31 mar 2015

Para ser un país aconfesional

España es un Estado aconfesional, pero lo disimula muy bien. Imaginad qué pasaría si lo fuésemos

Colectivos ciudadanos piden el apoyo de los diputados del Congreso para presentar un recurso de inconstitucionalidad contra las inmatriculaciones. (Foto. Plataforma Mezquita-Catedral Patrimonio de Todos)
Colectivos ciudadanos piden el apoyo de los diputados del Congreso para presentar un recurso de inconstitucionalidad contra las inmatriculaciones. (Foto. Plataforma Mezquita-Catedral Patrimonio de Todos)
"Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones [Artículo 16.3. Constitución Española]".

España es un país muy curioso. Lleno de contradicciones y desigualdades. Una escandalosa tasa de paro pero uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo. Grandes ciudades y pequeñas aldeas a punto de desaparecer. Tiene islas y montañas, valles y extensas llanuras. Lo que sí parece un consenso compartido por todos es lo que dice nuestra Constitución en  torno a nuestro credo: España es un país aconfesional.

Sin embargo para ser un país aconfesional, el Consejo de Ministros de la decimotercera economía mundial se reunió el pasado viernes 27 (Viernes de Dolores) para conceder 11 indultos a reos comunes a petición de 11 cofradías de Semana Santa para "mantener la tradición".

Para ser un país aconfesional y tener la duodécima esperanza de vida, se mantienen capillas católicas en todos los hospitales públicos incluso en aquellos de nueva construcción nombrados como los bebes con sangre real. Para ser un país aconfesional y ser el tercero en número de monumentos Patrimonio de la Humanidad, dejamos que la Iglesia Católica se apropie de uno de ellos, cambie su nombre, la Mezquita de Córdoba, y lo registre para su uso comercial.

Para ser un estado aconfesional, la educación concertada, en su mayoría confesional, supone el 25% del total de centros del sistema de educación no universitaria y ya alcanza los 2.000.000 de alumnos. En la Comunidad de Madrid la concertada es mayoritaria, pero no sólo por la decisión de los padres sino por las ingentes ayudas del gobierno regional en la construcción de nuevas escuelas concertadas. Un ejemplo sencillo: en el Ensanche de Vallecas, en el sureste de Madrid, construido casi en su totalidad en el siglo XXI, se inauguraron cinco centros de Educación Primaria. Tres son concertados católicos y dos son públicos. Si a los padres no les queda plaza en la pública, dos opciones tienen: llevarlos a la concertada en su mismo barrio o a la pública en el quinto pino.

Para ser un país aconfesional, la Agencia Tributaria ejerce de recaudador de impuestos para uno de los credos y que en 2014 ascendió a 249 millones vía casilla del IRPF. El resto de credos no pide su casilla no siendo que lo que les corresponda sea inferior a la subvención final por otras vías. Con todo, somos cada vez más los católicos que nos negamos a que se destine el 0,7% de nuestros impuestos directamente a la Iglesia Católica y que esta pueda discrecionalmente contratar este otoño para su radio a Carlos Herrera por 8 millones de euros al año. Según la Agencia Tributaria, en 2013, sólo el 34% de los contribuyentes (6,7 de 19,4 millones) marcaron la casilla de financiación de la Iglesia Católica. Teniendo en cuenta que según el CIS en 2011, el 73% de los españoles se autodefinía como católico, algo falla a la hora de pasar el cepillo. Lo cierto es que sólo el 10% de los españoles vamos a misa los domingos y esta cifra va en descenso. La mayoría no son ni de misa ni de Cristo, sino de Messi y de Cristiano. Según el CIS, el 52,5% de los españoles fue a ver un partido de fútbol al estadio el año pasado, a misa sólo fue una vez el 28,1% incluyendo bodas, bautizos y comuniones. El año pasado escribía en eldiario.es que España ha dejado de ser católica practicante. Quizá debía haberme referido no tanto a España sino a los españoles. Lo que sí podemos afirmar que España es un Estado aconfesional, pero lo disimula muy bien. Imaginad qué pasaría si lo fuésemos.

por Julio Embid
30/03/2015 

Interoperabilidad eres tú, pero no lo son Facebook, Google+, Twitter o Linkedin

Durante muchos años atrás el debate de los sistemas operativos interoperables dio mucho sobre qué hablar y sobre qué escribir. Largo y extenso fue aquel debate de la interoperabilidad llegando a tener hasta en algunos países un marco de interoperabilidad en el que circunscribir los esfuerzos tecnológicos de la administración pública. Hoy en día, sin embargo, creo que el debate de la interoperatibilidad debemos llevarlo más allá y comenzar a exigir a los que nos prestan los servicios en las redes a cambio de crearles un negocio que se hagan interoperables de una vez.

Google, Apple, Microsoft, Facebook, LinkedIN o Twitter, mientras hablan en todos los foros de términos tan bonitos como "Neutralidad en la red", "Innovación", "User Experience", "Libertad de Elección" o "Privacidad" continúan luchando mano a mano para defender su negocio de datos, sin contar con lo conveniente para los usuarios a la hora de hacer que sus servicios sean de una vez por todas interoperables. Mientras que los protocolos de las redes se han hecho interoperables para que todo funcione por encima, los servicios que han creado todas las multinacionales por encima son de todo menos Interoperables. Y me explico sobre este asunto, que me gustaría debatir con vosotros.

Si yo quiero comentar en un post publicado en Google+ tengo que tener obligatoriamente una cuenta de Google. Si quiere enviar un mensaje privado a una cuenta de Facebook tengo que tener obligatoriamente una cuenta de Facebook. Si quiero marcar como favorito esa foto que has subido en Twitter tengo que tener una cuenta en twitter. Si quiero enviarte un mensaje de WhatsApp tengo que tener un cuenta de WhatsApp. ¿Por qué es necesario tantas cuentas? 

¿Por qué para enviar un correo electrónico no necesito ninguna cuenta de tu sistema, para enviarte un SMS no tengo que tener ninguna cuenta en tu compañía de teléfono o para llamar a China no necesito tener cuentas allí? Pues porque esos sistemas nacieron para ser interoperables y los que tenemos hoy en día no. Para comentar en Google+ hay que tener una cuenta en Google o para enviarte un mensaje a una identidad de Facebook necesitas una cuenta. ¿Cuántos de vosotros tenéis sociales que no queréis usar? Es tan dantesca la situación, que la gente acaba duplicando y triplicando las mismas conversaciones entre la misma gente por distintas redes sociales.

Ellos crearon el caos de la identidad al no crear sus sistemas interoperables. Y no solo pensando en la identidad, sino en el servicio en sí. Como yo lo veo, alguien como Facebook debería estandarizar los protocolos de interacción con su plataforma y cualquier otra red social debería poder interoperar con ella. Es decir, si federan sus identidades y crean un protocolos para enviar mensajes, entonces se podría seguir lo que publica alguien en Facebook o desde Linkedin, o desde Twitter. Igual con las fotografías, los comentarios o la visualización del time-line, etcétera.

Sí, sé que no son todos los servicios exactamente iguales, pero... ¿no hay un core de 15 o 20 acciones básicas que hacemos en las redes sociales que son iguales en todas ellas y se podrían estandarizar? ¿No queríamos un Internet interoperable? Pues bien, esto se ha quedado en la capa de comunicaciones y en los servicios básicos que se crearon antes de que comenzaran las guerras entre las grandes corporaciones de Internet por ponerte publicidad y llevarse los datos a cambio de darte un servicio. Hace años que no interesa hacer servicios interoperables y nos hemos quedado con el correo electrónico y la llamada de teléfono como servicios básicos de comunicación interoperables, el resto o no son masivos o no se han interoperado.

No estoy diciendo que todas las funciones de Facebook tengan que estar en Linkedin o Google+, o que todas las funciones de WhatsApp tengan que estar en iMessage, pero sí que puedan interoperarse sin tener que tener 20 apps, 20 cuentas de servicios y estar sometido a 20 identidades distintas que generan el caos de la identidad. Al final son eso, 20 cuentas, con sus 20 passwords y sus 20 sistemas de segundo factor, sus 20 políticas de privacidad y sus 20 términos y condiciones del servicio. Total, para entrar en las 20 cuentas y:
1) Ver lo que han publicado tus contactos
2) Ver los mensajes que te han enviado de forma privada
3) Publicar tus cosas
4) Responder mensajes privados

¿A quién no le gustaría, como sucede en el correo electrónico, tener su cuenta de Apple ID - o la que sea - y poder enviar un mensaje a Facebook, WhatsApp o Twitter sin tener que abrir una tras otra cuentas distintas, con nuevas identidades, nuevas contraseñas, distintos factores de autenticación, preocuparme por gestionar 20 grupos distintos de compañeros y amigos que tienen los mismos problemas que tú? ¿No creéis que va siendo hora de que inviertan en hacer que sus sistemas sean interoperables de una vez? A día de hoy la interoperabilidad eres tú, pero no ellos. Venga Redes Sociales Innovadoras no es tan difícil, seguro que sabéis hacerlo para que sea mejor para todos.

Saludos Malignos!

MARZO 15, 2015

27 mar 2015

La universidad de Rajoy, otro negocio para la banca




El gobierno acaba de aprobar (un vez más por decreto) otra importante reforma educativa que también en esta ocasión tiene significativos efectos colaterales, ahora en forma de un nuevo negocio para la banca.

Lo que propone el gobierno es que la actual estructura de los estudios universitarios (cuatro años de grado más uno de áster) pase a ser (en principio de modo voluntario según el criterio de cada universidad) de 3 más dos.

La propuesta no es en sí mismo buena o mala sino que, como suele ocurrir casi siempre, depende del contexto y las condiciones en que se lleve a cabo.

Otros países europeos tienen esta estructura y no son precisamente los que tienen un peor sistema universitario, de manera que puede ser que la fórmula también pudiera ser la más apropiada para España. Pero hay razones para pensar que el modo en que se llevará a cabo en nuestro país va a generar graves costes sociales y muy pocos resultados positivos.

En primer lugar, hay que lamentar que de nuevo se proceda a implantar un cambio de esta envergadura sin apenas debate previo, sobre todo, cuando hace tan poco tiempo que se optó por un modelo distinto. Gobernando con prisas y por decreto el gobierno de Rajoy demuestra una vez más que lo que busca no es encontrar las mejores soluciones sino poner en marcha cuanto antes y a cualquier precio las medidas que, como en este caso, benefician a unos pocos grupos e intereses sociales.

En segundo lugar, hay que tener en cuenta que los cambios en el sistema educativo no se pueden llevar a cabo considerando solo su propia estructura sino que hay que poner sobre la mesa la financiación que van a  a necesitar para evitar que su provisión se deteriore, como creo que será inevitable que ocurra en este caso.

