20 jul 2014

Bienvenido a la ciber-usura: préstamos en internet que convierten a la Mafia en el Monte de Piedad

Imagen: Los cambistas (Wikicommons).

Cuenta Roberto Saviano en su vibrante libro-reportaje ‘Cero, cero, cero’ que la Mafia calabresa concede créditos por un interés semanal del 10%. Así, si hoy viernes le pides al prestamista de la ‘Ndrangheta 100 euros el viernes que viene tendrás que devolver 110. Pero si las cosas se ponen feas y no puedes devolver la panoja hasta dentro de un año actuará la fatídica magia del interés compuesto y tu deuda ascenderá a 14.200 euros, lo que viene siendo un estremecedor TAE del 1.420%. Los fondos de los pantanos están llenos de morosos con zapatos de cemento por ignorar la fórmula matemática del interés compuesto.

Pero, que se sepa, ni la ‘Ndrangheta, ni la mafia rusa, ni los usureros judíos de los cuentos se habían atrevido nunca a aplicar un TAE del 3.000%, como hacen alegremente los servicios de “préstamo rápido y sin intermediarios” que proliferan en internet. Las páginas de Wonga (la original, de origen británico) o Crédito Más (su imitadora española) incluyen un simpático e intuitivo simulador del mini-crédito en el que los 100 euros que pides hoy se convierten por arte de birlibirloque en 130 al cabo de un mes: un 30% mensual que equivale a un 1.433% anual, como pulcramente informa la página.

Pero, veamos, ¿por qué alguien en su sano juicio iba a pedir un crédito por 1.433% (o al 2.945% en Crédito Más) cuando hoy en día cualquier banco comercial pide algo más de un 10% anual por un crédito al consumo? Muy sencillo: Wonga, Crédito Más o HelpMyCash no hacen preguntas: con enviar tu DNI, un número de móvil y algún dato más, ya puedes acceder a un mini-préstamo de entre 50 y 500 euros.

La banca o la vida

En el sector financiero es bien conocida la regla de riesgo vs tipo de interés. Los bancos pueden aplicar un tipo de interés razonablemente bajo (10% con el tipo oficial del dinero a menos del 0,5%: un margen gigantesco) porque sólo conceden créditos a particulares solventes. Cuanto más incierto es el cliente, menos posibilidades tiene de recibir el dinero, de modo que no le quedará otra que recurrir, por este orden, a familiares, Cofidis, la mafia rusa y Wonga.

En comparación, Cofidis –que engatusa con sus anuncios a las abuelas que ven la tele en horario matinal- son unas hermanitas de la caridad, pues aplican un 24% TAE, lo que viene a ser un precio de amigo: “Venga, te presto 1.000 euros y me devuelves 1.240 el año que viene”. Una ganga, si tenemos en cuenta la alternativa. Parece mentira pero sólo ha pasado una década desde que El País se escandalizaba con las condiciones de los créditos Cofidis, lo más cercano a la usura en aquel momento: “Lo barato sale caro”.

¿Quién ha dicho usura? Llamo al servicio de inspección del Banco de España, donde una señorita muy amable me indica que ni la entidad ni ninguna administración puede definir qué es usura: “Eso sólo lo puede determinar un juez”, me explica. Sin embargo, la venerable ley de Usura (Ley Azcárate) de 1908 deja meridanamente claro qué es eso de la usura: “Aquellos préstamos en los que se estipule un interés notablemente superior al normal del dinero”.


Veamos: 2.950/0,48=6.145. Si multiplicar por 61 el precio de un artículo no es usura, que venga Juan Alberto Belloch y lo vea. El esposo de Mari Cruz Soriano (y los que tocan su piano) despenalizó la usura en 1995, cuando era Ministro de Justicia. Desde 1908 hasta entonces, practicar la usura era un delito. Desde entonces, sólo una falta o, como en el caso de Wonga & co, un inocente abuso de la impericia matemática del personal.

Por Iñaki Berazaluce
http://blogs.publico.es/
18/07/2014

18 jul 2014

Prohibido opinar

Podemos afirmar que en el estado español se ha prohibido el derecho a opinar, siempre que sea una opinión crítica con el régimen.



"Hace poco alertábamos sobre la escalada represiva que el régimen está llevando a cabo contra la libertad de expresión, estirándo como un chicle el artículo 578 del código penal, ese al que llaman “delito de enaltecimiento del terrorismo”.

La detención, bautizada como “operación araña”, el pasado 28 de abril por orden del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco de 21 personas por simplemente opinar en las redes sociales abre una puerta a la total persecución de la libre expresión de ideas en público.

En los últimos días, además, se ha puesto de manifiesto que esta escalada represiva contra cualquier opinión distinta a la del gobierno es la nueva línea a seguir por el régimen, tanto desde la Audiencia Nacional como desde el resto del aparato judicial.

La condena al twittero L.J.M. a pagar 300 euros de multa, las costas del juicio y 1.000 euros de indemnización a la delegada del gobierno de Madrid, Cristina Cifuentes, por llamarla “puta” en un comentario de twitter, constituye un absurdo, pero lo realmente grave es que la fiscalía pedía 4 años de prisión por este hecho. Es una muestra más de cómo el derecho a la libertad de expresión se está reduciendo hasta límites insospechados y de cómo los poderosos usan su privilegiada posición para amedrentrar e inculcar el terror a cualquiera que ose llevarles la contraria.

Otro ataque más a la libre opinión y expresión ha sido la reciente denuncia por parte de la policía municipal de Iruña a un grupo de personas que parodió una procesión en la pasada semana santa. A estas personas se les acusa de un “delito contra la libertad religiosa”.

Cómo comentábamos recientemente, las condenas por delitos de opinión se están haciendo habituales, como muestran las sentencias contra la twittera @albacorazonnegro (1 año de prisión), Pablo Hasel (2 años de prisión), los Bastoners Solidaris (1 año de prisión) o a Fernando Sota, el Tafallés que ingresó el pasado domingo en prisión por una condena de un año por haber puesto las fotos de dos presos políticos de su pueblo. Este último caso ha causado un gran revuelo ya que lo habitual cuando hay condenas no superiores a 2 años es dejar la condena en suspenso.

Ahora a todo esto hay que sumarle las razzias policiales como la del pasado 28 de abril.

En los últimos tiempos estamos viendo como cualquier ciudadano, simplemente por protestar en la calle, es susceptible de ser apaleado impunemente, o detenido semanas después en una nueva razzia policial, e incluso de ingresar directamente en prisión, como en el caso de Miguel e Isma, detenidos por el 22M. Tras imponer el terror contra el que se atreva a protestar en la calle, el siguiente paso está siendo imponer el terror contra el que se atreva a opinar publicamente, siempre que sea una opinión contraria a la del régimen.

La inclusión en esta operación de personas como Aitor Cuervo, un poeta antifascista con cierta relevancia, o de Aitor Martínez Ibarrola, que escribe en el medio digital popular Topatu.info, pone de manifiesto la posibilidad de que los comentarios en las redes sociales puedan usarse como una burda excusa para perseguir y reprimir a activistas sociales, a gente relevante del mundo de la cultura o a periodistas incómodos para el poder.

Las noticias difundidas por los mass-media, en las que dicen que se investiga otros 200 perfiles más de las redes sociales, nos alertan sobre la clara posibilidad de que las siguientes detenciones sean así: detenciones políticas en las que lo que se persigue son las ideas y el compromiso con ellas, pero poniendo la excusa de que “el detenido afirmó una vez en su cuenta de facebook que 'esta boca es mía' ”.

En definitiva, en el estado español el artículo 20 de la constitución, el que garantiza el derecho a la libertad de expresión, ha sido derogado de facto. Hemos retrocedido años atrás en el tiempo, a los años de la censura, el tijeretazo y la inquisición. Podemos afirmar que en el estado español se ha prohibido el derecho a opinar, siempre que sea una opinión crítica con el régimen".

lahaine.org
10/5/2014

17 jul 2014

"Gaza, una ratonera sin salida".




"Para justificarse, el terrorismo de Estado fabrica terroristas: siembra odio y cosecha coartadas. Todo indica que esta carnicería de Gaza, que según sus autores quiere acabar con los terroristas, logrará multiplicarlos.



Desde1948, los palestinos viven condenados a humillación perpetua. No pueden ni respirar sin permiso. Han perdido su patria, sus tierras, su agua, su libertad, su todo. Ni siquiera tienen derecho a elegir sus gobernantes. Cuando votan a quien no deben votar, son castigados.

Gaza está siendo castigada. Se convirtió en una ratonera sin salida, desde que Hamas ganó limpiamente las elecciones en el año 2006. Algo parecido había ocurrido en 1932, cuando el Partido Comunista triunfó en las elecciones de El Salvador. Bañados en sangre, los salvadoreños expiaron su mala conducta y desde entonces vivieron sometidos a dictaduras militares. La democracia es un lujo que no todos merecen.

Son hijos de la impotencia los cohetes caseros que los militantes de Hamas, acorralados en Gaza, disparan con chambona puntería sobre las tierras que habían sido palestinas y que la ocupación israelí usurpó. Y la desesperación, a la orilla de la locura suicida, es la madre de las bravatas que niegan el derecho a la existencia de Israel, gritos sin ninguna eficacia, mientras la muy eficaz guerra de exterminio está negando, desde hace años, el derecho a la existencia de Palestina. Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la está borrando del mapa.

Los colonos invaden, y tras ellos los soldados van corrigiendo la frontera. Las balas sacralizan el despojo, en legítima defensa. No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak invadiera el mundo. En cada una de sus guerras defensivas, Israel se ha tragado otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen. La devoración se justifica por los títulos de propiedad que la Biblia otorgó, por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió, y por el pánico que generan los palestinos al acecho.

