25 sept 2015

Estafadores y ladrones... pero impunes

En la economía actual, como en el cerdo, todo se aprovecha, incluso los desastres. Porque las pérdidas corren por cuenta de otros: de la gente de a pie, de los trabajadores, de los consumidores, de los contribuyentes… Lo de siempre (José Luis Trasobares)

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Tremendo lo del truco informático de Volkswagen. Pero deberíamos estar habituados a que los magos de la alta economía hagan de las suyas, e imiten (cada vez con mayor desvergüenza) a los capos de la mafia. Al fin y al cabo, unos y otros se entremezclan como clientes de los mejores paraísos fiscales, de los más prestigiosos abogados y asesores, de los resorts exclusivos... incluso de los mismos burdeles de altísimo standing. Vimos a Lehman&Brothers suspender pagos al reventarle el chanchullo piramidal, al Deutsche Bank y otras glorias financieras de Europa trampear el euribor para ganar miles de millones, a las petroleras y telecomunicadoras pactar precios, a las multinacionales evadirse de sus responsabilidades fiscales, a los superejecutivos de medio mundo hacerse millonarios engañando a sus accionistas...
También en España podemos presumir de un fabuloso atraco: el perpetrado en numerosas cajas de ahorro por sus propios administradores. ¿Por que, pues, habría de llamarnos la atención que el principal fabricante de automóviles del mundo haya perpetrado una estafa a escala global? ¿Acaso suponíamos que los de Volkswagen (tan serios, tan estirados, tan... alemanes) eran especiales? ¿Nos habíamos creído los anuncios sobre la supuesta ecoeficiencia de sus milagrosos motores?

Son estafadores y ladrones. Pero si además hacen cosas tan descaradas es porque se sienten (y son) impunes. Nunca les pasa nada. Una multa, un traspiés, un desprestigio que se irá diluyendo con el paso del tiempo... El presidente de Volkswagen se va a casa con un fajo, tan ricamente. Lo mismo ha ocurrido con cientos de personajes responsables de otros macropufos (en España, por ejemplo). Mientras, el tremendo tropezón bursátil (de toda la industria del automóvil) permite a los brokers jugar en corto y seguir ganando. En la economía actual, como en el cerdo, todo se aprovecha, incluso los desastres. Porque las pérdidas corren por cuenta de otros: de la gente de a pie, de los trabajadores (no saldrán indemnes de ésta los de VW), de los consumidores, de los contribuyentes. Lo de siempre.

Por José Luis Trasobares
24/09/2015
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