En un momento en que las becas se reducen y suben constantemente los precios públicos universitarios, optar por esta fórmula solo puede llevar a que se agudice el ya fuerte proceso de expulsión de alumnos del sistema educación superior.

La estrategia que hay detrás de esta nueva estructura de los estudios es bien clara. El grado, que hasta ahora es el que está asociado a precios públicos más reducidos, se acorta y se hace más elemental para pasar cuanto antes a la fase de máster que se puede y se va a ofrecer a precios mucho más elevados y libres.

Se fortalece así la provisión de la enseñanza universitaria como un simple negocio que va a excluir a buen número de estudiantes y no solo por razones de capacidad o excelencia. Y así se beneficia a las universidades privadas que podrán especializarse -con menos competencia desde las públicas- en la oferta educativa más cara y dirigida a los grupos sociales con recursos suficientes para poder pagarla.

Pero lo que realmente creo que se esconde  detrás de esta medida es un negocio que ya empezó a forjarse hace años y que muy posiblemente sea ahora cuando comience a desarrollarse en toda su extensión: el de los préstamos a estudiantes universitarios.

Se nos suele decir siempre que la deuda es el resultado de nuestro comportamiento culposo, de nuestro afán por vivir con más de lo que tenemos. Pero la verdad es que la deuda es el negocio de la banca.

Los bancos se dedican constantemente a encontrar los caminos que pueden permitirles aumentar la deuda, puesto que es solo con ella como ganan dinero (en contra de lo que se cree, arruinaríamos a un banco no solo por dejar de depositar allí nuestro dinero sino, sobre todo, por no solicitarle créditos). Para ello promueven políticas de adquisición de vivienda y no de alquiler, salarios más bajos y una política económica general que merme los ingresos disponibles en hogares y empresas para que tengan que recurrir permanentemente a sus préstamos.

Desde hace años los bancos (y en nuestro caso especialmente el Banco de Santander) vienen desarrollando una estrategia lenta pero efectiva de penetración en la vida universitaria y ahora están cerca de alcanzar su verdadero objetivo: poner en marcha en España el negocio de los préstamos que permitan a los estudiantes financiar sus estudios universitarios cada vez más caros y gracias a medidas como la que hoy se ha aprobado.

Es un fenómeno que ya se ha vivido en otros países y sabemos, por tanto, cómo empieza y cómo acaba: elevando poco a pocos los precios públicos, reduciendo las becas y ampliando la franja (postgrado) de matrículas más altas. Y todo ello, mientras que se difunde la idea de que sin un máster es imposible encontrar trabajo, lo que obliga a que los universitarios entiendan que realmente no lo son y que no están preparados para afrontar su futuro sin realizarlo.

En Estados Unidos, donde el negocio ha adquirido una dimensión gigantesca, el negocio en torno a los préstamos a universitarios es de 1,3 billones de dólares y la deuda media ha crecido casi un 60% desde que empezó la crisis. Tanto así, que la morosidad oficial es del 11-12% pero la real se estima que podría ser del 20%.

La explicación de por qué se ha llegado a esa situación es elemental y nos anticipa lo que ocurrirá en España. Se sube el coste medio de las matrículas (en Estados Unidos un 141% en los últimos 30 años y un 70% de 2001 a 2011) mientras que bajan los recursos nacionales o locales con que se financia a la universidad (cayó un 25% en ese mismo periodo) y también los ingresos de los hogares (bajaron un 7%).

Cuando todo eso ocurre, a cada vez mayor proporción de universitarios no les queda otro remedio que endeudarse para poder pagar sus estudios. En Estados Unidos, el 94% de los estudiantes que obtuvieron una licenciatura tuvieron que pedir prestado para pagar una educación universitaria, casi un 45 por ciento más que hace veinte años, lo que hace que la deuda (es decir, el negocio de banca) crezca a razón de 3.000 dólares por segundo (Stephen Lendman, How Wall Street fleeces America Privatized Banking, Government Collusion and Class War).

El problema estalla cuando también hay cada día más antiguos estudiantes que no tiene trabajo ni ingresos para pagar los préstamos estudiantiles que arrastran o que tienen empleos tan precarios que no les dan para ello. Exactamente lo que le ocurre a unos 7 millones de antiguos estudiantes y al 53,6% de los graduados menores de 25 años en Estados Unidos. Y lo curioso es que casi cuatro de cada 10 (el 38%) tienen trabajos para los que no es necesaria la formación que les obligó a endeudarse.

El fenómeno no es propio solamente de Estados Unidos (en donde el presidente Obama tuvo que tomar medidas de rescate para evitar una auténtica hecatombe financiera). Ha ocurrido igual en Chile, en donde hay entre 100.000 y 200.000 antiguos estudiantes atrapados por créditos, literalmente acosados por los bancos y que ahora deben tres veces más cuantía de la cuantía inicial de los préstamos que recibieron (El millonario robo del Crédito Corfo: Más de 100 mil ex estudiantes viven acosados por los bancos). También en Inglaterra, en donde se calcula que tres cuartas partes de los estudiantes no serán capaces de pagar su deuda y que el 73% de los egresados no terminará de pagarla antes de cumplir 50 años (Tuition fees: Three quarters of students won’t be able to pay off their debt). O en Francia, donde el 12,5% de los estudiantes están endeudados para pagar sus estudios mediante préstamos que ya se pueden pedir a través de una simple página web.

Esto es lo que pasará a partir de ahora en España: comenzaron a subir matrículas,, cayó la renta familiar y las becas, ahora se reestructuran los estudios para que vaya predominando la etapa más cara y pronto se extenderá la oferta de préstamos estudiantiles. Los bancos, como en Estados Unidos, multiplicarán su negocio dando créditos y convirtiéndolos en nuevos productos financieros derivados, hasta que de nuevo estalle la burbuja, vuelvan a quebrar y empecemos de nuevo.

Entonces también dirán que fue porque estudiamos demasiado y nos endeudamos por encima de nuestras posibilidades. Salvo que se ponga fin a esta locura.

por Juan Torres López
Economista
03 de Febrero de 2015
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24 mar 2015

Las encuestas no sólo informan, influyen

Diferentes encuestas electorales, en diferentes medios y con diferentes resultados. Algunas pueden estar cocinadas o influenciadas, ser más o menos meticulosas o científicas, pero independientemente de esto hay que tener en cuenta que tienen un efecto sobre los votantes.

Cada vez que sale a los medios una encuesta con un resultado electoral todos hacemos nuestro propio análisis, pero no sólo para comentar durante el café, como si fueran los resultados deportivos del fin de semana, sino por tratar de comprender hacia dónde vamos. Casi como un horóscopo político, auguramos posibles gobiernos, pactos, resultados y medidas, pero esos datos deciden votos. En muchos casos una encuesta acertada puede provocar justamente que fracase su predicción. Con sólo aparecer en un medio el resultado predicho puede cambiar automáticamente la intención de muchos votantes.

Primero habría que valorar los efectos vagón de cola y apoyo al ganador. Muchas personas cambian su voto por las posibilidades de mitigar una derrota o por asegurar una victoria, pero además está el voto del miedo a un resultado o a un posible pacto. Muchas personas que no pensaban ir a votar, al ver un posible futuro en una encuesta deciden acudir a las urnas o viceversa.

Pero además de causar estos efectos por sí mismas, las encuestas son utilizadas como herramienta para aumentarlos, para propagar el miedo frente a un resultado o para motivar a un electorado desmotivado.  Algunos las exageran intencionadamente para vender éxitos inalcanzables e irreales o para predecir Apocalipsis. Cierto es que están para analizarlas y poder opinar, pero cuando se tergiversan o se cocinan rozan la estafa.

Y además de la influencia que tienen por sí solas, con nuestros debates y por las manipulaciones de los directamente interesados, están las interpretaciones que pueden hacer algunos medios para atraer la atención del público. Al final, entre todos se logra que las encuestas influyan casi más que los programas electorales a la hora de votar. En estos momentos tenemos dos grandes ejemplos, por nombrar sólo dos, de análisis de vaticinios de encuestas que marcarán el voto o el deseo de ir a votar de mucha gente.

Algunos medios interesados exageran los resultados de Podemos con el fin de movilizar mucho voto del Partido Popular que se quedaría en casa ante los incumplimientos de las promesas electorales del mismo y que ahora, por frenar a Podemos sí irá a votar.

La otra jugada insistente es asegurar mediante cálculo matemático de un resultado futuro, que la única opción es un pacto del Partido Socialista y el Partido Popular. Jugada que logra desmotivar mucho del voto socialista que en gran parte no aceptaría, ni perdonaría, semejante opción a nivel nacional.

Aún así todos podemos hacer nuestros análisis, es más hay que hacerlos y yo haré el mío. Uno fácil y con el que difícilmente alguien discrepe: Con encuestas o sin ellas, las próximas elecciones locales darán como resultado que, en la gran mayoría de administraciones, se necesitará de pactos y coaliciones para poder gobernar. Un panorama donde nuestros votos, influidos o no por la encuestas, serán vitales.

El verdadero error y el más grave, es creerlas infalibles y absolutas, desde aquel que organiza una campaña a golpe de encuesta, sin mirar a la sociedad hasta aquel que da por hecho un resultado. El problema es el mismo, creer ciegamente sin aceptar que hay que tener en cuenta muchas cosas. Primero, que las encuestas son una foto fija de una realidad cambiante e influenciable. Segundo, que por muy profesional que se sea siempre hay margen de error. Tercero, que a la gente aún le cuesta dar respuestas a preguntas ideológicas a la hora de ser encuestados/as. Cuarto, que siempre hay un factor humano en quien las realiza, por muy independiente que quiera ser. Quinto, que todo dato es interpretable y eso es especialmente llamativo en la valoración de los candidatos. Y por último, que finalmente, el resultado lo hacemos nosotros y nosotras en el mismo instante de introducir nuestra papeleta con la decisión final que hayamos tomado y no una muestra representativa tomada antes de votar. En definitiva, quizá, todos deberíamos preocuparnos menos de interpretar los signos, augurios y señales de posibles gobiernos, y más de hacer esfuerzos en comprender otros números, como, por ejemplo, los de la participación y procurar que siempre fuera el ochenta o el noventa por ciento de los posibles votantes quienes ejercieran su derecho y no que al final, un sesenta por ciento o menos decida qué gobiernos tenemos o analizar porqué cerca de un cuarenta por ciento de la población, cuando llega el verdadero momento de opinar, la fecha de decidir, la hora de votar, no sabe, no contesta.

por Salvador Suárez Martín 
21 de Marzo de 2015
Voces Transversales
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21 mar 2015

Revuelta Generacional

Un lema en una plaza del movimiento del 15-M: "Nos tenemos que mover ya" / NÚRIA
Un lema en una plaza del Movimiento del 15-M: "Nos tenemos que mover ya" / NÚRIA


   No lo notas. No lo ves. No sabes de dónde viene ese murmullo. No entiendes nada de lo que está pasando. Pero el suelo se está moviendo bajo tus pies. Aparecen las primeras grietas. Hay una revolución en marcha. Es un cambio de generación. Lo siento, mi generación está ganando.