Israel es el país que jamás cumple las recomendaciones ni las resoluciones de las Naciones Unidas, el que nunca acata las sentencias de los tribunales internacionales, el que se burla de las leyes internacionales, y es también el único país que ha legalizado la tortura de prisioneros. ¿Quién le regaló el derecho de negar todos los derechos? ¿De dónde viene la impunidad con que Israel está ejecutando la matanza de Gaza?

El gobierno español no hubiera podido bombardear impunemente al País Vasco para acabar con ETA, ni el gobierno británico hubiera podido arrasar Irlanda para liquidar a IRA. ¿Acaso la tragedia del Holocausto implica una póliza de eterna impunidad? ¿O esa luz verde proviene de la potencia mandamás que tiene en Israel al más incondicional de sus vasallos?

El ejército israelí, el más moderno y sofisticado del mundo, sabe a quién mata. No mata por error. Mata por horror. Las víctimas civiles se llaman daños colaterales, según el diccionario de otras guerras imperiales. En Gaza, de cada diez daños colaterales, tres son niños. Y suman miles los mutilados, víctimas de la tecnología del descuartizamiento humano, que la industria militar está ensayando exitosamente en esta operación de limpieza étnica.

Y como siempre, siempre lo mismo: en Gaza, cien a uno. Por cada cien palestinos muertos, un israelí.
Gente peligrosa, advierte el otro bombardeo, a cargo de los medios masivos de manipulación, que nos invitan a creer que una vida israelí vale tanto como cien vidas palestinas. Y esos medios también nos invitan a creer que son humanitarias las doscientas bombas atómicas de Israel, y que una potencia nuclear llamada Irán fue la que aniquiló Hiroshima y Nagasaki.

La llamada comunidad internacional, ¿existe? ¿Es algo más que un club de mercaderes, banqueros y guerreros? ¿Es algo más que el nombre artístico que los Estados Unidos se ponen cuando hacen teatro?
Ante la tragedia de Gaza, la hipocresía mundial se luce una vez más. Como siempre, la indiferencia, los discursos vacíos, las declaraciones huecas, las declamaciones altisonantes, las posturas ambiguas, rinden tributo a la sagrada impunidad.

Ante la tragedia de Gaza, los países árabes se lavan las manos. Como siempre. Y como siempre, los países europeos se frotan las manos. La vieja Europa, tan capaz de belleza y de perversidad, derrama alguna que otra lágrima mientras secretamente celebra esta jugada maestra.

Porque la cacería de judíos fue siempre una costumbre europea, pero desde hace medio siglo esa deuda histórica está siendo cobrada a los palestinos, que también son semitas y que nunca fueron, ni son, antisemitas. Ellos están pagando, en sangre contante y sonante, una cuenta ajena".

Artículo de Eduardo Galeano, escritor uruguayo

13 jul 2014

Defiende la privacidad en tu correo electrónico. Usa GnuPG


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Debemos recuperar la privacidad en nuestras comunicaciones electrónicas frente a los conocidos sistemas de vigilancia masivos.

La privacidad es un derecho que en esta época de internet hemos cedido demasiado a la ligera. Agencias de seguimiento masivo recopilan datos, informaciones, conversaciones, etc sobre miles y miles de usuarios de internet.

Hemos rebajado tanto ese nivel de exigencia de privacidad que no sólo aceptamos como algo normal que nos vigilen, sino que además regalamos muchos de esos datos personales, exponiéndolos en la red de manera pública.

En la red no sólo agencias de vigilancia están a la escucha, sino que también estafadores, acosadores, empresas quieren negociar con nuestros datos y sacar algún provecho de ellos. Demos un primer paso, empecemos por algo sencillo como es encriptar nuestro correo electrónico.

Desde la web de FSF han dado unas sencillas pautas para lograr esa privacidad en nuestro correo, que es utilizar GnuPG para encriptarlo. ¿Todo esto te suena muy raro o extraño? Nada más lejos de la realidad! visita la web en el siguiente enlace y sigue los pasos (en inglés pero sencillos)

https://emailselfdefense.fsf.org/


Y además he dedicado un tiempo a traducir una sencilla infografía en la que se explica de manera simple que es todo eso de GnuPG y porque es importante concienciarse.

Pincha en la imagen para ampliarla. Por supuesto puedes usarla en tu web, blog o donde quieras!

Y si quieres te puedo mandar el fichero .svg fuente por correo, y por si me lo mandas encriptado esta es mi clave: GPG Key: 0xF782C8C2 ;)

Más información en Reset The Net

Y si quieres un tutorial de cómo configurar Thunderbird con Enigmail para poder mandar y recibir correos cifrados, en la web Portal Linux tienes un gran tutorial:

http://portallinux.es/thunderbird-gnupg-cifrar-correo/






http://victorhckinthefreeworld.wordpress.com/

12 jul 2014

El Espirito Santo es insolvente y alimenta el miedo de una nueva crisis financiera

banco-espirito-santo.jpg  Los miedos a una nueva crisis financiera han sido invocados directamente por el Espirito Santo. La nueva pesadilla de las bolsas mundiales es el fruto más fresco de esa santísima trinidad conocida como troika. Las turbulencias en el sector bancario de Portugal han alarmado a los inversores de todo el mundo y las bolsas mundiales han vuelto a esos días de pesadilla que parecían olvidados. La insolvencia del Espirito Santo, el mayor banco de Portugal, lastró todas las bolsas del mundo, y en Lisboa la bolsa debió cerrar por las estrepitosas caídas de su sistema financiero donde el BES se deslizó un 18 por ciento. Durante la jornada, el PSI20 de Portugal cerró con una caída de -4,2 por ciento; el Ibex35 retrocedió -1,98%, el DAX alemán -1,52%, el FTSE inglés -0,68%, mientras el Dow Jones lo hizo en -0,42%. 



banco-espirito-santo-chart.jpg

Todo este pánico ha sido por la débil situación del Espirito Santo, el principal banco de Portugal, que no puede pagar ni siquiera los intereses de la deuda, pese a los bajos intereses que mantiene el BCE. Esto demuestra la enorme vulnerabilidad que sufre el sistema financiero, pese al dinero barato de Mario Draghi. El miedo aumenta a medida que se acerca la hora en que los bancos centrales deberán comenzar a revertir el curso de las tasas de interés y tendrán que subirlas. Con esto, muchos bancos quedarán a la deriva, confirmando el fiasco de las pruebas de estrés realizadas en 2012 donde se dijo que los bancos estaban reforzados para resistir una nueva crisis. Sin embargo, antes que la nueva crisis comience, hay bancos que comienzan a caer. banco-espirito-santo-chart.jpg Las acciones del Espirito Santo retrocedieron ayer un 18%, acumulando una caída del 60 por ciento en los últimos dos meses, extendiendo el nerviosismo en Europa que comienza a ver la distancia que separa lo que se dice sobre la salud de la banca europea, versus su estado real. La banca está en una situación débil y vulnerable a todo tipo de shock, como ha dejado en claro este remezón provocado por un pequeño banco europeo.

Los bancos más débiles de la eurozona están de nuevo en la mira de los especuladores, que aprovechan la volatilidad para fomentar su toma de ganancias. El Espirito Santo tiene un déficit de capital cercano a los 3 mil millones de euros y esto le impide pagar los intereses de la deuda. La solución privada no ha aparecido por ningún lado y lo más probable es que invoque al Estado para paliar sus dificultades. La intervención del gobierno se hace inminente, pero a nivel europeo preocupa que una nueva intervención de un gobierno reavive los temores potenciales del sistema financiero europeo de los países más débiles".

elblogsalmon.com
11 de julio de 2014
Imagen | Joango Aguar Matoses

11 jul 2014

¡No nos entienden! ¡No nos quieren! ¡No nos votan!

"Este es el lamento lacrimoso de los partidos tradicionales en España. Deberían sin embargo enjugar y apaciguar este llanto y aceptar que no los entendemos, no los queremos y no los votamos porque no los creemos, asumiendo de una vez que “la clave fundamental para recuperar la credibilidad es explicar claramente lo que estás haciendo (o lo que pretendes hacer) y por qué”, como escribe Soledad Gallego-Díaz en El País (29/06/2014), quien afirma también que “el primer problema del PSOE es su falta de credibilidad, la incapacidad de sus dirigentes para ser creídos”. Juicio que se torna más severo aún si contemplamos las repetidas y descaradas mentiras del PP para encubrir sus miserias y la traición a sus promesas electorales.

Recordando a Frantz Fanon (“Los condenados de la tierra”, 1961, leído hace muchos años) me atrevo a afirmar que la legitimidad, la credibilidad de la acción política en general, y de un gobierno democrático con mayor exigencia aún, es la de explicar cada día la razón última de sus decisiones y no sólo anunciarlas en los programas electorales o justificarlas a posteriori en los manidos debates sobre el estado de la nación. Fanon decía, no literalmente, que hacer política es explicar públicamente cuándo se hace un puente, quién lo paga, porqué se hace en este lugar y no en otro, porqué ahora frente a otras necesidades urgentes y a quién beneficia, ¿a quien lo cruza cada día o a quien lo construye?

