido buscar alternativas a Google de las que me pueda fiar (software libre o de código abierto) para ser yo el que administre mis datos, con el objetivo de que no pasen por un servidor ajeno y sean leídos o utilizados, me da igual con que fin.

¿Es porque tengo algo que ocultar? Bueno, a parte de mis planes de dominación mundial habituales creo que no, pero pensemos un poquito, ¿tú dejarías entrar en tu casa o a tu buzón de correos a gente que no conoces a su antojo? No ha sido fácil, pero he conseguido reemplazar una importante selección de los servicios de Google y hoy lo comparto con vosotros.

Alternativas a Google

Para poder escribir este post he tenido que escribir varios antes para poder enlazarlos y que los interesados tengáis la información a mano. Las aplicaciones con las que he reemplazado los servicios de Google puede que no sean las que tú usarías, si es así deja un comentario con tu opinión. sin más dilación estas son mis alternativas a Google:

Google -> DuckDuckGo es un buscador que protege tu información, además tiene funciones muy interesantes.
Google Play -> F-Droid sirve para descargar aplicaciones libres o de código abierto.
Google Keyboard -> Android open source keyboard no tiene swipe pero al ser de código abierto me fio de que lo que escriba no será registrado.
Google Ads -> Adblock Plus, si me libro de Google también de sus anuncios.
Google Chrome -> Firefox lo mejor de este navegador es que puedes crear tu propio servidor donde almacenar los datos de historial, pestañas, marcadores... etc. Así tus datos de navegación no pasarán por servidores ajenos.
Google Drive -> ownCloud puedes almacenar tus archivos, edición colaborativa de documentos, calendario, notas, contactos... Es una joya que tiene un brillante futuro por delante. Lo vamos a usar para sustituir multitud se servicios.
Google Tasks -> todo.txt es una opción fantástica, hace tiempo que lo uso y nunca me ha defraudado, lo sincronizo entre dispositivos usando ownCloud.
Google Keep -> ownCloud notes. También hay aplicación para Android.
Google Calendar -> ownCloud Calendar usando davdroid (y cadroid si usamos https) se puede sincronizar con standalone calendar, el calendario de Android de código abierto.
Google Launcher -> launcher3 el launcher por defecto de Android, no tiene Google Now integrado.
Google Contacts -> ownCloud Contacts se sincroniza con Android con lo mismo que he descrito en ownCloud Calendar.
Google News -> ownCloud News incluso hay app para Android.
Google Play Books -> Calibre
YouTube -> Aplicaciones que nos permitan usarlo sin cuenta, como FREEdi
Gmail -> openmailbox. Como aplicación de Android uso K-9, tiene la capacidad de cifrar correos usando openkeychain.
Hangouts -> Telegram
Sincronización en Google de fotos y vídeos -> ownCloud para Android tiene subida de videos y fotos a nuestro servidor.
Google Maps -> OpenStreetMap


Ha costado pero me parece una lista bastante completa. Da miedo lo mucho que podemos llegar a depender de compañías como Google.

Una reflexión

Para despedir este artículo, me gustaría hacerlo con una reflexión. A muchos de nosotros, el boom de Google, Facebook y de compañías similares nos ha pillado con cierta edad, pero los niños de ahora serán espiados desde el momento que tengan una cuenta en cualquiera de estos servicios. Quizá sea una cuenta que sus padres abrieron en Facebook, para poder compartir sus fotos de niño o de bebé, o puede que le hicieran una cuenta en Google para que pudiera descargar jueguitos para la tablet. En cualquier caso, toda información será recopilada y se hará negocio con ella. Como acérrimo defensor de los derechos humanos que soy, esto me enferma.


De nosotros depende seguir usando estos servicios o buscar soluciones libres que no busquen lucrarse a costa de suprimir nuestra privacidad. No se si será posible sustituir todos estos servicios privativos, pero yo al menos lo voy a intentar.

Nov 2014
Fuente