Hay un consenso general que dice que la Generación de la Transición copa la mayoría de lugares de poder entre los creadores de opinión, los medios de comunicación mayoritarios, los partidos políticos y, en general, los que cortan el bacalao. Los jóvenes demócratas, europeístas y barbudos que hicieron la Transición todavía mandan hoy. Son un tapón generacional. Sí, es verdad. Pero está sucediendo un fenómeno nuevo. No se han dado cuenta de que su poder está moribundo. Su viejo sistema, con el que lo controlaban todo, está resquebrajándose por dentro. La Política, tal como la entendían. La Empresa y el Sindicato, tal como la entendían. La Comunicación, tal como la entendían. El Modelo Cultural y el Consumo Cultural, tal como la entendían. 'Walking Dead'. Ahora mismo, aquellos hombres -la mayoría son hombres- continúan sentados en las butacas del Círculo Ecuestre, del Ateneu Barcelonès o del sindicato UGT, pero su poder absoluto está difuminándose.

Esta es la historia de una revolución generacional en marcha. En la Política, la Comunicación y la Cultura. Terrenos hasta ahora vetados a una juventud que ya no es joven. Nuestra particular Generación Perdida nacida durante la Transición (1974-1985) había quedado taponada por la Generación T (1945-1965), la que lideró la Transición y los que venían inmediatamente detrás. La Generación que fue a la EGB, un sistema escolar que va desde 1971 hasta 1997, es la más preparada de la historia, no tiene ningún tabú del pasado, no tiene miedo de fracasar y es absolutamente indisciplinada. Entre 30 y 39 años hay 1,2 millones de catalanes . Son la primera generación en la Historia de Cataluña que ha vivido toda su vida en democracia. Son la primera generación de la Historia de Cataluña que nunca ha tratado de usted a sus padres y abuelos. Son la primera generación de la Historia de Cataluña que ha viajado al extranjero de forma masiva, aunque sea en aerolínea de bajo coste o de mochilero. Tienen hoy entre 30 y 40 años. Cuando estaban en la universidad, llegó Internet y lo cambió todo. Lo aprovecharon. No necesitan ninguna Mayo del 68 porque nacieron liberados. No necesitan ninguna Vietnam porque casi ninguno de ellos ha hecho la mili. No tienen mitos que todos murieron jóvenes.

Un día, en la redacción del diario 'El Punt' , me quejé amargamente que no había espacio para los jóvenes en el Parlamento, en las tertulias de televisión, a las cátedras universitarias o en el mundo cultural. Unos señores, la mayoría hombres, claro, y de más de 50 años lo dominaban todo desde hacía 20 o 30 años. Eran prácticamente los mismos apellidos de siempre. Estaban en todas partes. Entonces, uno de esos "señores", Manuel Cuyàs, que era director adjunto de "El Punt ', me respondió con la audacia que le caracteriza:" Deja de quejarte y propone algo para cambiarlo. Sustituye hacernos, va! ". 'Zasca'. "Atrévete", venía a decir el maestro Cuyàs . Quejarse era demasiado cómodo, demasiado barato. Mis amigos periodistas solíamos ir a tomar una cerveza y criticar lo mal que lo hacían nuestros 'jefes' de "El País ', de" El Periódico', de la SER o "El Punt Avui '. El problema era que a la edad en que nosotros tomábamos cervezas criticando la Generación T ellos ya estaban montando partidos políticos, sindicatos, medios de comunicación o haciendo películas que hoy son el pilar de nuestra sociedad.

Felipe González, que tenía 32 años cuando consiguió ser secretario general del PSOE, cumplía apenas los 40 cuando ganó las elecciones de 1982 con mayoría absoluta. Adolfo Suárez, que sólo tenía 37 años al ser nombrado director de la TVE franquista, llegó a presidente del Gobierno con 44 años. Narcís Serra tenía 36 añitos cuando se llevó las primeras elecciones municipales de Barcelona tras la dictadura y 39 años cuando fue nombrado Ministro de Defensa. Maragall le sustituyó en la alcaldía con apenas 41 años. El convergente Miquel Roca tenía 38 años cuando se convirtió en uno de los padres de la Constitución española. Un joven de 31 años llamado Mas era concejal del Ayuntamiento de Barcelona. Josep Lluís Carod-Rovira, con 30 años, fue nombrado jefe de los servicios territoriales de Cultura de la Generalidad en Tarragona en 1982 y con 36 años ya era diputado.

El primer director de "El País ', Juan Luis Cebrián, tenía 32 años. El primer director de "El Periódico de Catalunya ', Antonio Franco, era aún más joven: 31 años. El primer director de la "Hoy ', Josep Faulí, estaba a su lado un dinosaurio: tenía 44 años. Increíble, pero cierto.

Hablo de política y de periodismo, pero eso pasaba en todos los ámbitos.

Manuel Vázquez Montalbán publicó a los 32 años su obra 'Crónica sentimental de España' y los 33 años el primer libro del detective Carvalho. Terenci Moix ganó el Planeta con 44 años. Oriol Bohigas destacó diseñando edificios a finales de los sesenta y principios de los setenta cuando bordeaba los 40. Pedro Almodóvar tenía 31 años cuando dirigió 'Pepi Luci, Bom y Otras chicas del montón' y 39 años cuando llegó al éxito mundial con 'Mujeres al borde de un ataque de nervios'. Etcétera, etcétera ...

La Generación T nos ha arruinado
Hoy, 30 años después de llegar al Poder en los años ochenta, la Generación T lo copa todo. El fenómeno está perfectamente explicado en este post en el blog de ​​José Sala, ambientólogo y hoy emigrado a Noruega, bajo el provocativo título "La Generación T nos ha arruinado" .

Son hijos de los años cincuenta y sesenta, en pleno franquismo. Hijos de la Guerra Fría, de Tintín, los tranvías y del blanco y negro. Cantaban "Érase una vez", con la paz en el cuello, la flota en el muelle, y la lengua en el culo, con los símbolos arrinconados, el agua en la fuente, las restricciones y el hombre del saco. Tiempo de "Una, Grande y Libre", "Metro Goldwyn Mayer", "El toma o el deja", "Gomas y lavajes", Panellets y sabañones; Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón. Son hijos del miedo. Del qué dirán. Del "hijo, no vayas a la manifestación, porque es peligroso". Eran jóvenes cuando Franco agonizaba. Ellos y sus padres sufrieron muchísimo -una guerra civil, el fascismo, el hambre, la posguerra, el gris para conseguir dejarnos una vida digna. Consiguieron una jornada laboral digna, vacaciones pagadas y, incluso, algunos una segunda residencia en la playa. Entraban a trabajar con 16 años en una empresa y acababan jubilándose. No lo tuvieron nada fácil. Sudaron, lucharon y lo consiguieron.

Una de esas mujeres nacidas en la mitad del siglo XX, la escritora y profesora de la Universidad Pompeu Fabra Mercè Ibarz, reconoce en un sensacional artículo que fueron unas generaciones "afortunadas" por haber vivido la mayor época de paz y crecimiento económico de la historia en la Europa Occidental. "Somos los hijos de la Guerra Fría, somos las hijas del Estado del Bienestar que una vez existíamos" , concluye. Pero a veces nuestros padres y abuelos parece que no vean que nosotros estamos perdiendo todo aquello por lo que ellos lucharon. Se imaginan qué significa social y culturalmente un 52% de paro juvenil? Seremos realmente la primera generación que vive peor que sus padres? A menudo dicen: "No sé qué demonios pasa con los jóvenes de ahora". No estudian, no trabajan, no tienen valores, no se esfuerzan, son hedonistas, lo han tenido todo hecho. Seguramente tienen una parte de razón en la crítica. Pero, después, que nadie se queje si decidimos romper el tablero.

Hoy, aparentemente, no parece que nada haya cambiado. Todos nuestros políticos actuales vienen de aquella generación: Artur Mas (58), Mariano Rajoy (59), Duran (62), Rubalcaba (63) y Cayo Lara (63) . "A los gobiernos catalán y español no se sienta nadie con menos de 40 años", explica el amigo José Sala en su blog. "La media de edad de los gobiernos españoles no ha parado de subir desde los 41 años de media del primer Gobierno de González hasta los 55,5 años de los ministros de Rajoy", concluye. 'Outsiders' del PP como Esperanza Aguirre tienen ya 63 años y referentes del catalanismo como Muriel Casals, de Òmnium, 69, y Carmen Forcadell, de la ANC, 58. El presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, tiene 56 años. La nueva fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, tiene 58 años. Los sindicalistas también son viejos 'rockeros': Josep Maria Álvarez, de UGT, 58 años, y Juan Carlos Gallego, de CCOO, 60. Todos ellos pudieron ver en la televisión como el hombre llegaba a la Luna y leyeron los diarios que habían matado al Che Guevara.

Ya no hablamos de la élite del mundo empresarial : Isidro Fainé, de La Caixa, tiene 72 años; José Oliu, del Banco Sabadell, 65 años; Salvador Alemany, de Abertis, 70 años; Antonio Brufau, de Repsol, 66 años, o Salvador Gabarró, de Gas Natural, 79 años. José Manuel Lara murió con 68 años. El más joven entre los más grandes empresarios catalanes es Isaac Andik, con 59 años. Lógicamente, el presidente de la patronal Fomento no podía ser menos: Joaquim Gay de Montellà, 64 'tacos'. Os recuerdo sólo que Mark Zuckerberg, uno de los hombres más ricos de Estados Unidos, tiene poco más de 30 años, o que Sergey Brin y Larry Page, los fundadores de Google, tienen ahora 41 años. Un hito que sería rarísima en Cataluña.