Tenemos próximos hechos políticos de gran importancia, opacos frente a la ciudadanía y que, dada su falta de transparencia y explicación pública, han creado malestar, rechazo y desconfianza que se traducen en pérdida de votos para los partidos mayoritarios y especialmente para el PSOE. ¿Qué razones o qué presiones justificaron la reforma del artículo 135 de la Constitución? ¿Qué razones o qué presiones justificaron el apoyo de los socialistas a Durao Barroso (anfitrión del trío de las Azores) y han justificado el voto a favor de Juncker? ¿Cuáles son las razones para votar favorablemente el aforamiento del ex rey Juan Carlos I y silenciar el escándalo de más de diez mil aforados en España? Si hay razones políticas de peso, si hay circunstancias que aconsejan u obligan a tomar estas decisiones, aunque solo sea por una prudencia coyuntural, un partido que debiera perfilarse como una alternativa progresista al PP tiene la obligación de hacer públicas estas razones, prudencias o presiones ante la ciudadanía y no solo ante sus militantes, cosa que tampoco se ha hecho.

Esta exigencia de claridad, de explicación, es aun más necesaria en tiempos de autoimpuesta escasez de recursos públicos y de dramáticos recortes en las prestaciones sociales. Tiempos en que la responsabilidad política debe concretarse de forma más exigente en la selección de sacrificios que no en la promesa de paraísos.

A los lamentos de los partidos, que encabezaban estas líneas, responden airados miles de ciudadanos con un ¡no nos representan! Un grito que no es tanto la expresión de una revuelta antisistema como el cada vez más extendido clamor contra un sistema que se titula democrático únicamente porque se puede votar cada cuatro años (cosa necesaria pero no suficiente), pero que tolera, cuando no provoca, con su política económica la desigualdad, la marginación, la exclusión de los empobrecidos por el propio sistema, dominado por los mercados, que imponen sus reglas por encima de la política a unos sumisos partidos. Un grito que reclama más y mejor democracia, representativa y participativa a la vez. Un grito que no pretende destruir la democracia nacida de la transición y la Constitución de 1978, aunque sí cuestionarla radicalmente y que aspira y exige construir un nuevo sistema en el que la libertad no se venda a cambio de una mayor seguridad represiva, la igualdad sea un objetivo y un compromiso irrenunciable de los gobiernos y la solidaridad, la vieja fraternidad revolucionaria, no se degrade en subsidios asistenciales para los “pobres”.

Con más rigor que el bla, bla, bla de los discursos al uso en boca de los candidatos a gobernar la nación, las nacionalidades, los municipios y los propios partidos, se necesita, se exige, una mayor concreción, un mayor énfasis en cómo afrontar los graves problemas que acosan cotidianamente a los ciudadanos, nacidos todos ellos de la desigualdad, que diferencia ricos y pobres, fractura la sociedad y expulsa a los menos favorecidos, cada día más empobrecidos. Más allá del tópico, de la invocación cínica y oportunista, necesitamos una mejor democracia en la que la voz de los ciudadanos sea oída o, mejor dicho, entendida y atendida, en la que los mecanismos de participación en los asuntos públicos se amplíen más allá de los partidos o sindicatos, en la que los gobernantes expongan las razones que justifiquen para quien, cuando y donde se toman las decisiones que afectan al conjunto de los ciudadanos, sean leyes, decretos o presupuestos. Si así lo hiciesen, volveríamos a entender, querer y votar a los partidos políticos tradicionales o nuevos, y en ese caso reconoceríamos que sí nos representan".

Eduardo Mangada | Arquitecto
nuevatribuna.es | 08 Julio 2014

4 jul 2014

Va a pasar algo, veremos el qué

Los amos de España no confían en los españoles pero tampoco confían ya en los dos grandes partidos y han decidido actuar


"Va a pasar algo o está pasando. Y cuando pasa algo, normalmente una apisonadora, lo hace por encima de los que estamos abajo.

Tras la tramoya de la Monarquía. Somos bastante tontos e ignoramos lo que ha ocurrido y está ocurriendo tras los pesados cortinajes pero es evidente que ha habido trapisonda y movimientos de muebles alrededor de la Casa Real. Para buscar una salida a la historia que nos cuentan, a esta obra teatral que tiene el escenario lleno de miseria, corrupción y estrangulamiento de la democracia nos han ofrecido, como un “Deus ex machina”, el advenimiento de un nuevo rey.

Lo que nos cuentan no puede ser más mítico: el nuevo rey es un elegido que arrancará la espada de la piedra, removerá los obstáculos que tiene su pueblo ante si e inaugurará una nueva era de harmonía y abundancia. El resultado es ridículo porque los espectadores en este momento ya no están dispuestos a creerse un cuento así (si bien lo habrían comprado de gusto hace pocos años cuando las cosas parecían marchar).

Más interesante que el nuevo acto de “La España mágica”, que parece protagonizada por figuras de purpurina, son los manejos de las sombras grotescas escapadas de los espejos del Callejón del Gato valleinclaniano. En el calor del enredo algunas figuras salen de bambalinas y se acercan al proscenio para hablarnos explicarnos el sentido de la pieza teatral, otras en cambio sólo podemos atisbarlas a lo lejos como sombras chinescas.

Los que se mantienen entre sombras son los representantes del IBEX 35. Aunque se han dejado ver y retratar en las vísperas del magno evento, metiendo sus manos en harina política y ayudando al amasado de la empanada que nos presentan. Los más conspicuos, como Botín, suelen aparecer respaldando las políticas y el optimismo del Gobierno, pero en esta ocasión todos han entendido que había que mancharse un poco las manos.

Y las figuras que se muestran y nos hablan desde el proscenio, actuando como intelectuales orgánicos del sistema económico y político y como portavoces de la maniobra en marcha, son un miembro de un consejo de administración y también político que parecía jubilado pero está muy activo, Felipe González, y un periodista que preside una importante empresa de comunicación, Juan Luis Cebrián. Un día y otro argumentan tanto la Monarquía como la necesidad de que el nuevo rey intervenga en la vida política.

Es evidente que si los poderes económicos y sus intelectuales optan por ese camino, debido principalmente al fracaso del PP, es porque creen que la situación es muy seria.

Rajoy ejecuta fielmente las políticas económicas y sociales que le piden, los recortes democráticos y la represión nadie se lo pide y ya corren por cuenta suya, pero es un verdadero desastre como político: no se mueve de su posición cuando todo a su alrededor y, sobre todo, debajo de él está cambiando. Su propia gente lo califica de “Don Tancredo”.

Y efectivamente él, que es quien tiene que manejar la circulación, puede provocar un choque de trenes con el convoy que ya está en marcha y baja de Catalunya hacia Madrid. En eso hay que reconocer que Rajoy es un personaje de principios, fue educado en la “Una, grande y libre” y es fiel a si mismo, él y su partido son la peor elección posible para gestionar desde el estado el proceso político catalán. Cómo le pueden pedir que cambie ahora cuando han llegado al Gobierno atizando el nacionalismo españolista, tanto alimentándolo con el terrorismo y sus víctimas como con acusaciones hacia los catalanes.

Por otra parte, la otra pata del sistema político, el PSOE, se encuentra sumida en una crisis profunda. A los poderes económicos tampoco les inspiran confianza los candidatos a dirigir el partido, no saben si pueden confiar plenamente en ellos ni si tendrán capacidad para liderar a una parte de la sociedad que debe ser conducida dócilmente sin que rompa con el sistema político vigente.

El PSOE se muestra como un partido atrapado por su pasado. Sus gobiernos, junto con los del PP, son corresponsables de la configuración actual del estado y del sistema financiero y económico tal como ahora es. Hasta aquí se ha llegado por una serie de decisiones, desde el caso Rumasa y Mario Conde hasta el desastre de las cajas, particularmente Caja Madrid /Bankia, pasando por la privatización de las empresas públicas, un verdadero saqueo al estado.

Tampoco aciertan a imaginar una política económica y social distinta a la que ha practicado. El pacto en el parlamento europeo entre “populares” y socialdemócratas en torno a un mismo candidato, Junker, y una misma política económica es como firmar lo que mucha gente cree hoy, que son las dos caras de lo mismo.

Podemos es un fenómeno político que merece una atención en si mismo, pero muestra la desafección y el resentimiento de una parte de la sociedad hacia el régimen político. Y ahora que se ha abierto ese canal de expresión solamente va a crecer. La aparición de ese cuestionamiento del sistema político ha añadido incertidumbre y ansiedad en los pechos de los “próceres”.

Estos ven lo mismo que ve la sociedad, que el sistema político basado en los dos grandes partidos estatales se ha descompuesto y ha llegado a su término, es una crisis del Régimen. Y ello en medio de una crisis económica y social que todavía tiene recorrido, a pesar de lo que predique este Gobierno por sus conveniencias electorales.

Desde luego que los amos de España no confían en los españoles (la democracia es una cosa demasiado importante como para dejársela a la ciudadanía”, piensan) pero tampoco confían ya en esos dos partidos, “son unos incapaces”, y han decidido actuar. Se trata de volver a soluciones extraordinarias, de apartar a los políticos votados en las urnas y poner a otras personas. Una situación que tiene parentesco con la vivida en el último gobierno de Suárez.

Recordemos evidencias, en esta Europa un estado como Grecia ha sido atacado económicamente con brutalidad y su soberanía fue secuestrada y a un estado como Italia le han quitado y puesto presidente de gobierno. Pero en este caso español es una operación política nacida desde dentro del país para someter al estado y la ciudadanía.

Constatamos dos realidades que deben preocupar. Por un lado, los medios de comunicación de ámbito estatal han mostrado de modo unánime su implicación en la operación política en marcha, la abdicación y la proclamación del nuevo rey. Lo cual pone en cuestión que en España exista verdadera libertad de expresión. Y, por otro lado, ya tenemos de ministro de Economía a Luis de Guindos, un hombre de Lehman Brothers y con decir eso basta. Habría que añadir la constante represión de la ciudadanía que se defiende de una política injusta y que exige el mantenimiento de la democracia. Hoy por hoy ya estamos viviendo una situación de anormalidad democrática.