A los medios de comunicación, todo sigue bajo control. El director de 'La Vanguardia', Màrius Carol, tiene 61 años; el de "El País ', Antonio Caño, tiene 58 años (y hace 33 años que trabaja en el mismo medio), y el de TV3, Eugeni Sallent, es un' joven 'de 52 años. El nuevo director del CCCB, Vicenç Villatoro, tiene 57. En el mundo de la cultura catalana, Quim Monzó ya calza 63 años; Sergi Pàmies, 55; Enrique Vila-Matas, 66; Ferran Torrent, 63; Ventura Pons, 69. Incluso los 'jóvenes' Albert Sánchez Piñol, 50, y Javier Cercas, 53. Los tertulianos de radios y de televisiones tienen entre 45 y 60 años, pero la media se acerca más a los 50 años, según un estudio del observatorio de medios Media.cat , Cuní, Antich, Barbilla, Navidad, Rahola, Ramoneda, Gabancho, Sardà, Culla o Puigverd, todos tienen una cosa en común: son nacidos en los años cincuenta. Es lógico que hablen como hablan. Vivieron otro mundo. No tiene nada que ver -nada! - Con nuestro mundo. A mí me gusta escuchar los partidos del Barça en Catalunya Radio, con el Puyal. A sus 65 años en diez haber visto de todos los colores, en el Camp Nou.

Una plaza de profesor en la universidad es una meta casi imposible para los hijos de la EGB a pesar de ser la generación con más doctorados y másters. Las mejores mentes de nuestra generación han quedado en profesores asociados cobrando entre 250 y 400 euros para hacer clases. Todos los rectores de universidades catalanas también nacieron en los años cincuenta! Mis mejores profesores, al tiempo compañeros, al doctorado en Periodismo casi -o sin el casi- comenzaron escribiendo crónicas sobre las luchas políticas de la Transición.

Seguiremos teniendo referentes intelectuales de la talla de Xavier Vinader, August Gil Matamala, Pere Casaldàliga, Salvador Giner, Salvador Pániker, Josep Fontana, Marina Subirats, Arcadi Oliveres, Dolors Bramon, Rosa Regàs, Moisès Broggi o Vicenç Navarro. Tendremos siempre en el corazón la superviviente de los campos nazis Nieves Catalán. Leeremos los reportajes de Galeano, Kapuscinski, Vázquez Montalbán, Montserrat Roig o Huertas Claveria. Queremos seguir aprendiendo mucho de vosotros. No es ninguna guerra generacional. Sois nuestros referentes. Ahora dejadnos hacer. Este artículo-manifiesto no quiere ser un reproche ni una queja. Quiere ser un aviso.

Aquí os presento la revolución
Un tsunami son una serie de olas masivas que llegan minutos u horas después de que se produzca un terremoto dentro del mar. Las olas, en alta mar, no se notan. Pueden llegar a los tres metros. Pero avanzan a gran velocidad. Alcanzan los 700 kilómetros por hora. Cuando llegan a la costa, ya no hay nada que hacer. Se acerca un tsunami. Será de izquierdas o de derechas, hombres o mujeres, catalanes o españoles, 'indepen' o no 'inde' ... pero son una generación que ha llegado para quedarse. No pasarán porque ya han pasado. No llamaron a la puerta con respecto: han entrado por detrás y ya están dentro. No se dio cuenta casi nadie, pero entraron en el escenario, dando un golpe sobre la mesa, en los últimos dos o tres años. Son tan presuntuosos que quieren dirigir el país.

Es la Revolución de la Generación EGB, de la Generación Perdida o de la Generación D (de democracia).

La hipótesis 'Revuelta Generacional' sólo cojea por la cuestión empresarial. Dieciséis de los 35 presidentes de las empresas del Ibex 35 tienen al menos 65 años, y de esta cifra la mitad han cumplido ya los 70 años. Cuatro de cada diez consejeros de las grandes empresas españolas y catalanas tienen entre 61 y 70 años. Se ha hablado mucho de los jóvenes emprendedores catalanes que triunfan en el mundo. Pero no tienen pinta de mandar pronto en los grandes centros de decisión económica.

Pero fíjese en estas edades y en estos personajes.

Bordean los 40 años 'jóvenes' como el consejero Santi Vila , el diputado revelación David Fernández , la alcaldesa de Santa Coloma y voz emergente del PSC Núria Parlon, el alcaldable por Barcelona Ada Colau o, aún más joven, la diputada de ICV en el Congreso Laia Ortiz . Son ya las nuevas voces de la política catalana.

La televisión está cambiando gracias a 'quarantanyers' catalanes como Jordi Évole, Risto Mejide y Toni Cruanyes o, aún más jóvenes, como Ariadna Oltra , que a sus 35 años lidera el 'prime time' en TV3. Y la prensa ya no será nunca más lo que fue. Ignacio Escolar, el director de "Eldiario.es ', tiene 41 años, pero ya apuntaba maneras: fue uno de los directores de periódico más jóvenes de España cuando a los 32 años ya encabezaba 'Público'.

Atentos a este nombre. El director de la Open Society Initiative for Europe, la fundación Soros por Europa, es un tío de 40 años: Jordi Vaquer, que con 30 años y pico ya era director del CIDOB (Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona ). Poca broma!

Pero algunos políticos del presente, sobre todo español, son aún más jóvenes. Pablo Iglesias , líder de Podemos y candidato a presidir un Gobierno, tiene 36 años. Nació en octubre del 78. En aquella época, Mariano Rajoy ya se había quitado la plaza de registrador de la propiedad en Pontevedra. El número 2 de Podemos es aún más joven. Íñigo Errejón , una de las voces con más futuro de la política española, tiene apenas 31 años. Antes de nacer él, Felipe ya había ganado las elecciones con el PSOE. La cosa no termina ahí. El presidente de Ciudadanos, que acaba de dar el salto a la política española, Albert Rivera , es a su lado un veterano de 35 años. Mientras que quien será candidato de Izquierda Unida, Alberto Garzón , nació hace sólo 29 años.

En Cataluña, la crisis de régimen no ha golpeado tan duramente la demografía política. La media de edad de los diputados al Parlamento bordea los 45 años. Pero ya hay recambio. Aparte de los Villa, Fernández o Parlon, han aparecido en el tablero de ajedrez catalán el diputado y alcalde convergente de la Sede Albert Batalla (37 años), la secretaria general de Podemos Gemma Ubasart (36 años), el negociador de los presupuestos de ERC Pere Aragonés (32 años), el diplomático y eurodiputado de ICV Ernest Urtasun (32 años), la vicesecretaria de Estudios del PP en Cataluña Andrea Levy (30 años) o el eurodiputado del PSC Javi López (29 años ).

Incluso el juez del 'caso Gürtel' y del 'caso Bárcenas', Pablo Ruz , tiene apenas 39 años. Rarísimo en la carrera judicial.

Ah, por cierto, el nuevo presidente griego,  Alexis Tsipras , está en boca de toda Europa a sus 40 añitos.

En el mundo del periodismo comienza a haber jóvenes no tan jóvenes en puestos de alta responsabilidad. Joan Foguet (1980), director de La Red; Jofre Llombart (1975), número dos del Basté en Rac1; Tian Riba (1974), asomándose en TV3, o Jordi Graupera (1981) con columna en 'La Vanguardia'. Y en la cultura el relevo debe pasar ya de una vez. Quien pierde los orígenes pierde la identidad, sí, pero debemos avanzar para construir un futuro (im) posible. Feliu Ventura, a los 38 años, ya tiene que ser nuestro Ovidio. Samuel Aranda, un fotógrafo con el World Press Photo que es de Santa Coloma y tiene 35 años, ya tiene que ser nuestro Gervasio Sánchez. Y un director de cine triunfando en el mundo con 39 años como Juan Antonio Bayona debe ser nuestro Pedro Almodóvar.

Ya no os cuento como viene de fuerte la generación anterior, la de los 20 a 30 años. Lo tienen mucho más difícil, pero nos superarán.

Qué demonios piensa la Generación Perdida?
Cataluña tiene que pasar, como diría Manuel Castells, de la identidad de la resistencia a la identidad proyecto.

Son la generación que creció con la EGB. Su infancia es el Naranjito y 'Barrio Sésamo', pero también con los primeros 'Club Súper 3' y 'Dragon Ball'. Crecimos con la música 'grunge' de los noventa (con Kurt Cobain suicidándose en abril del 94) y con las 'pelis' del cine 'indie' de Estados Unidos o del nuevo especímenes español -con 'Reality bites 'o' Historias del Kronen ' , como 'pelis' generacionales.

Vieron que el Barça, que siempre lo perdía todo, pasaba a ganar todo. Eran adolescentes cuando su ciudad, Barcelona, ​​era sede de los mejores Juegos Olímpicos de la historia. No tenían ningún complejo de inferioridad. Fueron los primeros en viajar por Europa con Erasmus y con vuelos baratos de easyJet. No tendrán casa en la puta vida, pero han pasado fines de semana en Berlín, Lisboa, Roma o Londres. Hablan idiomas. Una buena parte tuvieron la opción de ir a la universidad. Un detalle curioso: casi en todos los casos, sus años de despertar universitario coincidieron con los ocho años de Gobierno de Aznar: 1996-2004. No es un detalle menor. Se socializar políticamente en un ambiente de mayoría absoluta, guerras de Irak y trasvases del Ebro.

Cuando eran adolescentes,  Fukuyama escribió que la Historia había terminado . Decía que la Historia como lucha entre ideologías había llegado a su fin para dar inicio a un mundo de democracias liberales que salía vencedor contra las utopías del siglo XX. Era el 1992 y la generación nacida durante la Transición tenía entre 10 y 11 años de Íñigo Errejón y los 18 años de David Fernández, Ada Colau y Núria Parlon. A esta generación le dijeron: "Estudiar, trabajar y su vida será tranquila y maravillosa". La Historia se ha acabado? Pues no: ni la vida era maravillosa ni la Historia había terminado. Nuestra generación, incluso los que tienen una ideología liberal, vienen marcados por: la revuelta zapatista en Chiapas ("Mandar obedeciendo"), el movimiento antiglobalización ("Otro mundo es posible") y la caída de las Torres Gemelas de Nueva York (y el posterior "No a la guerra"). El impulso del Movimiento del 15-M y el auge independentista terminaron de forjar las ganas que pase, por fin, algo.

El politólogo Jordi Muñoz , de nuestra misma generación, explicaba recientemente en un artículo en el diario 'Ara'  que Podemos podía analizarse también como un golpe sobre la mesa de la Cultura de la Transición por parte de la juventud . "El activismo universitario, los centros sociales ocupados y, posteriormente, el 15-M también han sido centrales en la trayectoria del núcleo activista de Podemos. Una de las derivadas que el Movimiento del 15-M tuvo en este entorno fue la reflexión sobre la necesidad de dar el salto, sin complejos, a la política institucional. En parte, motivada por la frustración del fin de las protestas y, en parte, quizás por una cierta conciencia generacional: sectores jóvenes que ven su ascenso bloqueado y consideran que ha llegado su momento ".