Después de tanto cacharrear, el plato que nos están preparando de postre sólo puede ser, tras tenernos sujetos y apretados, un gobierno de excepción. Bien nacido de una coalición entre los dos grandes partidos estatales, posibilidad hoy difícil porque sería un suicidio político de los socialistas, o bien uno  formado por técnicos económicos con el consenso de los dos grandes partidos. ¿Y quien pretenden que haga de “maître” y nos aconseje el plato con los mejores modales? El nuevo rey. Se trataría de que Felipe reine y también forme gobierno. Esto se completa con la pretensión de que haga lo que no puede ni quiere hacer Rajoy, ofrecer una salida a Mas y a una parte de la sociedad catalana para evitar una ruptura.

En realidad, ahora que lo pienso, sigo teniéndole miedo a España. Cada sociedad tiene sus características y su historia que pesa y condiciona, lo que en el país de las trapacerías, Italia, se resuelve con la complicidad de todos y entre burlas públicas, en el país de las tragedias, España, se resuelve siempre de otra manera.

No sé como será vivir en otros lugares con otros pasados pero a mí me sigue pareciendo siniestro que, con motivo de la proclamación del nuevo rey, desfilen tropas por delante del Parlamento. O que, en estas circunstancias, Rajoy les diga a quinientos militares “España es una patria común por la que merece la pena sacrificarse”. Creo que están jugando con nuestros miedos. La ya débil confianza en la democracia española se me escurre entre los dedos".

por Suso de Toro 
eldiario.es
25/06/2014 

30 jun 2014

No se regula la huelga desde el Código Penal

"La primera norma que reconoce la presencia del sindicato o de la coalición obrera es el código penal. En las sociedades liberales del siglo XIX la única forma de considerar al sindicato era la sanción penal. La despenalización de la acción colectiva de los trabajadores nunca fue total, sino selectiva, y es un proceso que corre en paralelo con la absorción de la huelga en los esquemas del contrato y en la construcción de la misma como elemento funcional a la negociación colectiva. Por su parte, la solución autoritaria a la crisis del estado liberal que se manifiesta en los diversos fascismos que se instauran en Europa en el período entre guerras – el último de ellos, el español, precedido de una guerra civil de clase – vuelve a colocar la huelga y el conflicto fuera de la ley, sometido a la norma penal en esta ocasión no como un acto contrario a la libertad de mercado y por tanto a la libertad de trabajo, sino como una conducta directamente atentatoria de la seguridad del Estado. En España, ese situar “fuera de la ley” al conflicto y criminalizarlo fue la constante del franquismo que sólo se terminó en 1976-77 mediante la despenalización parcial de la huelga y la construcción legal de esta libertad en el ámbito de la empresafuncionalizada a la negociación colectiva. En ese momento histórico la huelga siguió siendo delito en dos supuestos muy importantes. En materia de funcionarios públicos y de servicios públicos de reconocida e inaplazable necesidad y en materia de coacciones a la “libertad de trabajo” de los no huelguistas.

El reconocimiento de la huelga como derecho en la Constitución, cambió las cosas de manera significativa. El Tribunal Constitucional ajustó la norma de la transición al nuevo sistema de huelga-derecho. Y redujo sensiblemente el área de la incriminación penal  al considerar delito sólo la huelga insurreccional y revolucionaria. Las coacciones durante la huelga no fueron analizadas en esa sentencia y quedaron en el cono de sombra de los preceptos no cuestionados en su compatibilidad democrática.

El problema surge realmente al promulgarse el Código Penal en 1995 – el Código Penal de la democracia, se llamaba – y mantener en él el delito de coacciones agravadas durante la huelga en los mismos términos que fue impuesto en 1976. Que sea éste un momento decisivo en esta materia lo demuestra que a partir de ahí los fiscales acusan y los jueces instruyen causas imputando a trabajadores y trabajadoras por participar en piquetes de huelga. Primero de manera excepcional, poco a poco normalizando esa acción represiva en torno al ciclo conflictivo del 2002, y ahora, ya en plena crisis del modelo constitucional de 1978, a través de una acción de masa contra la huelga y la militancia sindical que  la sostiene. Que a finales de junio del 2014 haya más de 260 personas imputadas por este delito y                que las peticiones del fiscal se suelan centrar en los tres años de cárcel da idea de la importancia de la represión.

Desde el punto de vista del análisis jurídico, el problema estriba en que fiscales y jueces mantienen un enfoque claramente erróneo del tema. Actúan como si el precepto penal fuera una norma reguladora del derecho de huelga, y construyen el contenido y los límites del derecho desde el código penal. Se tiene que hacer justamente a la inversa. Partir del reconocimiento constitucional del derecho de huelga, que implica como contenido esencial del mismo, las facultades de información, difusión y extensión del conflicto. Entender qué significa formular como derecho una medida de conflicto y contextualizarla en un momento concreto, el del desencadenamiento del mismo en un espacio y un tiempo determinado. La tensión colectiva, las situaciones de enfrentamiento y de crispación ante la ruptura de la solidaridad que mantiene la huelga, la ruptura de la normalidad y la producción de percances o deterioros menores en los bienes de la empresa, o de agravios e insultos a los no huelguistas, integra la fisonomía del conflicto, que puede expresarse bajo este perfil desabrido, en una situación de tensión y de presión hacia la consecución de los objetivos de la huelga. Un derecho éste que se define justamente por su eficacia, es decir, por su capacidad para lesionar bienes e intereses del interlocutor y en la alteración de la normalidad productiva, y que en consecuencia requiere la máxima cooperación de las trabajadoras y trabajadoras en la participación en la medida.

Una sociedad democrática sabe que el perfil concreto con que se manifiesta el conflicto en un momento determinado puede ser duro, intransigente y conminatorio porque expresa un acto de insubordinación colectiva que requiere una amplia participación y que por tanto es hostil a quien asume la servidumbre del trabajo planteado éste como un acto de oposición al ejercicio del derecho de huelga, de negación de su eficacia. Comprendiendo esta realidad, se entiende que el derecho de huelga no es un ejercicio gimnástico que despliegue su elegante ejecución ante un grupo de jueces que la puntúan y valoran según las reglas del arte. Es por el contrario un acto de rechazo de la disciplina empresarial y de la obligación de trabajar que se lleva a cabo como presión en un contexto de enfrentamiento colectivo con el poder privado del empresario o contra el diseño político del poder público en materia social y laboral. Por tanto la aceptación del trabajo por los no huelguistas implica la apertura inmediata de una situación de enfrentamiento con el objetivo central de la huelga.

De esta manera, salvo actuaciones exorbitantes y violentas, los episodios de tensión y de confrontación personal en la huelga, por muy desabridos que puedan ser, nunca podrán ser perseguidas penalmente en un sistema jurídico que reconoce la huelga como derecho. Esa es la única solución acorde con el art.28.2 de nuestra Constitución. Lo que obliga a interpretar de esa manera el Código Penal y posiblemente, para prevenir malas prácticas judiciales, a derogar el precepto que está permitiendo una (re)criminalización selectiva de la participación sindical y ciudadana en la huelga".

por Antonio Baylos
Catedrático de Derecho del Trabajo
http://blogs.publico.es   29/06/14

25 jun 2014

Europa y EEUU negocian en secreto la liberalización de servicios públicos como sanidad y educación

Una web de filtraciones saca a la luz pública uno de los documentos secretos que sirven de base en las conversaciones.

"Europa y Estados Unidos negocian a espaldas de sus ciudadanos uno de los pactos que más influirán en la vida de los europeos en las próximas décadas. Se trata del Tratado Transatlántico de Libre Comercio e Inversiones, conocido por sus siglas en inglés TTIP, y que busca igualar la regulación en ambas zonas económicas para potenciar el comercio y la inversión.

eldiario.es ha tenido acceso, en exclusiva junto a La Marea y Diagonal, a uno de los documentos secretos que sirven de base en la negociación ya que supone la oferta de servicios que Europa está dispuesta a negociar con Washington. El documento ha llegado a través de Filtrala.org, la herramienta de filtraciones anónimas en la que colaboran estos medios.

El acuerdo está en el punto de mira de organizaciones sociales y partidos de izquierda ya que sus efectos pueden suponer en la práctica una mayor liberalización de decenas de sectores en la UE, que tiene una normativa en general más exigente que en EEUU, y abre la puerta a un mayor poder de las empresas privadas.

El borrador secreto ha llegado fragmentado en tres archivos y se extiende en al menos un centenar de páginas. La carátula del encabezado deja claro que es un documento secreto ya que las negociaciones se han clasificado como confidenciales en Europa y Estados Unidos, algo muy criticado por personajes como Joseph Stiglitz, Noam Chomsky o Sami Naïr. Hasta el momento, solo se conocen otros cuatro documentos de las decenas de informes que cruzan el océano. Aunque formalmente esta ronda de negociaciones comenzó en 2013, lleva décadas gestándose con sucesivos acuerdos y grupos de trabajo que se han formado en la UE y EEUU. Este documento tiene hoy (13 de junio) como fecha límite para que los estados miembro hagan sus aportaciones.

Esta es una oferta inicial, una suerte de catálogo, de lo que la Unión Europea está dispuesta a negociar con Estados Unidos para flexibilizar los negocios en el sector servicios. Cada una de las áreas que negocia el TTIP se discute en una comisión ad hoc, como en el caso de la energía, otro de los documentos filtrados con anterioridad en el que se hablaba de temas como el fracking. El que ha llegado a Filtrala.org es el borrador con el que trabaja la Comisión de Servicios e Inversión, lo que supone que se hace un recorrido por todos los servicios, incluidos los públicos, que se ofrecen a los ciudadanos. Esto implica que también se abra en el abanico de las ofertas cuestiones como los servicios sanitarios, servicios sociales, educación y cuestiones claves como los servicios de la energía. Es una lista en positivo de puntos que negociar. Es decir, se incluye todo lo que es susceptible de discusión.