El auge del independentismo que vive Cataluña es también, entre otras muchas cosas, un fenómeno generacional. En general, según la mayoría de encuestas, los jóvenes de entre 16 y 29 años son más partidarios de la independencia. Cuanto más aumenta la franja de edad, menos apoyos tendría un Estado independiente. No tienen ningún miedo del futuro.

Somos, pues, una generación que hemos visto nuestro ascenso bloqueado y hemos decidido que ha llegado nuestro momento. Hoy. Ahora. Ya. No queremos esperar más.

No tenemos miedo.

Nos creemos sobradamente preparados.

Somos un poco arrogantes.

Tenemos todas las contradicciones y todos los mitos mal curados.

Tenemos ganas de que pase algo.

Ha llegado nuestro turno.

No tenemos nada que perder porque no tenemos casi nada.

El Martí Sales , que saldrá a los libros sobre nuestra generación como uno de los escritores y pensadores más importantes, reivindicaba hace poco en un artículo en la revista 'Proceso', de CRÍTICO, nuestro "derecho a equivocarnos" .

"Hacemos, equivocamos nos, rehacemos, volvamos a equivocar, y que ésta sea nuestra fuente de energía inagotable [...]. Hay mucho trabajo por hacer. No pediremos permiso para nada y menos para equivocarnos: el error es la patria común de la humanidad y queremos nuestro trozo "

Martí Sales, 
12 de marzo 2015
Nuestro trozo
Fuente



PD-1: Esto es un artículo-manifiesto-provocación. Conozco todo casos en el mundo de la política y del periodismo. Pero seguro que vosotros conocéis más casos en su campo: la ciencia, la informática, la moda, el diseño, la cultura, la justicia ... Escribir, si se quiere, más ejemplos en los comentarios del artículo.

PD-2: Primeras quejas de la Generación de los nacidos entre 1965 y 1974. Dicen que son "la generación bocadillo", entre la Generación T y la que quiere revolucionar todo. Os propongo que escriba su artículo-manifiesto. Vosotros os conocéis mejor que nadie.


17 mar 2015

La enigmática ideología política de Podemos. Apuntes sobre una trayectoria sinuosa

Monedero: "El sueño de la independencia no es real porque llevamos cinco siglos juntos"

Los muñidores de Podemos parecen irse aclarando ideológicamente. O mejor dicho, aclarando a los numerosos daltónicos de este país  cuál es el color de la piragua en la que navegan políticamente.
La verdad es que  los "Complutense boys" han ido dejando, a través de los poderosos canales de televisión que los promocionaron,  una vaporosa estela de  ambigüedades, contradicciones y abstracciones  ideológicas, cuyo exclusivo objetivo ha sido lograr la confusión tanto del personal de la diestra como de la siniestra. A la vista está que ese objetivo ha sido ampliamente cubierto,  de acuerdo con lo que indican las encuestas sobre el origen social y político de sus potenciales votantes.
La técnica utilizada por estos disidentes de IU no es novedosa, ni ingeniosa. En la historia del marketing electoral estos procedimientos engañosos han sido empleados, con mejor o peor fortuna, en no pocos países y circunstancias históricas.
Sin embargo, es preciso reconocer que en el Estado español los artífices de Podemos han encontrado un terreno especialmente abonado para lograr el encandilamiento de los crédulos y de otros, que sin serlo, actúan como si lo fueran. En efecto, el caldo de cultivo para que las técnicas electoralistas de estos vendedores de crecepelo fructificaran no venía propiciado solamente por la profundidad de una crisis económica sin precedentes. También ha contribuido a crearlo la generalizada y programada despolitización que ha dominado la sociedad española a lo largo de los últimos 30 años de Monarquía franquista. Una población que  ha carecido de referentes ideológicos durante tanto tiempo está predispuesta a aceptar cualquier discurso político que finja arremeter contra "los de arriba", aunque tales embestidas carezcan de un proyecto concreto con voluntad política para cambiar las bases económicas sobre las que se asienta esta sociedad.
 EL LERROUXISMO PODEMITA
La historia del siglo XX español  nos proporciona algunos ejemplos en este sentido. Durante la II República, cuando amplios sectores sociales  identificaban, con razón, a la Iglesia española  con las clases explotadoras,  el mero ataque a la jerarquía eclesiástica era interpretado por no pocos ciudadanos como un ataque al sistema económico que los oprimía. Esa extendida creencia popular facilitó que personajes como el demagogo Alejandro Lerroux  obtuvieran una enorme popularidad entre la población. Con frases incendiarias como “Levantemos el velo de las monjas para elevarlas a la categoría de madres!” o  “Romped los archivos de la propiedad y haced hogueras con sus papeles para purificar la infame organización social”,  Lerroux lograba hacer cuajar en favor suyo  la ira popular existente contra las clases dominantes. Pero Alejandro Lerroux no tenía entre sus objetivos ningún proyecto de transformaciones revolucionarias, ni tampoco ningún propósito de cambio social. Ello quedó palmariamente demostrado cuando en julio de 1936 este pintoresco politico español terminó decantándose a favor de Franco y de su golpe militar.
Con todas las distancias históricas que se deben tener en cuenta,  algo de eso ha ocurrido con Iglesias, Monedero y el resto los suyos. Contando con la enorme proyección que de manera significativa le proporcionaron los medios de comunicación, Pablo Iglesias logró señalar algunos de los males del sistema  político heredado de la dictadura, muy evidentes para la población. Los primeros que aparecen ante la sociedad española como culpables de la  situación que atraviesa el país son, evidentemente, los políticos que forman parte del escaparate de las instituciones del Régimen. Ellos son la primera "imagen" que el ciudadano común tiene de la corrupción y de las trapisondas que cotidianamente aparecen en los medios.  Iglesias no solo comprendió ese hecho - como otros muchos - sino que,  además, los propietarios de los medios responsables de la construcción de  la opinion publica de este país durante las tres últimas décadas le proporcionaron el trampolín mediático para poder decirlo.  El "mensaje" de Iglesias ha sido acogido  con similar entusiasmo al que en los años treinta generaban las furibundas diatribas de Lerroux en contra una jerarquía católica estrechamente comprometida con los poderosos. Adhesiones multitudinarias de ese tipo solo son posibles cuando un importante sector de la  población no dispone todavía de instrumentos políticos que le permitan comprender que esa es solo la fachada de un escenario, que los tramoyistas del sistema económico no están a la vista aunque en realidad sean ellos los verdaderos dueños  del "teatro". 
  ¿CUÁL ES LA IDEOLOGÍA DE PODEMOS?
Iglesias y los suyos,  de forma calculada, han dirigido los tiros hacia una parte no esencial del sistema.  Al igual que  Lerroux  en la década de los treinta, dirigen sus dardos hacia una diana intencionadamente equivocada.  Soliviantan la indignación popular contra  los políticos institucionales que, al fin y al cabo, no son otra cosa más que los esbirros administrativos del gran capital.  Esa es la razón, y no otra, por la que en reiteradas  intervenciones públicas  destacados "dirigentes" de Podemos tratan de salvar a determinados banqueros de la quema. O precisan, diligentemente, que "Podemos necesita a los ricos". O parlotean  sobre la quimérica necesidad de construir un capitalismo que defienda los "intereses nacionales". O vuelven del revés algunas de sus ambiguas reivindicaciones iniciales, que podían parecer a ojos de los que realmente mandan como excesivamente "revolucionarias". Son sabedores de que los juegos  de la confrontación tienen unos límites marcados e infranqueables. 
Y es que el grupo de universitarios de la Complutense está constituido, ciertamente, por oportunistas, pero  no por tontos. Son conscientes de que si hurgan  en determinadas áreas sensibles del sistema  se pueden encontrar con hueso y, consiguientemente, sin televisión, sin medios y sin popularidad. Al fin y al cabo, Podemos, en estos momentos,  no es más que una artificial burbuja mediática, sin una estructura consistente y sin más apoyos que los virtuales,  que puede desaparecer en el mismo instante que los poderes reales, dueños de esos  medios,  descubran en ella la más mínima capacidad perturbadora.
Tanto Pablo Iglesias como quienes integran su segunda fila se  han dedicado en los últimos tiempos a limar las aristas más  "provocativas" de su discurso político inicial. Iglesias, por ejemplo, invitó solícito al nuevo monarca Felipe VI a que se presente a unas elecciones para revalidar el puesto que ocupa porque, dijo, "está seguro de que obtendría una amplia mayoría". Tales sugerencias son acompañadas por razonamientos tales como que la contraposición histórica república-monarquía no es  esencial en el momento que vive el país. Como si de un pavo real se tratara,  Iglesias, pretencioso y egocéntrico, luce sus plumas ante los medios, jactándose de que pronto concertará una reunión con el Borbón para hablar de no se sabe qué cosas. Otro día nos sorprende con una ristra de elogios hacia el Papa Francisco, silente colaborador de la sangrienta dictadura militar argentina e inmisericorde fustigador de las mujeres que abortan.
Este giro táctico de Pablo Iglesias y de su "estado mayor" no carece de sentido. Una vez que se ha producido el duro despegue de los primeros tiempos, la nueva formación requiere ganar "respetabilidad social", hacer entender al poder fáctico que no vienen a  revolverlo todo, sino tan solo a aparentar que lo hacen.
Ese es el sentido que tienen también las recientes manifestaciones del segundo de Iglesias,  su inefable lugarteniente Juan Carlos Monedero. Según informa la agencia AFP, en unas declaraciones al programa "Els Matins" de TV3, Monedero expresó su opinión acerca de la clamorosa reivindicación independentista que tiene lugar en el seno de la sociedad catalana. A propósito del  derecho a la autodeterminación de  Catalunya,  Monedero resolvió el problema con un par de abracadabrantes frases mágicas: «el sueño de comenzar de nuevo puede ser atractivo, pero no es real».
El segundo de a bordo de Podemos, sin  abandonar el juego malabar de la ambigüedad que lo caracteriza, agregó que «se debe reinventar España», para lo que valoró «la libre elección de quienes la componen», precisando que  «el derecho a decidir es una aventura más amplia que un territorio concreto».
Según manifestó, las fuerzas soberanistas «utilizan la independencia para estigmatizar» a la población, mientras que, según él, «Podemos tiene un discurso honesto, que es una práctica igual en Badajoz o Barcelona».
Al ser preguntado sobre por qué no entiende la independencia como una opción real,  Monedero contestó con un "poderosísimo" argumento: "que el Estado español  lleva cinco siglos de andadura conjunta».
Cuando desde el espacio de televisión se le reprochó la ambigüedad que esta formación mantiene en múltiples áreas de su programa político, el que fuera un estrecho asesor de uno de los coordinadores más derechistas de IU tuvo la osadía de contestar que «si alguien me dice que es de izquierdas no sé qué me está diciendo, mientras que sí entiendo la realidad distinta de Barcelona o Madrid».
Como se puede observar, Podemos ha entrado en su "fase adaptativa". Trata de buscar su acoplamiento en el sistema. Carecen de la convicción y de la voluntad  para cambiarlo, y por eso recurren al principio lampedusiano de modificar algunas cosillas para que esencialmente nada cambie.
 Este tipo de finales de ciclo que estamos viviendo se repite recurrentemente en nuestra historia, cada vez que una crisis política o económica sacude las bases de nuestra sociedad. Las clases poseedoras crean su propio "cuerpo de bomberos" al que encargan apagar los fuegos sociales que amenazan con incendiar sus dominios.  Unas veces, los "bomberos" son conscientes del papel que estan desempeñando. Otras veces no. Pero eso, a la postre, importa poco. Lo fundamental son los efectos alcanzados. Y en el caso de Podemos,  no han logrado solamente, en apenas un año, contribuir decisivamente a la desmovilización de los trabajadores y el conjunto de la sociedad, sino también crear un espejismo de ilusiones colectivas  que cifran el fin de nuestras desgracias en el acceso de la nueva formación a las instituciones del establishment.
Para ilustrarse convenientemente sobre la trascendencia del papel que juegan estos "bomberos sociales" al lector le bastaría con acudir a las hemerotecas  y consultar una fecha y un nombre: 1982 y PSOE