En el membrete aparecen los sellos del Consejo de la Unión Europea y de la Comisión, ya que la representación permanente de cada país en el Consejo es la que está negociando el acuerdo (no es posible que el Gobierno de cada país acuda continuamente a Bruselas para estas discusiones).

El documento marca el amplio perímetro de las negociaciones en servicios de la UE. Tras un listado de cautelas iniciales en el que la Comisión se reserva la posibilidad de negociar aspectos en una amplia panoplia de servicios que se consideran de seguridad nacional, luego muestra al socio americano en qué áreas sería posible entablar una negociación. Los estados miembro deben fijar estas reservas por adelantado, ya que una vez firmado el acuerdo no se pueden introducir nuevas excepciones. Es una forma de no comprometerse a modificar un determinado aspecto en la legislación en los acuerdos multilaterales. 

Las excepciones giran en torno a la extracción de petróleo, minería, producción nuclear y otros elementos sensibles como la pesca y a la agricultura de las que la UE se desentiende de compromisos a priori. Su inclusión en la lista no es una negativa a discutir sino una reserva a no hacerlo en caso de que no interese a los estados.

El documento señala una a una las barreras de acceso al mercado que los estados miembro, o la UE en su conjunto, tiene actualmente en un sinfín de sectores, con el fin de negociar su total apertura. En una última columna (bajo el encabezado Limitations o National Agreement) se subraya también qué países favorecen la entrada a un nacional, una de restricciones a un mercado más importantes y que la UE lucha por limar.

El documento es un streap-tease en toda regla en el que los eurócatras exhiben todas las flaquezas de los países miembro para que los estadounidenses sepan a qué restricciones se van a enfrentar y negocien su eliminación. En la nota inicial, la UE deja claro que esta propuesta inicial se hace a la espera de que "Estados Unidos ofrezca un nivel de transparencia significativo a nivel sub-federal". Es decir, al otro lado del Atlántico se debe estar construyendo un borrador similar a este pero con las restricciones de los Estados. 

Línea roja en la banca

Es especialmente llamativo que solo un área no se discute en el texto: las finanzas. Aunque inicialmente los servicios financieros se iban a incluir, como todos los demás aspectos de la economía, en el Tratado, EEUU ha puesto trabas en la negociación. Desde Washington entienden que la actual regulación financiera es más exigente que la europea, gracias sobre todo a una de las últimas leyes pasadas tras el estallido de la burbuja, la Dodd-Frank. Por este motivo, los estadounidenses han pedido excluir a las finanzas del marco de cooperación regulatoria, que les hubiera llevado a negociar su actual nivel de regulación financiera y hacerlo más laxo.

Este aspecto es muy importante, ya que tal y como recuerda Tom Kucharz, portavoz de Ecologistas en Acción, hace que los argumentos que esgrimen los negociadores para defender el Tratado, "se caigan por su propio peso". Si Estados Unidos no quiere negociar en el ámbito financiero porque supondría una rebaja de sus exigencias, es claro que el proceso de negociación se hace a la baja. En este caso, es la legislación comunitaria la que más tiene que perder ya que salvando el área de las finanzas, la UE es mucho más exigente en cuanto a normativa. Por ejemplo, el principal interés de EEUU es negociar cooperación regulatoria en el campo de la energía, donde los estadounidenses son mucho más abierto que los europeos.

El documento dice que "debido a la firme oposición de Estados Unidos a incluir cooperación regulatoria en el campo del acuerdo, se considera apropiado no incluir ningún compromiso en la oferta de servicios financieros por parte de la UE en este punto". La Comisión deja la puerta abierta a que si "en el futuro" los estadounidenses cambian de opinión y se comprometen a abrir el melón de las finanzas, Europa también mostrará sus cartas.

Los servicios bancarios son por lo tanto la única línea roja marcada en el documento, y no por voluntad europea. Del resto, la UE muestra su deseo a hablar de todo, incluida la prestación de servicios médicos (lo que cual abriría aún más el negocio de la salud a las grandes corporaciones estadounidenses de sanidad), el transporte, o la liberalización de los colegios profesionales. Desde los sindicatos europeos de servicio público se subraya que esta apertura a negociar este tipo de prestaciones atentará contra la calidad de los servicios y contra el empleo. Para Kucharz, es una "alerta a todas las mareas españolas. Es una megaamenaza a la calidad de los servicios públicos".

Cabe resaltar que al hacer el recorrido de trabas actuales en los países de la Unión, España es uno de los países que menos aparece, en gran medida porque es uno de los países más liberalizados del Continente. Las escasas menciones que se encuentran de España son respecto a las restricciones de los colegios profesionales y, cómo no, a la posibilidad de poner una farmacia o al trabajo de los auditores contables.

Los defensores del acuerdo hablan de cifras billonarias de impacto económico y de creación de empleo. Los detractores, de destrucción de miles de puestos de trabajo en Europa y de pérdida de derechos laborales".

FACUA.org
Europa - 13/06/2014

20 jun 2014

El ciudadano Felipe de Borbón se proclama rey entre multitudes y grandes muestras de democracia...

Planos cortos en televisión. Ninguna vista aérea. Comentaristas hablando de miles y miles de personas sin mostrar más que tomas cerradas. Felipe de Borbón se proclama rey de espaldas a los ciudadanos y con multitud de detenciones por el simple hecho de mostrar banderas de la República...
DEMOCRACIA:
El primer Borbón que ocupó el trono de España –por la fuerza de las armas- también era un Felipe, en concreto el V. El nuevo Felipe le sigue en la numeración y todo apunta a que será el último, cerrando el ciclo que inauguró su antepasado con un baño de sangre.
Felipe Sexto, todo campechanía como su padre, se ha paseado por Madrid en el utilitario que ya utilizara el dictador Franco, aquél criminal que puso en manos del padre del actual monarca el título de heredero que habría de sucederle. No debe haberle gustado lo que ha visto o, más certeramente, lo que no ha visto: multitudes.
La monarquía hoy está más sola que nunca. Ya no cuelan los cuentos de príncipes valientes que nos trajeron la democracia, ni de valerosos reyes que nos salvaron de golpes de estado de oscura génesis. Los españoles, que ya somos mayores de edad, vemos al rey desnudo, con las vergüenzas de una familia corrupta e inmoral a la vista de todo el mundo.
Al tiempo que Felipe Sexto paseaba su uniforme por Madrid, otros uniformados imponían democracia y libertad a empellones y a golpe de detenciones. Decenas de personas han sido golpeadas y detenidas por el grave delito de mostrar una enseña republicana; locales sindicales han sido allanados para evitar que los augustos ojos de Felipe y Letizia se lastimasen con mensajes pidiendo referéndums y miles de policías han copado las calles de Madrid en una demostración de apego monárquico.
Felipe Sexto ha llegado por la puerta de atrás. Se marchará por la principal.
Y AQUÍ LAS MULTITUDES:


*Noticia basada en la editorial de Voces de Pradillo:

Desde mi republicanismo

"Si hacemos caso a las encuestas, un referéndum que permitiera elegir entre monarquía o república daría como resultado un sí a la continuidad monárquica. O tal vez no, ambigüedad que fundamento en la poca fiabilidad que me merecen las encuestas y también porque nuestra obsoleta Constitución restringe cualquier expectativa de cambio. Para complicar aun más el asunto, un consenso tácito del bipartidismo considera inoportuno plantear un referéndum, y hasta el PSOE no oculta "su preferencia republicana" aunque la considera compatible con la monarquía. Se entiende que en este contexto, el oficialismo insista en que el Congreso sólo aprobó el pasado día 11 una ley que regula la abdicación del Rey pero sin entrar en debates sobre el modelo de Estado.

Sin embargo, y por mas que se maquille la realidad, cada vez es más patente que Juan Carlos I, además de caer en picado su aceptación popular, nunca ha contado con una legitimación moral que lo consolidara como rey más allá de haber sido impuesto por Franco y contar con el manido mérito de ser el artífice de la transición o el presunto héroe de la noche del 23-F de 1981.

Pero lo cierto y evidente es que somos muchos los partidarios de una consulta popular, entre ellos Henar Ortiz, la tía republicana de Letizia Ortiz quien acaba de reivindicar un referéndum monarquía-república través de twitter con la misma naturalidad que en su día cuestionara la capacidad de su sobrina para ser reina. Pero, anécdotas aparte, es de justicia reconocer que cuando en 1976 se votó la Ley para la Reforma Política y en 1978 la Constitución, en su fuero interno, el sí de los españoles no fue una aceptación del rey que les había impuesto Franco sino un no a cuarenta años de dictadura. Que nadie se llame a engaño. En aquellos años de transición, los españoles no se hicieron monárquicos de la noche a la mañana. Sólo querían escapar como fuera de cuarenta años de represión y hacerlo del modo más rápido posible.

Pero ahora, en pleno siglo XXI, cuando el actual Rey ha cubierto una etapa casi tan larga como lo fue el franquismo, hay veintidós millones de españoles con derecho a voto que no votaron la Reforma Política ni tampoco la Constitución, porque no habían nacido o no tenían edad para hacerlo (21 años), motivo que, tras la abdicación del Juan Carlos I, justificaría el referéndum y la modificación de la Constitución que tantos reivindican. Si el resultado de esa consulta fuera un sí a la República, se resarciría la injuria histórica del golpe militar que derrocó a la II República. Por el contrario, si las urnas fueran favorables a la monarquía, Felipe VI quedaría legitimado para reinar con la fuerza moral que desde siempre se le ha cuestionado a su padre.

Y quienes dicen que la sociedad padece un “sarampión republicano” y argumentan que en ciertas monarquías –como la inglesa, la holandesa o la sueca– sería impensable plantear un plebiscito para revalidarlas, deben considerar que éstas son monarquías muy consolidadas, que no fueron abolidas por las urnas como sucedió con la española en 1931 y que, además, no han atravesado un paréntesis de cuatro decenios impuesto por un dictador militar que unilateralmente designó quien sería el futuro rey.

Dejo constancia de todo esto desde mi republicanismo, mi respeto a la voluntad popular y la libertad de opinión y expresión que me confiere nuestro Estado de derecho".

por Alberto Soler Montagud
Médico y escritor
16 de junio de 2014
http://lainfinitaespiral.blogspot.com.es/

"Las cosas de palacio".

"Dentro de palacio, fuera de palacio, un modo de ordenar la realidad que aprendí de Pier Paolo Pasolini.

Se llama valido a quien tiene el primer lugar en la gracia de un rey. También puede entenderse al revés: calificar de valido a quien ocupa el primer lugar en la tarea cortesana de que el rey tenga gracia. Los matices del lenguaje sirven para entender las situaciones históricas concretas. Las palabras necesitan moverse junto a lo real. Juan II de Castilla tuvo a don Álvaro de Luna, Enrique IV a Beltrán de la Cueva, Felipe II a Antonio Pérez, Felipe III al Duque de Lerma, Felipe IV al Conde-Duque de Olivares y Juan Carlos I a Felipe González.

Felipe González tiene el primer lugar en la gracia del rey, pero no es el único. Tiene el primer lugar porque su misión y su sumisión eran las más útiles. Que la derecha española asumiese la monarquía resultaba una labor fácil. Despejadas las nostalgias dictatoriales en nombre de los buenos negocios abiertos con la Europa democrática, casi todos los mitos de la derecha (orden, apoliticismo, horror a la voluntad libre de los ciudadanos…), coinciden con la Corona. Resultaba más difícil hacer monárquicos a los republicanos, introducir la herencia biológica en los debates democráticos del siglo XX. Eso era tan difícil como transformar al heredero designado por Franco en padre de la democracia. Y Felipe González, que no ha sido el único, es sin duda el primero.

El apoyo a la figura del rey en 1975 podía justificarse en la necesidad de conseguir las libertades. Alguien con autoridad dentro del Régimen abría la puerta del calabozo. Creo que es una explicación demasiado fácil, porque la Transición no puso en juego un debate entre dictadura y democracia (imprescindible ya para el capitalismo español), sino entre posibles formas de democracia: una democracia social que permitiese la transformación profunda de la realidad y una democracia controlada por las élites económicas del franquismo.

El relato de la Transición española se ha explicado con argumentos fáciles y manipuladores. Pero, bueno, significaban una explicación. Lo que no tiene explicación ninguna es que en 2014, sin militares franquistas con tentación de golpe, salga una vez más Felipe González, de la mano de Rubalcaba, con sus argumentos de valido: los socialistas tenemos corazón republicano, pero apoyamos la monarquía porque el rey salvó la democracia y ha conseguido el mayor periodo de estabilidad. Lo importante para Juan Carlos I no era el favor de la derecha, sino la complicidad de los socialistas. Tampoco valía de mucho que el ABC calentase el trono. Los verdaderos servicios debía hacerlos la prensa identificada con la democracia y con el progreso.

En 1975 podía pensarse que la legitimación de la monarquía era fruto de un pacto político para conseguir las libertades. En 2014 está claro que la Corona supone un pacto de los partidos de palacio con el Ibex-35 para mantener el predominio de las élites económicas. Estas élites han utilizado la crisis para devorar las modestas conquistas sociales que la lucha obrera había conseguido en su oposición al franquismo. Por culpa de su avaricia, el discurso social ha vuelto a coincidir con la ilusión republicana y las élites (rey, políticos, banqueros) se han vuelto a poner nerviosas. El miedo y los nervios de las élites son la verdadera novedad frente a la España impune de los últimos años. Ellos saben que algo está pasando. Su miedo alimenta mi muy apagado optimismo.

Fuera de palacio, la gente se pregunta ahora, con el instinto de su mala situación, qué puede significar eso de ser republicanos y defender la monarquía. ¿Tendrá que ver con el cinismo, con las mentiras electorales, con los políticos sin principios, con el descrédito de un Parlamento que no responde a sus votantes sino a los despachos de la aristocracia económica?

Y también se abre la pregunta sobre la estabilidad. ¿Es que tenemos que quedarnos así de estables para siempre? ¿Es que hay que convivir con un paro endémico, unos derechos laborales convertidos en basura, unos derechos cívicos cada vez más golpeados, unos salarios cada día más parecidos a la limosna? Si ya no estamos dispuestos a matarnos entre nosotros, ¿de qué estabilidad hablan? ¿La estabilidad de La Caixa, Bankia y el Banco de Santander?

Ocurre, además, que en los últimos años se ha roto el pacto de los medios de comunicación para blindar la imagen pura del Rey. El azar crea símbolos históricos graciosos. Justo cuando una periodista se casó con el príncipe heredero, la prensa entró hasta la alcoba de la Casa Real para hablar de sus negocios, sus cacerías, sus líos de faldas y hasta sus implicaciones con el general Armada y con la intentona golpista del 23 F. Con motivo de la abdicación del Rey y por mandato del Ibex-35, la prensa ha vuelto a cerrar filas. Pero los medios tradicionales ya no son lo que eran… Quien juega a la bolsa en vez de informar, puede acabar sin crédito en todos los sentidos.

Felipe González es, según mi opinión, el primer valido de Juan Carlos I. Dejo que el lector elija el nombre del segundo".

por LUIS GARCÍA MONTERO
07/06/2014
infolibre.es

15 jun 2014

Anatomía de un saqueo

    

"Seis años después de que Washington decidiera dejar caer a Lehmann Brothers desencadenando el peor shock financiero de los últimos 70 años y condenando al paro y la pobreza a millones de ciudadanos, los principales índices bursátiles del planeta coquetean con sus máximos históricos, los fondos de inversión presumen de billetera, las grandes empresas globales –también las españolas- vuelven a hablar de beneficios, la banca se felicita de la eficacia con que ha saneado sus balances en tiempo récord e incluso los gobiernos no tienen empacho en declarar oficialmente inaugurado un nuevo periodo desarrollo económico.
Desde abajo la imagen que se aprecia es bien diferente. Muy pocos de los que perdieron su puesto de trabajo han logrado recuperarlo y los que lo han hecho ha sido en unas condiciones significativamente más precarias, cada vez son más las personas que viven bajo el umbral de la pobreza y que se ven obligadas a apagar la luz o reducir la compra mensual para llegar a fin de mes y la supuesta recuperación económica no parece ser más que un titular en un periódico.

Llegados a este punto es difícil no hacerse preguntas. ¿Por qué unos han pagado la crisis más que otros? ¿Era tan esencial salvar a la banca aún a costa de recortar servicios básicos como la sanidad o la educación? En Crisis S.A. El saqueo neoliberal (Colección A Fondo, Ediciones AKAL) la periodista Ana Tudela Flores ofrece un relato descarnado, lúcido y documentado de lo ocurrido en los últimos años. Un "juego de trileros", denuncia, en el que la crisis económica no ha sido tanto la causa como la excusa para un abordaje calculado y sistemático del Estado del Bienestar, que ha pasado a convertirse en el nuevo campo de juego del mundo del dinero, el último objeto de deseo del capital.

No busquen un manifiesto ideológico. Crisis S.A. es un fenomenal esfuerzo periodístico que no se limita a presentar cifras estadísticas parciales y opiniones de expertos de cabecera para reforzar una tesis fijada de antemano, hábito del que pecan muchas obras hermanas en el subgénero libros-para-explicar-la-crisis, sino que se afana en ofrecer al lector la mayor cantidad de evidencias documentales, estadísticas y testimoniales posible para sustentar sus afirmaciones.

La principal es que la crisis no ha sido otra cosa que un inmenso negocio que ha servido para trasvasar recursos desde la clase trabajadora hacia las elites económicas.

Un minucioso plan de trabajo que tendría a la ideología neoliberal dominante como autor intelectual y a los obedientes organismos económicos multilaterales (FMI, OCDE, Banco Mundial) como obedientes brazos ejecutores, y que se habría iniciado aún bajo los efectos del shock financiero global de finales de 2008 y 2009 con la socialización de las pérdidas de la banca por la vía de cargar al erario público los millonarios agujeros generados por las desmadradas estrategias de inversión de las entidades financieras.

Un movimiento audaz que tuvo el singular efecto de absorber en gran medida las potenciales pérdidas que se habrían visto obligados a asumir los inversores que apostaron por estos activos tóxicos (grandes bancos del centro y el norte de Europa) bajo el pretexto de salvar a las castigadas economías del sur y a costa de rebosar de deuda los balances de las economías periféricas, que se han visto de repente condenadas a un futuro de austeridad, cuentas por pagar y pérdida de derechos.

Una vez sentadas las bases del nuevo modelo sólo quedaba, en el lenguaje de las escuelas de negocios, implementarlo, poner en marcha las medidas necesarias para esa transfusión masiva de recursos desde los trabajadores a las elites dominantes.