Por Manuel Medina
13 de marzo de 2015 


13 mar 2015

Adiós Pepe Mujica

Fotografía de Mariano Carranza

El hoy expresidente de Uruguay José Mujica terminó el pasado domingo su mandato tras 5 años. A los 78 años de edad, supo conmover a la opinión pública internacional con un estilo sencillo y muy sobrio, un mensaje anti consumismo y proespecie, y lo que probablemente le haya valido más elogios, una coherencia absoluta entre su discurso y su vida.

Cuando alcanzó la presidencia en 2009, Mujica no cambió sus hábitos. Por citar el ejemplo más mencionado, rechazó vivir en el palacio presidencial para seguir viviendo en la misma casa de campo en la que vivía antes del cargo. "La democracia intenta ser el gobierno de la mayoría, y yo trato de vivir como vive la mayoría" declaró en una entrevista.

Fue un presidente que decidió donar el 90% de su salario (el equivalente a casi 550.000 dólares en 5 años) argumentando que con el 10% restante y lo que ganaba su compañera les "sobraba".

Mujica había sido líder guerrillero del "Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros" durante la década de los 60, y durante esa época participó de varias operaciones armadas. Según dijo él, nunca mató a nadie. Por su parte, fue herido de 6 balazos en distintos enfrentamientos.

En 1972 el gobierno autoritario predecesor de la dictadura militar de su país lo capturó por cuarta vez y de esta no pudo escaparse como sí lo había hecho en dos de las anteriores. A partir de aquella detención pasó más de 13 años preso como rehén de la dictadura, es decir que su vida funcionó como garantía para el gobierno militar de que los compañeros de Mujica no cometerían un nuevo atentado, en caso contrario, él sería ejecutado.

De sus 13 años en la cárcel, 11 los pasó en aislamiento total y 7 en condiciones infrahumanas. Llegó a alucinar visual y auditivamente, a comer insectos y papel higiénico, a hablar con animales "para no volverse loco". La experiencia de la cárcel serenó su espíritu revolucionario y no despertó sed de venganza. Sobre aquella época consideró en su discurso del último domingo que "sufrimos e hicimos sufrir y somos conscientes, pagamos precios enormes, pero seguimos por milagro vivos y templados, mucho más humildes y republicanos, porquenos quedó incrustado que nadie es más que nadie".

Mujica es una anticonsumista por antonomasia. La explicación que da es simple. Desde su punto de vista la libertad es el tiempo, tener el tiempo para hacer lo que a uno le gusta hacer. Tener muchas cosas implica tener que invertir tiempo en conseguir el dinero para comprarlas y luego invertir más tiempo en cuidar y mantener eso que se tiene. Es por esto que él aconseja tener poco, lo justo, y nada más.

Sin embargo no por pensar así se ha privado de tener un ministro de economía como Danilo Astori, quién fuera su rival en las elecciones internas del partido antes de las elecciones generales que lo consagraron presidente, escogido para el cargo para garantizarle a los votantes que la economía no sufriría cambios bruscos. Su gobierno alentó el consumo interno como recurso poner en marcha la actividad económica.

También intentó hacer de Uruguay un lugar cómodo y seguro para la inversión extranjera. Esto trajo como una de sus consecuencias la "extranjerización" de las tierras uruguayas, es decir que grandes extensiones de terreno fueron adquiridas por compañías extranjeras, por lo que ha recibido críticas internas.

Tampoco se diferenció del resto de los países de la región y su gobierno profundizó el modelo agroexportador y "sojadependiente".

Alguna vez la publicación Fortune describió a su gobierno como "lo que uno no se esperaría de un exguerrillero con tendencias socialistas", y consideró a Mujica como "el campeón del capitalismo".

Por otro lado su gobierno tuvo también grandes y simbólicos logros progresistas. Destacan la reforma del código civil para permitir el matrimonio homosexual y el paso a legalidad de la interrupción del embarazo - si bien Uruguay siempre ha sido pionero en la región en distanciarse de la influencia de la Iglesia, no ha dejado de ser ésta una conquista más que significativa para un país latinoamericano-. También fue durante su mandato que Uruguay aprobó, en una medida sin precedentes, la legalización y distribución de la marihuana, marcando probablemente el camino a seguir en la lucha contra el narcotráfico en el siglo XXI. Esta medida fue tomada incluso en contra de la opinión pública de su país. Cuando el fue entrevistado por VICE News opinó sobre el cannabis que "si para ser libre" tengo que tomar una droga, entonces estoy "frito". "La libertad la tengo acá [señalándose su cabeza] o no la tengo".

El mayor objetivo de su gobierno, según su propias, palabras fue hacer de la educación una cuestión central. Y él mismo declaró que "fracasó" en su empresa. Reconoció no haber podido cumplir con su programa.

Probablemente su discurso más famoso es aquel que pronunció en la ONU en 2013. En aquella oportunidad reclamó frente a los grandes mandatarios del mundo con su simpleza y forma campechana: "La especie como tal debería tener un gobierno para la humanidad que supere el individualismo y que (...) acuda al camino de la ciencia. Y no solo a los intereses inmediatos que nos están gobernando y ahogando". "Hay que entender que los indigentes del mundo no son de África o de América Latina, son de la Humanidad toda". "En lugar de gobernar la globalización, ésta nos gobierna a nosotros". "Es posible arrancar de cuajo toda la indigencia en el planeta, es posible crear estabilidad y será posible a generaciones venideras si logran empezar a razonar como especie y no como individuos". "Para que todos esos sueños sean posibles necesitamos gobernarnos a nosotros mismos o sucumbiremos. Sucumbiremos porque nos seremos capaces de estar a la altura de la civilización que hemos estado desarrollando". "Estamos vivos por milagro y nada vale más que la vida. Nuestro deber biológico es, por encima de todas las cosas, respetar la vida e impulsarla, cuidarla, procrearla y entender que la especie es nuestro nosotros".

Mujica deja la presidencia de Uruguay para volver al parlamento como Senador y su figura arroja un mensaje para la humanidad, una serie de enseñanzas sobre cómo vivir. Citando su último discurso del pasado domingo, "El egoísmo natural, que llevamos dentro, y que nos lo puso la naturaleza para defender nuestra vida y la de nuestros seres queridos, (se encuentra) en lucha con la solidaridad, que es la defensa en el largo plazo de la especie". "Como ser solitario (el hombre) procura proteger su existencia y la de los que están más cercanos a él (...). Como ser social intenta ganar el reconocimiento y el afecto de sus compañeros humanos (...) y siempre mejorar sus condiciones de vida".


por Tomi Di Pietro
marzo 3, 2015
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LA BATERÍA DE TU MÓVIL PUEDE DELATAR DONDE HAS ESTADO SIN NECESIDAD DEL GPS

La batería de tu móvil puede delatar donde has estado sin necesidad del GPS  Una nueva técnica para rastrear teléfonos

No es un misterio que ya la inmensa mayoría de los smartphones llevan integrado un GPS, es más, no hay necesidad ni de este elemento ya que se puede triangular su posición y el trayecto que ha seguido por las antenas de telefonía a las que ha estado conectado. Sin embargo, el descubrimiento del equipo de científicos de la Universidad de Standford arropados por el Gobierno de Israel, publicado por Wired, ha dado un paso más y sin ninguno de estos dos elementos, ya son capaces de rastrear dónde ha estado un teléfono, y por tanto, supuestamente el recorrido que ha hecho su dueño.

Esto se haría espiando los movimientos a través de los cambios que se han dado en los niveles de la batería. Esto se basa en que los teléfonos, una de sus tareas constantes, es estar buscando las antenas de telefonía a las que conectarse. Si estas están más lejos, en zonas de poca cobertura o tapadas por algún elemento como un edificio, el terminal tiene que gastar más energía en encontrarlas.

Ahora bien, aquí viene el problema, no sólo con esto se sabe donde ha estado el teléfono, hay que conocer previamente los movimientos habituales del usuario - lo que hace esta técnica interesante para las agencias de inteligencia, y quizás por eso está detrás el Gobierno Israelí de esta investigación - lo que permite analizar los datos de la batería y saber con un importante grado de precisión, hasta un 90%, donde ha estado. Sin embargo, el sistema también sirve cuando no se sabe la rutina diaria de la persona que se está espiando en cuestión, pero la eficacia de las respuestas baja al 60%.

Que no cunda el pánico

Aunque es un hecho que puede ocurrir con cualquier teléfono, en realidad, no es para que a la gente de "a pie" le entre el pánico pensando que en cualquier momento van a saber dónde han estado sólo por cómo se ha gastado la batería. No es necesario el acceso físico al teléfono, dado que muchas aplicaciones en Android permiten conocer todas las estadísticas de la batería y es lo único que se necesita por lo que la vigilancia se puede hacer a distancia sólo con conseguir que se descargue un software en el teléfono.
Sin embargo, hecha la ley, hecha la trampa, porque con sólo quitar la batería cuando vamos por la calle, el sistema de vigilancia ideado por la Universidad de Standford y las autoridades israelitas se viene abajo.


por DAVID G. BOLAÑOS 
21-02-2015
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12 mar 2015

Grecia: o Salónica o el euro

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Los desplantes de primera hora a la troika han dado paso al inicio de una negociación en la que muchos vislumbran una temprana traición al programa electoral







La carta remitida al Eurogrupo por el ministro griego de finanzas, el señor Varoufakis, ha causado casi tanto revuelo como sus primeras apariciones públicas tras la esperanzadora victoria de Syriza. Los desplantes de primera hora a la troika han dado paso al inicio de una negociación en la que muchos vislumbran una temprana traición al programa electoral (el llamado Programa de Salónica) que les condujo a la victoria del 25 de enero.

Es muy pronto para vaticinar como van a discurrir los acontecimientos, pero es útil matizar algunas afirmaciones que se vierten en los medios de forma poco rigurosa.

En primer lugar, la carta remitida por el ministro Varoufakis el 23 de febrero al Eurogrupo (ministros de finanzas de los países que forma parte del euro) es sólo una declaración formal de inicio de negociaciones sobre el programa de estabilización (Programa de Ajuste Económico) firmado en mayo de 2010 y actualizado en 2012 entre la troika y el Gobierno griego, presidido entonces por el socialdemócrata Yorgos Papandreu. De hecho, y como corresponde a este tipo de procesos, se trata de un documento escrito en términos muy generales, que emplaza a los negociadores para discutir un documento más concreto a finales de abril próximo. No es ni siquiera un esbozo de las pretensiones del Gobierno de Syriza. Por esa misma razón, es un texto pactado entre ambas partes (Eurogrupo + Gobierno griego), no un texto espontáneo.

Para algunas voces, el simple hecho de que el Gobierno del señor Tsipras se haya prestado a negociar los términos del rescate en curso en vez de denunciarlo sin más supone de por sí una traición alPrograma de Salónica, en el que de forma expresa reclamaba “cancelar la mayor parte del valor nominal de la deuda pública para que sea sostenible en el contexto de una Conferencia europea de la deuda… Incluir una cláusula de crecimiento en el pago de la parte restante de la deuda, de modo que sea financiada en base al crecimiento y no al presupuesto. Incluir un período significativo de gracia (moratoria) en el servicio de la deuda para dedicar fondos al crecimiento. Excluir la inversión pública de las restricciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Un New Deal europeo de inversión pública financiada por el Banco Europeo de Inversiones. Flexibilización cuantitativa del Banco Central Europeo con compra directa de bonos soberanos”.

El texto da una de cal y una de arena, guiños a la izquierda y guiños (muchos) a la derecha. Entre los primeros, el acento en la lucha contra el fraude fiscal como fuente principal de ajuste presupuestario frente a los tradicionales recortes de gasto público; la renuncia a nuevas privatizaciones o la implementación de un plan contra la crisis humanitaria que sufren los griegos (subsidios para electricidad, alimentos, etc.). Entre los segundos, la renuncia a la creación de empleo público, el respeto a los procesos de privatización ya culminados o en curso, la posibilidad de una subida encubierta del IVA y, en definitiva, la garantía de que ninguna medida (incluyendo la lucha contra la crisis humanitaria) afectará a los objetivos de déficit público negociados con la troika.

La carta es en realidad un formalismo y no hay evidencias que nos permitan asegurar que Syriza ha renunciado ya a su programa original: las partes se han dado un tiempo y desconocemos si en estos momentos, entre bambalinas, afilan cuchillos para un enganchón digno de gatos en celo o si, por el contrario, tejen armoniosa y silenciosamente un encaje de bollillos neoliberal al gusto del BCE.

Lo que sí es evidente es que esta carta y el Programa de Salónica son absolutamente incompatibles por dos razones: a) por su coste, 11.000 millones de euros (alrededor del 6% del PIB griego), que supondría una severa desviación de la senda de ajuste de déficit público impuesta por la troika y b) porque elPrograma de Salónica implica la paralización del programa de reformas impuesto a Grecia en la negociación del rescate.

En mi opinión, o bien el Gobierno griego se pliega a las exigencias de la troika y renuncia al Programa de Salónica (cosa que personalmente no deseo), o bien entra en conflicto abierto con ella para dar cumplimiento al programa electoral con el que consiguió el apoyo mayoritario de la población helena.

Seamos sinceros: mientras Grecia permanezca en el euro, desobedecer a la troika supone el riesgo de ser castigado con un corte en el suministro de liquidez al sector público y financiero. El Gobierno griego necesita dinero fresco por importe de 31.100 millones de euros para cubrir el déficit público y refinanciar la deuda que vence en 2015. Por su parte, la banca griega debe más de 56.000 millones de euros al BCE. Mantenerse en el euro es aceptar que el mango de la sartén siga en manos de la troika: cualquier desviación de la senda neoliberal marcada por ella puede desembocar en una crisis de insolvencia de consecuencias catastróficas, en la que ningún Gobierno democrático está dispuesto a incurrir. El precio de ese irracional culto al euro es ya evidente: más desempleo, más pobreza y más desesperanza para el pueblo griego.

El gobierno de Syriza debería contemplar una salida ordenada del euro como una oportunidad. Incluso los economistas no dogmáticos de la derecha europea lo entienden así.

Salir del euro supone recuperar la soberanía monetaria, lo cual no es un asunto de nacionalismo nostálgico: supone la posibilidad de reactivar el crédito y poner a funcionar la economía griega. Son ya 51 meses consecutivos de contracción nominal del crédito (desde octubre de 2010) y ninguna economía capitalista puede crecer sin crecimiento crediticio. Disponer de moneda propia supone la posibilidad de impulsar el crédito, el crecimiento y el empleo.

Si además esa salida del euro va acompañada de una devaluación, ello permitiría recuperar la competitividad perdida frente a sus principales socios comerciales. Actualmente, la balanza comercial griega es deficitaria por importe superior a 20.000 millones de euros y el drenaje de recursos que se produce por esa vía supera, con mucho, el ahorro de divisas que ha logrado el país ajustando su déficit público: de hecho es 10 veces superior al déficit público previsto para 2015.

¿De qué sirve recortar servicios públicos si las divisas se fugan por una balanza comercial deficitaria ocasionada por la falta de competitividad? Con una devaluación se restauraría parte de la competitividad perdida desde la incorporación de Grecia al euro (un 11,1% frente a sus socios de la Eurozona), cosa que no se ha logrado con las medidas de austeridad y liberalización salvaje promovidas por la troika. Por supuesto, la salida del euro debe ir de la mano de una decidida lucha contra el fraude fiscal, de modo que ese mayor crecimiento económico revierta en una mejora de las finanzas públicas.

Ciertamente, el abandono del euro podría provocar algunas turbulencias financieras pero la historia demuestra que con los controles de capital adecuados éstas son transitorias y con un impacto limitado sobre el PIB: Grecia no es el primer caso (ni sería el último) de un país que abandona un tipo de cambio fijo o devalúa su moneda. La restauración del crecimiento no solo permitiría reducir ostensiblemente las actuales tasas de desempleo y pobreza (26,6% y 35,7% respectivamente), dando así cumplimiento a un programa electoral que ha concitado la esperanza mayoritaria de la población helena, sino que incluso favorecería un rediseño más racional de la nueva Eurozona, integrada por aquellos países con una evolución más pareja en materia de productividad.

por José Francisco Bellod Redondo
Doctor en Economía
Público  08/03/2015

Texto completo en: http://www.lahaine.org/grecia-o-salonica-o-el

6 mar 2015

Así que ahora de repente te interesa la política



Antes no ibas a asambleas ni asistías a pases de documentales sobre la gentrificación. Tío, creo que empezaste a cambiar cuando toda esa peña se reunía en Sol o Plaza Catalunya y alzabais las manos y formabais parte de "algo grande". Joder, eso te volvió loco, eso cambió algo dentro de ti. Entiendo la emoción del momento y todo eso pero ya no te vemos el pelo, tus publicaciones en Facebook son tremendamente aburridas y no paras de invitarme a eventos "socialmente sensibles" con carteles grotescos. Por lo general hablar contigo se ha convertido en una auténtica pesadilla y cuando te metes coca y haces esos discursos me entran ganas de arrancarme la cara con algo punzante y oxidado. Está claro que desde entonces has leído un poco más y has decidido empezar a informarte pero se ve a leguas que por lo general no tienes ni puta idea de lo que hablas. No pasa nada, no has estudiado ciencias políticas, solo lees ficción y el otro día tuviste que buscar en Wikipedia qué coño eran las elecciones plebiscitarias. Tranquilo, las personas normales hacemos estas cosas pero no pretendas estar "metido en política" y no nos digas eso de que "todos tenemos la obligación de hacerlo". Te has metido en esto de la misma forma que te podrías haber obsesionado con Ed Ball y todos esos grupos pre-Television Personalities, y te garantizo que esta segunda opción habría resultado mucho más razonable.

Somos ciudadanos y tenemos derechos y obligaciones, deberíamos ser entes activos en la gestión de nuestra patria. Dicen que todo es política pero también todo es física, semántica o percepción, no podemos ser unos jodidos expertos en todo. Para que el globo ascienda tenemos que dejar caer cierto lastre. Hay gente especializada en estos campos que lleva años peleando, nadie necesita tu despertar político ni que te compres una máscara de Guy Fawkes. Ahora ir contigo a una manifestación se ha convertido en una acumulación extrema de vergüenza ajena. Sinceramente creo que las cosas normalmente tienen un proceso lento y causal pero lo tuyo ha tenido una aceleración enfermiza. Tiendo a sospechar de los giros de 180 grados en las personas, de la gente que pasa de A a B en un par de días, sea cual sea la temática, como cuando de repente tu novia te dice que se va vivir a Madrid porque ha conocido a "un tipo" que le ha cambiado la percepción de la vida y que resulta ser la primera persona que "conecta" con los collages de mierda esos que hace con revistas de los setenta y catálogos de ofertas del supermercado.

La crisis, el 15-M, el documental "La doctrina del shock", todos los escándalos de corrupción que ha habido estos últimos años dentro de los partidos políticos más establecidos, la aparición de Podemos —esos tipos— y el hecho de que nuestro país sea, por lo general, una gran bola de mierda puede que hayan provocado que se te encienda a ti y a unos cuanto más la llama de la conciencia política. Pero si antes esto de las concentraciones, manifestaciones y asambleas os importaba una mierda a menos que hubiera cerveza gratis y no fuera Moritz. Este pequeño hobby al que os habéis apuntado tiene la triste particularidad de ser esencialmente caduco, pues de la misma forma que ha aparecido es muy probable que se desvanezca.