Tudela detalla minuciosamente cada uno de los pasos de esta minuciosa estrategia de saqueo. Los recortes de derechos laborales y sociales para mejorar la competitividad de las economías… y los balances de las empresas a costa del salario o incluso el mismo empleo de los trabajadores; las reformas fiscales orientadas a elevar la presión sobre los impuestos que paga de igual toda la ciudadanía (IVA, IBI, impuestos especiales) y aligerarla sobre los más progresivos (IRPF) o los que afectan de forma directa a las empresas o las grandes fortunas (Impuesto de Sociedades, Sicavs, Patrimonio); la ausencia total de controles sobre cientos de inversiones públicas injustificables desde un punto de vista económico o social que, eso sí, alimentan las cuentas de resultados de las grandes empresas a costa de presionar al límite las finanzas públicas y restar  recursos a políticas sociales; o la imparable, y muchas veces fronteriza con la ilegalidad, estrategia de privatización de los servicios públicos desarrollada con persistencia en los últimos años por los dos grandes partidos, y que se ha dado con especial virulencia en el ámbito de la Sanidad.

Lo preocupante, y lo que convierte Crisis S.A. en una obra necesaria, es que la deriva ha tenido consecuencias, y que éstas han sido demoledoras. Tudela lo acredita con cifras del INE. "Si se hubiera mantenido el reparto (entre la remuneración de los asalariados y el beneficio empresarial) como estaba antes de la crisis, los trabajadores habrían percibido 39.854 millones de euros más y las empresas habrían ganado 27.406 millones. Es decir, se ha producido un trasvase que se acerca a los 30.000 millones del trabajador al empresario".

Si quieren terminar de indignarse lean este último párrafo también extraído por la autora de fuentes oficiales. Entre 2008 y 2013, la riqueza destinada a pagar sueldos a los trabajadores ha caído en 71.685 millones de euros; los beneficios empresariales, por el contrario, ya están prácticamente al mismo nivel que en 2008.

Ya saben quién ha pagado la crisis".

Por Bruno Pérez Vázquez 
14/06/2014 
eldiario.es

11 jun 2014

Los primeros trofeos de Felipe VI

"Pensábamos que la abdicación era inoportuna y precipitada, y que dañaría la institución. Pero la sensación tras solo cinco días es que la onda expansiva se está llevando por delante a otros, no a la corona, que más bien se ha venido arriba.

No sé si son daños colaterales, o buena puntería, pero quizás el rey Felipe VI tenga que ampliar el pabellón de caza nada más llegar a palacio, para que le quepan los trofeos y cabezas que ya está cobrándose casi sin mover un dedo. Y si no, veamos algunos efectos inmediatos de la operación sucesoria.
 
Para empezar, la maniobra ha desbaratado la agenda política: nos ha cambiado el paso, pues ya no estamos debatiendo en el mismo punto que estábamos el pasado domingo, tras las europeas. El régimen ha recuperado la iniciativa, pues ahora es dueño del calendario, marca los tiempos y los próximos pasos, y nosotros vamos a remolque. Estábamos pidiendo un proceso constituyente desde abajo, y veremos si al final no nos acaban dando proceso constituyente, pero desde arriba.
 
La abdicación ha supuesto también un cierre de filas mediático y político. En cuanto a lo primero, los grandes medios rivalizan en quién dobla más el espinazo. Desaparecen de la cobertura informativa las muchas sombras del reinado de Juan Carlos, se esconde el debate sobre la forma de Estado, se cargan las tintas más ridículas en la promoción del nuevo rey y señora, y se genera un estado de ánimo colectivo de fuerte carga emotiva, que prepara el terreno para que volvamos a gritarle “¡guapo!” al nuevo rey cuando lo veamos pasar.
 
Mal empezamos el nuevo reinado. No aprendemos la lección: después de que décadas de blindaje, censura y adulación hacia el rey dejasen como resultado un rey (y familia) que se sentía impune porque se sabía a salvo del ojo público, los primeros pasos del nuevo rey van acompañados del mismo blindaje, censura y adulación.
 
Por no hablar de otro trofeo muy codiciado, y que no sabemos si anotar al rey saliente o al entrante, o a algún cortesano más papista que el papa: la revista El Jueves, sacudida ayer por una censura empresarial que deja malherida una de las publicaciones más críticas con la monarquía y que más se ha resistido durante años a su blindaje mediático.
 
La onda expansiva de la abdicación se siente también en el paisaje político, que estaba muy revuelto tras las europeas, y de pronto se reordena.
 
Por un lado el PSOE, que se enfrentaba a la incertidumbre del relevo en la secretaría general y las posteriores primarias, hasta que el cambio en el trono ha impuesto la lealtad monárquica y el consenso, manejando el proceso de relevo para que ningún candidato saque los pies del tiesto, y controlando el grupo parlamentario para evitar que a algún diputado se le escape algo de ese “alma republicana” que dicen que tienen.
 
En cuanto a la izquierda, la reaparición del debate república-monarquía puede parecer un regalo, pero en realidad es un regalo envenenado.
 
Puede servir para que la derecha recupere votantes que todavía se espantan al oír “república”, despues de décadas construyendo un imaginario tramposo (caos, enfrentamiento, guerra civil). Soy el primero que estos días he colgado una bandera tricolor en mi balcón, pero no soy ajeno al efecto que su ondear provoca en algunos vecinos.
 
En cuanto a la izquierda, la misma que un día antes estaba hablando de frente amplio y alianzas, de pronto se distancia en cuanto a los pasos a seguir. Y hasta deja de hablar el mismo lenguaje. Mientras Izquierda Unida y otras fuerzas levantan con ganas la bandera republicana, la estrategia de Podemos parece pasar una vez más por desplazar el eje del debate: si antes de las europeas se trataba de no hablar de izquierda y derecha, sino de democracia frente a saqueo; ahora se evita hablar de república contra monarquía, para situar el foco sobre la democracia y la capacidad de decisión de la ciudadanía. Puede que tengan razón, pero por ahora el efecto visible es un distanciamiento entre fuerzas que un día antes de la abdicación parecían próximas a converger, y que ahora no hablan el mismo idioma.
Si creíamos que Felipe VI tendría dificultades para subir al trono, visto el legado de descomposición de su padre, por ahora se le ve sonreír. A él y a los monárquicos. Y tienen motivos".
 
05/06/2014  eldiario.es     

6 jun 2014

El escándalo continúa: 1.645 milmillonarios

Los datos confirman que esta crisis es aprovechada por las élites económicas para hacerse más ricas y más poderosas.
 
                               
Sistema Digital | Con la llegada del mes de marzo, la revista Forbes publica la lista de los milmillonarios del planeta. Y como viene ocurriendo año tras año, pero de manera especial desde 2009, se constata una imagen de opulencia de unos pocos frente a la miseria de miles de millones de seres humanos. Los datos confirman que se agudiza la existencia de un mundo roto y dividido donde, por una parte, hay una crisis que incrementa las desigualdades y el sufrimiento de la inmensa mayoría de las personas; y por otra, esa misma crisis es aprovechada por las élites económicas para hacerse más ricas y más poderosas. Esta realidad, aparece reflejada en una de sus caras en el nuevo record de milmillonarios y en el nuevo record de acumulación de la riqueza que poseen estas personas. En la otra cara, la de la miseria, están los 1.200 millones de seres humanos que siguen viviendo en pobreza extrema.
Ante la cifra de 1.645 milmillonarios en el mundo, 219 más que el año pasado y 852 más que en al año 2009. Y ante los 6,4 billones de dólares que acumulan, un billón más que el año pasado y cuatro billones más que en 2009, surgen muchas preguntas ¿Hasta cuándo van a aguantar los ciudadanos el sufrimiento, la miseria, la inseguridad, la pobreza y la desigualdad creciente? ¿Hasta cuándo los más pobres de los países devastados por la pobreza? ¿Hasta cuando los ciudadanos que hasta hace poco disfrutaron de bienestar y derechos en sociedades con democracias consolidadas? ¿Hasta cuándo van a transigir los gobiernos? ¿Vivimos en sistemas democráticos o la oligarquía ha sustituido a la Democracia pero a esas élites les conviene mantener la ficción democrática con gobiernos súbditos de sus decisiones?

FUENTE: Revista Forbes 2009, 2010, 2011, 2012, 2013,2014.

La situación está llegando a un punto de no retorno, que de no empezar a corregirse inmediatamente va a generar una gran inestabilidad social, política y económica que también sufrirán esas elites que se consideran a salvo. El incremento de la desigualdad puede acabar con todo. Millones de personas en la miseria y cada vez más trabajadores pobres y en paro. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el desempleo aumentó en el mundo durante 2013 en cinco millones de personas a pesar de que la economía mundial comenzó a recuperarse. Hay 202 millones de personas desempleadas, pero los esbirros del poder continúan demandando quitar derechos laborales y salariales a los trabajadores, aunque por supuesto no a ellos. Si la tendencia continúa, si no se les para, el desempleo llegará a 215 millones de seres humanos en 2018.
Los datos son evidentes: 852 milmillonarios más que en el año 2009 versus 62 millones más de desempleados desde 2008. Entre 1990 y 2010 la desigualdad de ingresos aumentó un 11 por ciento en los países en desarrollo. Una importante mayoría de hogares en países en desarrollo, que representa más del 75 por ciento de la población, hoy en día vive en sociedades donde la distribución del ingreso es más desigual que en los años 90, según el informe Humanidad dividida: cómo hacer frente a la desigualdad en los países en desarrollo del PNUD.
¿Dónde están los Estado que se auto denominan sociales y democráticos de derecho y aquí sirven? ¿Dónde está la justicia? Estos datos demuestran el fracaso de la política y de la democracia ante una elite económica global que, bajo el paraguas del capitalismo financiero globalizado y ocupando los sillones de las instituciones donde se toman las decisiones, ya sea el FMI, el Banco Mundial, la Comisión Europea o los gobiernos nacionales, tiene en la acumulación de la riqueza y el poder en un número reducido de personas su razón de ser, dejando de lado la equidad.
La desigualdad se incrementa constantemente en el mundo, aumentan las migraciones y los conflictos dentro de un malestar que cada vez es más evidente y activo en la sociedad. Se cuestiona la democracia y sus instituciones, porque para la ciudadanía democracia era sinónimo de derechos e igualdad. Muchos ciudadanos indignados dicen: ¡Hay que hacer algo! Y preguntan: ¿Qué?
Movilizarse, participar y votar es decisivo, imprescindible y crucial, aunque puede no ser suficiente si el número de ciudadanos que lo hace no es mayoritario. Queda mucho camino por recorrer en la movilización de la ciudadanía, pero el objetivo de la igualdad y la dignidad humana es nuestra razón de ser como civilización. Por ese motivo, hay que dejar claro a los gobiernos, con el voto y con la ley, que las demandas de bienestar y seguridad vital para la población son la guía de las acciones de los gobiernos que ellos eligen democráticamente.
Hay que tener siempre presente que el significado de la democracia ha sido básicamente no tener que ponerse de rodillas ante nadie, no vivir atemorizado o humillado, poder actuar y comportarse con dignidad, ser una persona en toda la extensión de las posibilidades, tener “seguridades” en la vida, no estar forzado a decir a todo “amén”. En suma, ser un señor y no un siervo, como señala José Félix Tezanos.

FUENTE: Revista Forbes 2009, 2010, 2011, 2012, 2013,2014.
La dignidad, la igualdad y la libertad son la meta a alcanzar, nadie te las va a regalar. Y ahora, en los próximos meses hay una batalla crucial, las elecciones europeas. Hay que votar y elegir entre los que quieren seguir al servicio de las elites económicas, y aquellos que pretendemos que la dignidad y el bienestar de las personas sea la guía de nuestros gobiernos. Las decisiones se van a tomar, y o tu participas en las decisiones o alguien decidirá por ti.
 


Por Oscar Iglesias |
| 12 Marzo 2014 -

2 jun 2014

Jaque mate al régimen

"El régimen se desmorona, muere, y en su lucha agónica por sobrevivir, el rey abdica. Nunca el régimen surgido de la Transición había estado tan cuestionado como ahora. Los pilares que lo sustentan, la monarquía, el poder judicial y el bipartidismo, están fuertemente deslegitimiados desde hace tiempo. No nos creemos ya sus mentiras, esas que buscan apuntalar un régimen que se cae a trozos. Lo que hasta hace muy poco parecía un imposible, ahora se plantea como una realidad. Empujemos con fuerza, para abrir aún más esa brecha que la crisis económica, social y política han hecho posible.

Desde la caza de elefantes de “su majestad” en Botswana, pasando por la imputación de su yerno Iñaki Urdangarín en el caso Nóos, la implicación de la Infanta Cristina en la trama, hasta las múltiples, y millonarias, operaciones de cadera del monarca, facturadas a las arcas públicas, la Casa Real se ha convertido en una caricatura de sí misma. Uno de los principales valedores de la “democracia” está tocado, muy tocado, pero no hundido.

El anuncio de la abdicación real es un último intento, desesperado, para salvar la situación, una tentativa de “make up” para relegitimar no solo a la monarquía sino a todo su séquito de jueces, políticos, opinólogos… que durante tantos años, demasiados, han vivido a costa de esa falsa Transición, intentando borrar o enmascarar el pasado colectivo. Nuestro olvido, fue el sustrato de su victoria, no solo moral sino política y económica.

La crisis económica convertida en una profunda crisis social y, también política, ha puesto en jaque al rey y al régimen del 78. La gente ha dicho “ya basta”. Lo vimos con la emergencia del 15M, tres años atrás, la extensión de la desobediencia civil, la ocupación de viviendas vacías en manos de bancos, con un amplio apoyo popular, pese a la criminalización de la protesta. A más pobreza, más dolor, pero, gracias a dicha movilización, más conciencia de quienes ganan con dicha situación, banqueros, políticos, y de quienes perdemos.

El auge del soberanismo en Catalunya ha colocado, también, contra las cuerdas al régimen. Señalando el carácter profundamente antidemocrático de una Constitución que no permite el derecho a decidir de los pueblos. Ahora, las elecciones europeas han dado “el toque de gracia” a un régimen en descomposición. La pérdida de más de cinco millones de votos por parte del PP y el PSOE. La emergencia, con cinco escaños, de Podemos. El régimen se pone nervioso, muy nervioso.

La abdicación real es la última maniobra de salvación. Sin embargo, recordemos, el sistema tiene capacidad de maniobra. La abdicación del rey muestra la debilidad de los pilares del régimen, y la fuerza popular. Pero, no queremos ni a Juan Carlos ni a Felipe. Es hora de salir a la calle, reclamar la apertura de procesos constituyentes en todo el Estado, poder decidir qué futuro queremos. Pasar a la ofensiva: jaque mate al régimen".

por Esther Vivas
02-06-2014
Fuente
 

31 may 2014

Sindicalismo amalgamante

"Los resultados electorales de las pasadas elecciones europeas del día 25 vienen a confirmar algo que resulta patente no solo para cualquier sociólogo (excepto Arriola), sino para toda persona observadora de la realidad y por tanto conocedora del sentimiento general de sus conciudadanos. De forma apabullante la gente de este país ha dicho basta, ya no soportamos más tanta basura, tanta inquina, tanta inmoralidad.

El sentido del voto así lo confirma, con una clara tendencia de los votos otorgados a formaciones que en sus programas han denunciado de una u otra forma la perversión de las instituciones, la corrosión de la ley para favorecer los intereses de parte, hasta la disolución de la propia concepción de la democracia convirtiendo la representación política en una burla a los ciudadanos venida de “la casta”, quienes en el irresponsable ejercicio de sus prioridades han convertido a la mayor parte de los ciudadanos en juguetes en manos caprichosas. El voto ha denunciado esta situación, y si a este voto expreso se le suma parte de la abstención crítica que puede rastrarse en redes y foros, entonces tenemos una mayoría incontestable de ciudadanos que están dispuestos a hacer algo para evitar más metástasis del sistema. Ha comenzado por un movimiento quizás ideologizado (como no podía ser de otro modo) de denuncia y recuperación de la dignidad, que no ha hecho sino comenzar. Vamos a ver próximamente como germina este estallido de rabia y cómo va a ir convirtiéndose poco a poco en una plataforma de acción política susceptible de alterar una realidad que resulta inaceptable. Poco importa el calendario de acuerdos y los instrumentos de colaboración elegidos, la mecha ya ha prendido y su fin es recuperar la soberanía y devolver el protagonismo a los hombres y las mujeres por encima de los mercados.

¿Qué papel habrá de jugar el sindicalismo en este contexto de recuperación de la soberanía perdida?   Uno muy importante bajo mi punto de vista. La heterogénea composición de la denuncia que recorre el espectro que va de la lucha contra la injusticia reiterada en el desahucio a la protección del medioambiente (o lo que de él quede), requiere de algún tipo de soporte coagulante, requiere que exista una fuerza que vaya trasladando a la actividad cotidiana relacionada con la forma de hacer y producir todos los avances que en materia política se vayan gestando. Para decirlo de una manera gráfica, el sindicalismo habría de convertirse en una argamasa que aglutine y fortalezca el enladrillado que resulte de nuevas propuestas de acción política

Y no sólo entiendo que el protagonismo del sindicalismo deba centrarse exclusivamente en el núcleo de la renovación de las relaciones laborales, aunque sea un territorio propicio en el que hay mucho por hacer. También y de manera igualmente activa debería ser su participación en la traslación de políticas ambientales, en las que su posición respecto de futuro del empleo puede llegar a ser determinante. Las propuestas políticas y sociales destinadas a recuperar la dignidad y la soberanía ciudadana pasan por la vertebración de modelos de trabajo digno en las que el sindicalismo debe profundizar  para afianzar criterios de ética laboral sintonizados con nuevas formas de entender qué es la vida al margen del gusto de los mercados.

Poner coto a prácticas de exuberancia irracional presente en tantas y tantas actividades (no sólo financieras) requiere asimismo la presencia activa del sindicalismo comprometido con el proceso regenerador. La denuncia y la crítica radical frente a movimientos de economía global que tienden a minar los derechos laborales y civiles contenidos en propuestas como el acuerdo comercial EEUU-UE son asimismo otro ejemplo de escenario de conflicto en el que la suerte de los derechos sociales pende de la garantía del respeto a los derechos laborales.

Son incontables las aportaciones que debe asumir el sindicalismo en una fase de renovación como la que se desprende de la lectura del voto del 25 M. Y no son nuevas, casi todas ellas están presentes en el cuadro de mando de la acción sindical, pero la nueva situación otorga legitimidad y confianza que no debe desaprovecharse. Para avanzar hace falta  ser sólidos y el sindicalismo puede jugar un papel aglutinante, una fuerza amalgamante y cohesiva.

Emilio Jurado | Director de CDIEM                      
nuevatribuna.es | 29 Mayo 2014 
 
"Cdiem es una empresa consultora que presta sus servicios preferentemente en la actividad de los sectores de la Comunicación.
Cdiem es una empresa instalada en lo que se denomina Economía del Conocimiento. El grupo de personas que componen Cdiem cultivan una única hipótesis, el principal activo de la economía moderna se encuentra en las capacidades de las personas.
En consecuencia, Cdiem apuesta por el desarrollo interno de sus capacidades y en la búsqueda de soluciones para incentivar y perpetuar este estado de cosas en las empresas a quienes presta su apoyo".
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