Ei, pero tampoco está tan mal. Supongo que habíamos llegado a un punto en el que la política funcionaba sola, casi al margen de la ciudadanía, consolidando un sistema en el que la administración y el empresariado eran lo mismo (¿esta es la idea, no?). Somos hijos de un sistema que requería de la pasividad de la población, de una extrema apolitización por culpa de un palpable desencanto con el sistema de partidos. Hace años que no existe un sentimiento real a nivel político. ¿Dónde están esas ideas por las que uno llegaría a morir? Es por esto que, pese a su evidente inocencia, este nuevo despertar tiene algo de tierno y, lo diré ya de una vez, respetable. Por fin se vuelve a creer en algo que va más allá de las pelotas de uno mismo. ¿Cómo podemos exigir ciertas cosas a los políticos si la mayoría de nosotros no tenemos ni puta idea de quiénes son todos los ministros actuales o si no hemos tenido nunca la necesidad de asistir al congreso de los diputados? Somos ciudadanos de postal, la política nos importa realmente una mierda, solamente queremos tener planes para el fin de semana y suficientes billetes como para poder comprar un poco de productos comestibles. Así que bueno, amigo, eres un activista de postal pero supongo que eres mejor que el resto de nosotros, los que no somos nada.

por Pol Rodellar
Redactor de Vice España
11/02/15
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4 mar 2015

La memoria no es humo

Imagen de las antiguas teleras que dejaron de usarse al principio del s xx

El 4 de febrero de 1888 una cohorte de mineros, campesinos y gentes de los pueblos de alrededor de Riotinto (Huelva), promovidas por la Liga Antihumos, se congregaba frente a las puertas del Consistorio del municipio. Al grito de 'Menos humos y más agricultura' ese millar de personas pertenecientes a movimientos obreros, campesinos y cantonalistas exigían al alcalde del pueblo el cierre de las teleras en las minas de la Río Tinto Company Limited, empresa minera británica que extraía cobre de la zona por aquellos tiempos. Algunas crónicas narran que el humo de las teleras, sistema de calcinación de mineral al aire libre de un alto nivel contaminante, llegaban en ocasiones a la sierra de Sevilla o a zonas de Portugal. Alcaldes pagados por la compañía, gobernadores civiles sin escrúpulos y gobiernos centrales al servicio del colonialismo no dudaron en dispersar la manifestación, ejercito mediante, a base de bayoneta y pólvora. Alrededor de un centenar de personas eran asesinadas en aquella plaza en lo que pasaría a conocerse para la posteridad como 'El año de los Tiros'.

Una cuestión de memoria...

Desde hace algún tiempo algunas organizaciones ecologistas de la provincia de Huelva no han cejado en proponer esta fecha para que pueda considerarse a nivel internacional como el Día Mundial Contra la contaminación, al ser la primera manifestación de la que se tiene constancia en la que la población se manifestaba por la contaminación del aire. Este 4 de Febrero son muchas las organizaciones que quieren recordar el 175 aniversario de ese fatídico día para rescatar una de las luchas del pueblo. El ayuntamiento de Riotinto ha realizado durante la semana algunas actividades en relación al hecho como exposición de relatos y fotografías, recital de poesías y la proyección de la película "El Corazón de la Tierra”, obra original de Juan Cobos Wilkins, adaptada al cine por el director Antonio Cuadri, basada en la historia del Año de los Tiros.

En la Universidad de Huelva se realizaba también un acto conmemorativo la tarde del día 4 que abarrotó el salón de actos de la Facultad de Empresariales con lo más nutrido del ecologismo de la provincia. En la mesa se sentaron Carlos Arenas, historiador de la universidad de Sevilla experto en el tema, Juan Cobos Wilkins, Juan Romero de Ecologistas en Acción e Isaís Griñoo de la Mesa de la Ría de Huelva con la coordinación de Félix Talego, antropólogo de la Universidad de Sevilla y representante de EQUO.

... por las razones del presente.

Un sentir aunaba las conciencias entre los participantes de este evento que no han dudado en llamar “La Memoria no es humo”. En voz del coordinador de la mesa, el expolio sistemático de la compañía inglesa hasta mediados del S XX y la trayectoria contaminante de la misma ha sido la mecha que encendió la pólvora que ha supuesto la historia catastrófica de la provincia en los últimos años a partir de los años 60. El vertedero nuclear de media Europa instalado en Nerva, el polo químico en la punta del Sebo que tiene como consecuencias una balsa de fosfoyesos radiactivos casi tan grande como la misma ciudad o vertidos continuados en la ría, una refinería y toda una industria maderera hoy en desmantelación son algunos de los ejemplos de las "teleras" actuales que la provincia tiene que soportar de manera cotidiana.

Los que se reparten la tarta del aprovechamiento de contaminación parecen hasta inverosímiles. La familia Kissinger de Argentina, dueña de Atlantic Cooper, el Grupo Villar Mir dueño de OHL o Fertiberia, la responsable de la balsa de fosfoyesos, cuyo dueño fue nombrado Marqués hace tan sólo 3 años o acuerdos de nuestro ínclito ex monarca con la OCP del monarca alauí, Mohamed VI relacionados en el expolio de fosfatos del Sáhara son algunos de los casos más notorios del entramado formado por más de una decena de transnacionales que opera en la zona casi con total impunidad.

En la actualidad y como una obra casi macabra del destino se van a reabrir, con el beneplácito y apoyo de Susana Díaz, las minas de Riotinto, como siempre apelando al mantra del progreso: "por el empleo".

06/02/15

Gentrificación: urbanización salvaje contra el proletariado


etapas de la gentrificacion centro

Desplazamiento forzado en la ciudad

Seguramente hemos visto anuncios y spots del gobierno que hablan, o más bien prometen, el “mejoramiento” o “rescate” de ciertas zonas o barrios de la ciudad de México. El gobierno local los anuncia como los grandes proyectos que, aseguran, conservarán la identidad de los barrios mejorando servicios, viviendas, infraestructura etc. Sin embargo, lo que no nos dicen es que dichos proyectos conforman parte de un proceso bastante selectivo y violento de urbanización o reacomodo espacial que no incluye a la población local, es decir a los habitantes originarios o colonos. Este proceso se denomina gentrificación.

¿Qué? Si, así: Gentrificación. En pocas palabras, la gentrificación es el proceso de desplazamiento y encarecimiento social de las ciudades, es un proceso de urbanización salvaje. De entrada, el puro nombre parece ser algo muy ajeno a nosotros, empezando porque la palabra ni está en español, no obstante, está presente en nuestra vida cotidiana y, dependiendo de la zona en la que vivamos, incluso podemos ser víctimas de esta urbanización salvaje.

La gentrificación hace referencia a un proceso de “desinversión” de áreas urbanas; vecindarios que viven prácticamente en el abandono por parte del gobierno en cuanto a infraestructura, servicios, comercios pero que se ubican cerca de importantes centros urbanos. Pareciera que hablamos de casi cualquier barrio de nuestra ciudad, sin embargo no termina aquí esta categorización. A estos barrios “elegidos” se les prepara un atractivo proyecto de “recolonización”, para que lo habiten nuevas personas, personas que tengan un mayor poder adquisitivo, en su mayoría de extracción burguesa y miembros de la pequeña burguesía acomodada. Este proceso se desarrolla a través de una sistemática precarización (empobrecimiento planificado, podríamos decir) del vecindario o colonia debido a diversas políticas públicas que recortan el presupuesto para mejorar calles y viviendas, construcción de parques, etc. Sumado a esto, el barrio que ya se encuentra en condiciones de abandono, es estigmatizado socialmente, es decir, se criminaliza la pobreza señalando que no sólo tiene un mal aspecto sino que también es un “barrio bravo”, es inseguro y salen a la luz tasas de criminalidad que, engañosamente, buscan acrecentar la cantidad de delitos en las colonias que, no por gusto, tienen precarias condiciones de vida.

Es entonces que las grandes empresas inmobiliarias, coludidas con el gobierno, aprovechan dicho abandono y proyectan “mejorar” las condiciones del barrio comprando a precios bajísimos predios y propiedades, remodelando construcciones y atrayendo todo tipo de inversión, siempre y cuando se mantenga dentro del nivel adquisitivo y se dirija a la clase social que pueda costearlo (la clase burguesa y la pequeño burguesía acomodada). De esta manera especulan con el futuro de la zona y, para los empresarios, el negocio es redondo: comprar a bajos precios, especular con la renta del suelo y vender o rentar a precios exuberantes.

Sin embargo, la cosa no sale así de exitosa para todos, los colonos o primeros habitantes forman parte del plan pero no tienen un futuro tan brillante. El mercado de bienes, al encarecer la renta, y el gobierno, al subir los impuestos, hacen que sea prácticamente imposible para las familias sostener los nuevos precios del renovado barrio (ya que para “atraer la inversión” se tuvo que invertir en calles, construir parques, bibliotecas, etc. que luego son, literalmente, cobrados) y, eventualmente, son desplazados a las periferias. Es decir, existe una sistemática expulsión de la clase trabajadora hacia las orillas de los grandes centros urbanos, de las zonas bonitas y modernas, y los trabajadores se ven obligados a vivir en los cinturones de miseria que rodean las metrópolis puesto que son las únicas rentas que los bajos salarios permiten costear.

Este proceso comenzó a desarrollarse en países como Inglaterra y Estados Unidos, sin embargo, actualmente no es exclusivo de una región, sino que es una característica de las ciudades capitalistas. En nuestra ciudad tenemos varios ejemplos, como el corredor peatonal Madero, la plaza de Garibaldi, el proyecto de “rescate” del barrio de la Merced, o bien el más polémico en los últimos meses: el proyecto de las Zonas de Desarrollo Económico y Social (ZODES), el cual incluye cinco zonas de desarrollo en distintos puntos de la ciudad, los más conocidos hasta ahora son el corredor llamado “Ciudad de la Salud” ubicado en la Delegación Tlalpan, la “Ciudad Administrativa” que estará ubicada en la Colonia Doctores y la “Ciudad del Futuro” ubicada en los pedregales de Coyoacán.

Como vemos, no es un proceso que se desarrolle en un año o dos, sino que es de largo aliento y para que la urbanización salvaje suceda es vital que las inmobiliarias y empresas constructoras planifiquen de la mano con el Estado. No nos vayamos con la finta, no todo proceso de mejoramiento de las colonias o barrios en las ciudades se trata de un proceso de gentrificación, sin embargo hemos de mantenernos alertas, el acceso a una vida digna es un derecho y no tiene que venir condicionado con altas rentas ni costosos impuestos. No dejemos que nos expulsen de nuestras colonias ni barrios siendo que en muchos de estos fuimos nosotros mismos quienes los construimos. Así como construimos nuestras casas picando piedra y removiendo escombros, organicémonos y luchemos ya no sólo por nuestra casa, sino por el futuro de todo el pueblo trabajador. No dejemos que las autopretendidas “Ciudades del Futuro”, se roben el futuro del pueblo.
NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección CIUDAD del No. 5 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), en circulación desde el 18 de enero de 2015.

Por OLEP
15/02/15
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